Vox da prioridad a replicar en la Comunidad Valenciana el pacto de Castilla y León
El partido que preside Santiago Abascal considera imprescindible entrar en el futurible gobierno regional de cara a una hipotética llegada a la Moncloa
La Comunidad Valenciana es el enclave más codiciado por Vox en las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo, pues es la región con más población (cinco millones de habitantes) en la que el partido liderado por Santiago Abascal tiene opciones reales de conformar un gobierno de coalición con el Partido Popular. Su prioridad es replicar ahí el pacto de Castilla y León, donde ostentan la Vicepresidencia, tres consejerías y la presidencia de las Cortes.
Las últimas encuestas dibujan un escenario similar. La media de estas, confeccionada recientemente por RTVE, otorga 35 escaños a Carlos Mazón (PP) y 16 a Carlos Flores Juberías (Vox), superando por poco la mayoría absoluta, ubicada en 50 representantes en las Cortes. En los comicios castellanoleoneses celebrados en febrero de 2022, el reparto de fuerzas fue parecido: Alfonso Fernández Mañueco obtuvo 31 procuradores y Juan García-Gallardo, 13, superando por tres la mayoría absoluta (41).
Desde Bambú son conscientes de que están ante una oportunidad de oro. Por eso no es casual que el único miembro de un gobierno autonómico de la formación conservadora haya sido el encargado de señalar el paralelismo. En su visita a Valencia, esta misma semana, García-Gallardo ha apoyado a Flores Juberías y ha admitido que «Vox aspira a conseguir un gobierno valenciano al estilo de Castilla y León».
Una consigna que comparte el candidato de Vox a la Presidencia de la Comunidad Valenciana. En una reciente entrevista publicada por THE OBJECTIVE, Carlos Flores indicó que «el modelo de Castilla y León, donde nos hemos incorporado lealmente al Gobierno y hay una relación razonablemente estable, es el lógico» para adoptar después del paso por las urnas. También matizó, eso sí, que sería el «lógico» pero no el «óptimo», por cuanto «el PP no siempre cumple sus promesas», y es «mucho más proclive a firmar papeles que a trasladar esos papeles al diario».
«¿Habría alguien del Partido Popular, o de cualquier otro partido en su sano juicio y que se llame a sí mismo demócrata, dispuesto a gobernar la Comunidad Valenciana con un 30 o 35% de los votos?», planteó el catedrático de Derecho Constitucional.
La respuesta, por lo pronto, parece afirmativa. El candidato del PP, Carlos Mazón, viene repitiendo la consigna de Génova, que han hecho suya todos los barones populares: su objetivo es «gobernar en solitario». Pero desde Vox ya han alejado esa posibilidad y han avisado a su futurible socio de que se deje de «chorradas».
Valencia… y luego Moncloa
El jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno entre 2018 y 2021, cuando Pedro Sánchez le defenestró, Iván Redondo, aseguró recientemente que el partido que logre gobernar la Comunidad Valenciana tras el 28 de mayo «tendrá pie y medio en la Moncloa». Un análisis que comparten los de Santiago Abascal.
Desde Vox son conscientes de la importancia de los próximos comicios municipales y autonómicos de cara a una futurible entrada a Moncloa. Cogobernar la quinta región de España junto a los populares sería el aval necesario para asentarse como un partido institucional y quitarse la etiqueta de muleta del PP para presentarse ante su electorado como un partido que aspira a cambiar las cosas desde el poder.
Pero las ambiciones de Vox no cesan ahí. Todas las encuestas apuntan a que serán indispensables para descabalgar a Joan Ribó de la alcaldía de la ciudad de Valencia. La aritmética obligaría a la candidata del PP, María José Catalá, que obtendría 15 diputados, a buscar un acuerdo de investidura con el catedrático de Derecho Civil Juan Manuel Bádenas, que podría hacer valer sus tres concejales para entrar en el equipo de gobierno. Una opción, eso sí, más remota por el reparto de fuerzas.
Siete posibles gobiernos
Las otras regiones donde Vox podría entrar a formar parte del gobierno, según las encuestas y las propias proyecciones del partido, son Baleares, Castilla-La Mancha, Ceuta y Murcia, aunque tampoco tiran la toalla en Extremadura y Aragón.
Los mejores augurios están en Ceuta, donde la formación que preside Santiago Abascal ya se ha asentado como primera fuerza política. Quizá por la fuerte presión migratoria de Marruecos. También para Baleares, donde PP y Vox estarían cerca de conformar una alternativa al Ejecutivo de la izquierda con los nacionalistas.
La mayoría absoluta se sitúa en los 30 diputados, y según la media de los sondeos, el PP obtendría 21 mientras que Vox lograría disparar sus tres representantes actuales hasta los 7-8. En esta tesitura, todo podría depender de un escaño.
En Aragón, pese a las bajas expectativas que barajaba la derecha hace unos meses, es posible un cambio de gobierno. El popular Jorge Azcón, que sería el más votado, y Alejandro Nolasco, el candidato a su derecha, estarían más cerca de sumar que toda la izquierda junta. La España Vaciada (Aragón Existe) podría tener la última palabra.
Entre las comunidades que penden de un hilo están Murcia y Castilla-La Mancha. En esta última, el socialista Emiliano García Page ganaría las elecciones, pero perdería la mayoría absoluta al quedarse con 16 de los 33 escaños, mientras la derecha sumaría justo 17 diputados, gracias a que ni Unidas Podemos ni Ciudadanos lograrían entrar en las Cortes. Mismo escenario en Extremadura: el PSOE sería el partido más votado, pero PP y Vox podrían conformar una mayoría alternativa. Siete posibles gobiernos.