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Política

La parte más personal de Santiago Abascal: «Disfruto cuando me llaman facha»

No baila «ni a punta de pistola» y tampoco cocina, pero es «un buen comedor»; no va al cine, pero se confiesa ávido lector: el lado más personal del presidente de Vox

Tras 25 minutos conversando en detalle sobre la moción de censura liderada por Ramón Tamames, las similitudes -a su juicio- entre las políticas del Partido Popular y PSOE o de pactos postelectorales, THE OBJECTIVE pregunta a Santiago Abascal por cuestiones más personales. No son muchos los momentos en los que el presidente de Vox se deja ver relajado ante la prensa, pero cuando lo hace se intuye a un hombre sencillo que disfruta de la naturaleza, de pasear un rato con sus hijos, y que cuando vuelve a su tierra se pide una tortilla francesa.

-¿Se pide una tortilla francesa cuando vuelve al País Vasco?

«Pero es que me gusta todo», se excusa ante la repregunta, cargada de incredulidad. Por ejemplo: «Me gusta mucho el salmón, me gusta la carne, me gusta… Como poca fruta. Hay que comer más». El líder de la derecha, eso sí, no cocina. Él es tan sólo «un buen comedor». Así lo atestigua la americana de pana que luce ceñida.

No le apasionan ni la cocina ni el baile. De hecho, confiesa que no se arrancaría a bailotear «ni a punta de pistola». «Y menos en un mitin», apostilla, en lo que los periodistas interpretan como una obvia referencia a Miquel Iceta. Lo desmiente a posteriori. Si acaso tenía en mente a algún dirigente popular. Que tome nota Kiko Méndez-Monasterio, que vigila con atención el transcurso de la entrevista, porque «ni veinte asesores» conseguirían hacerle danzar. Tendrán que encontrar otra fórmula de celebrar en la sede de la madrileña calle Bambú si los próximos comicios les resultan propicios.

Su consejero áulico ríe cuando Abascal confiesa que «disfruta» cuando le llaman «facha». Tanto es así que cuando le arrojan el anatema -muy barato hoy día- él se ratifica en sus posicionamientos. «Cuando me lo dicen pienso que estoy haciendo lo que debo, y parece que les incordia», zanja.

El candidato a la Presidencia del Gobierno tiene poco tiempo, desde luego no el suficiente como para poder ir al cine, pero cuando dispone de él le gusta de leer (recomienda Himno de retirada, de David Mamet, que le parece «impresionante») y de pasear por la naturaleza. Cualquier excusa es buena para desconectar su teléfono móvil. Estar en un sitio sin cobertura es sinónimo de «ser feliz». Acaso porque Santiago Abascal no se fía «en absoluto» de internet.

No hemos dicho que al líder de Vox le gusta el arroz -pasado o poco hecho, que ya sabemos que es sencillo en gustos culinarios- y que si se tuviera que comer con un político de izquierdas sería con Alfonso Guerra. Tome nota el histórico socialista.

Lea aquí la primera parte de la entrevista

Lea aquí la segunda parte de la entrevista

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