Rufián avisa al Gobierno de que PP y Vox están ganando el relato en las calles
El jefe de filas de ERC en Madrid transmite a sus socios parlamentarios que las tesis de la derecha de que la economía va mal están calando entre su electorado
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, cree que la moción de censura presentada por Vox, así como las elecciones andaluzas que dieron la mayoría absoluta al PP, reflejan una realidad que el Gobierno se resiste a ver. Y es la de un cambio de aires que se respira en las «calles» a favor de las tesis de la derecha de que la economía va mal y que se necesita un Ejecutivo fuerte para enderezar la situación ante la debilidad que proyecta el actual Gobierno con los constantes enfrentamientos entre PSOE y Podemos.
Después de la sesión parlamentaria de este miércoles, el político independentista no dudó en afirmar que «mucha gente», a la que sitúa «en la frontera» entre Vox y el PP, es la que ha «ganado» con este debate. E hizo un paralelismo entre la moción de censura y las últimas elecciones andaluzas en las que, a su juicio, «Vox se pasó de frenada tres pueblos» con una mala campaña de la exdiputada Macarena Olona que sólo benefició al PP y dio la mayoría absoluta a Juanma Moreno.
Sensibilidad con los pobres
Fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE explican que si algo tiene Rufián es «olfato político», y destacan que es los pocos perfiles que llegaron con la llamada nueva política que sigue en primera línea de la política. Pese al fracaso del procés independentista y su promesa incumplida de permanecer solo 18 meses en el Congreso. Estas mismas fuentes desconocen por qué género de «servidumbres políticas», Rufián ha atado el futuro de la coalición de Gobierno a Irene Montero y Podemos. Marcando distancias de Yolanda Díaz. Pero añaden que ya ha transmitido a los suyos y sus interlocutores directos que estas riñas entre los partidos de izquierdas desmotivan a la gente.
No son una novedad los avisos que el jefe de filas de ERC en Madrid lanza sobre la atracción que las clases obreras pueden sentir por el discurso de Vox y la necesidad de combatirlo. De hecho, es la fórmula que él aplica en Cataluña y que le distancia de otras corrientes de ERC. Rufián está más interesado en competir con el PSC en las zonas metropolitanas de Barcelona que en marcar pedigrí nacionalista ante Junts per Catalunya o la CUP.
En este periodo de precampaña electoral de las municipales, y como candidato de Santa Coloma de Gramanet, tradicional feudo socialista, ha sostenido que «mucha gente a nuestros municipios no se emociona con los mismos símbolos que nosotros, pero quiere mejorar nuestros barrios y ciudades tanto como nosotros». Es decir, recurriendo a un perfil pragmático y de servir «a la gente» que pide que adopten también sus socios en Madrid.
En noviembre ya tiró de este discurso cuando dijo que si «las izquierdas» no luchaban contra la desigualdad, «la ultraderecha gobernará el mundo». Una advertencia que fue explotada por Vox para intentar sacar rédito político y postularse como la alternativa al actual gobierno de PSOE y Podemos.
Atajar la corrupción
Los analistas demoscópicos han vaticinado un repunte de la corrupción como preocupación de los españoles en los próximos sondeos del CIS. El Gobierno está preocupado por la factura que le puede pasar el caso Mediador en las elecciones después de que fracasara su estrategia de iniciar 2023 -año electoral- centrándose solo en la economía.
El temor a un vuelco electoral también está presente entre las filas de Unidas Podemos. Los morados consideran que los equilibrios políticos están ya definidos y que será «muy difícil» revertir las encuestas. Si se cumplen los sondeos y el sentir de los dirigentes del partido, lo más importante para la cúpula de Podemos es planificar la vuelta a la oposición y cómo sobrevivir a ella. En este aspecto se diferencian de Rufián, que aboga por revalidar el bloque de izquierdas y nacionalista para mantener a Pedro Sánchez en la Moncloa durante la próxima legislatura.