El Gobierno defiende el derecho de los exetarras a ir en listas: «Han saldado su deuda»
Fuentes gubernamentales comparan la situación con la del Sinn Fèin en el Reino Unido, cuyos integrantes «han sido invitados a la coronación de Carlos III»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados. | Eduardo Parra (Europa Press)
El silencio del Gobierno es clamoroso. Ni el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ni la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ni media docena de ministros quisieron responder este miércoles a las preguntas que PP y Ciudadanos hacían en el Hemiciclo y los periodistas en el pasillo del Congreso. Ni una palabra sobre la inclusión en la lista de EH Bildu de 44 condenados de ETA, siete de ellos con delitos de asesinato, como denunció el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, Covite. Sin embargo, fuentes del Gobierno exponen a THE OBJECTIVE los argumentos que sólo se manejan en privado. El Gobierno defiende la inclusión de estos exetarras en las listas de la formación heredera de Batasuna porque «han saldado su deuda y cumplido su condena».
El Ejecutivo se alinea con los argumentos de EH Bildu, que sostiene que los integrantes en sus listas «tienen intactos sus derechos políticos». Y restan importancia al hecho de que la inmensa mayoría de ellos no ha pedido perdón a sus víctimas porque «eso no lo exige la ley electoral para concurrir como candidatos». Para el Ejecutivo, lo relevante es que ETA desapareció, «no existe gracias a un gobierno socialista», y ahora el Estado debe cumplir con lo prometido: una vez que abandonaron las armas, pueden concurrir a las urnas. Unos argumentos que, según Moncloa, no son cómplices de la estrategia de Bildu, sino «coherentes con la palabra dada y la obligada generosidad del Estado».
«El Sinn Féin estuvo en la coronación de Carlos III»
Y aportan un argumento más, buscando un paralelismo en Reino Unido: «El Sinn Féin ha sido invitado a la coronación de Carlos III. El Sinn Féin está en el Gobierno de Irlanda del Norte», sostienen en referencia a la presencia de la primera ministra de Irlanda del Norte, Michelle O’Neill, quien asistió a la ceremonia de coronación el pasado sábado, tras ser invitada por la Casa Real inglesa. Moncloa establece un paralelismo entre lo ocurrido en Reino Unido y los herederos del brazo político del grupo armado IRA, también desaparecido, aunque con la diferencia de que el Sinn Fèin se niega a jurar lealtad al Rey, requisito fundamental para obtener representación en la Cámara de los Comunes británica.
La actitud del Ejecutivo con Bildu no genera reproche alguno, ni opinión contraria a la inclusión de estos exterroristas de la banda en las listas de los proetarras, como han deslizado públicamente algunos dirigentes socialistas. El presidente de la Junta de Extremadura y candidato a la reelección, Guillermo Fernández Vara, calificó de «repugnante» la noticia en el programa En Boca de Todos, de Cuatro TV. Más parco en palabras pero en la misma línea, el exlehendakari vasco y portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López: «No me gusta nada, no lo voy a valorar».
Silencio gubernamental…
Fueron los únicos que emitieron sonido alguno ante la pregunta reiterada en el Congreso de los Diputados. Ni la vicepresidenta, Nadia Calviño, ni las ministras Teresa Ribera o Pilar Alegría respondieron a la cuestión que planteaban a la carrera los periodistas en el pasillo de la cámara baja. Fuentes de Moncloa se justifican en que «no vamos a entrar en el marco de la derecha» y menos a las puertas de una campaña electoral que se inicia este jueves a las 0.00 horas.
La filosofía que subyace en las palabras del Ejecutivo es la de la generosidad del Estado tras la disolución de la banda terrorista ETA. El Gobierno que ha normalizado la interlocución con EH Bildu en esta legislatura, primero con la investidura de la presidenta navarra, María Chivite, gracias a los votos de Bildu; y después con el blanqueamiento de la formación liderada por Mertxe Aizpurua en el Congreso -condenada por enaltecimiento del terrorismo-, sostiene que los diputados de Bildu han jugado un papel central en esta legislatura, aprobando «todas las medidas sociales en beneficio de la ciudadanía», desde los Presupuestos Generales del Estado a la ley de vivienda, la subida de las pensiones o los decretos del estado de alarma y las medidas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania.
… Apoyo de Podemos y ERC
Se trata de un grupo al que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha agradecido en numerosas ocasiones su «lealtad y sentido de estado» en sus comparecencias en el Congreso, a diferencia del trato que propina a Vox, a cuyos dirigentes se refirió en el ultimo debate de la moción de censura de Ramón Tamames como «el glutamato de la derecha, un potenciado del sabor más extremo y radical». Frente al discurso del cordón sanitario contra Vox, el Gobierno y sus socios defienden la legitimidad democrática de Bildu, no sólo para presentar sus listas, sino para dar el salto cualitativo de incluir por vez primera a exterroristas de ETA en ellas.
Algo que recibió el aval de la ministra de Igualdad, Irene Montero: «Bildu es un partido democrático que elige sus listas por los procedimientos que ellos consideran oportunos. Desde el masivo respecto a la legalidad, a la ley electoral y a los procedimientos democráticos, cada partido elegimos a nuestros candidatos». Y por descontado, el de ERC, otro de los socios preferentes del Ejecutivo y con quienes formó grupo parlamentario en la anterior legislatura. Su portavoz, Gabriel Rufián, defendió que «no es opinable que ETA no existe mientras el fascismo sigue existiendo».
