Cuando la crónica electoral se convierte en crónica negra: ¿secuestradores en campaña?
Ya extrañó que el ‘aparato’ del PSOE andaluz mantuviera como candidata a Berta Línares en plena investigación. Ahora quizá se pueda resolver esa duda
Después de haber pasado por unas elecciones madrileñas centradas a hablar de los envíos de balas y de navajas, en esta campaña municipal el centro han sido las listas de EH Bildu y los abucheos a Vinicius. Lo que no se sabe es si puede considerarse un cambio a peor o a mejor. La presencia de tantos candidatos como los que hay en unas municipales permite la aparición de un zoo de personalidades particulares, empezando por Ana González Martínez, la concejal de Vox detenida al ser investigada sobre si forma parte de una trama de narcotráfico.
En Pulianas (Granada) el PP tuvo que prescindir de la número 6 de su lista al descubrírsele hasta 292 plantas de cannabis en su casa. La historia ha tenido una segunda parte esta semana: el marido de la concejal apartada intento atropellar y arrear al marido de una candidata del PSOE, y está acusado de un intento de homicidio.
También este jueves se hacía público que la candidata a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández, prescindía de su número 2, José Ángel Martín, después de que fuera detenido, acusado de haberse liado a guantazos con un directivo de un club de fútbol local al que habría roto la pierna.
No obstante, todos estos episodios se quedan pequeños frente al caso de Maracena. Como ya se ha informado, el caso Maracena estalló en febrero cuando Vanessa Romero, del PSOE, denunció el intento de secuestro que había padecido a punta de pistola ni más ni menos que por Pedro Gómez, el novio de la alcaldesa, Berta Linares, también del PSOE. Ante la detención de Gómez, Linares dio una rueda de prensa asegurando, entre lágrimas, querer dar todo su apoyo a ‘su compañera’ Vanessa Romero.
Extrañamente el PSOE-Andaluz decidió volver a presentar a Berta Linares como candidata a la alcaldía en una decisión que es difícil no vincular al poderoso secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Noel López, que se da la circunstancia de que era el anterior alcalde de Maracena y, por tanto, mentor de Berta Linares. Cabía la posibilidad de que se tratara de una situación de índole puramente personal entre historias que pudiera haber entre Gómez y Romero. Pero en las últimas 24 horas el episodio ha pasado al grado a crónica negra con tufo político cuando se ha hecho público que se investiga como inductores del intento de secuestro a la propia Berta Linares, a su concejal de Urbanismo Antonio García Leiva y hasta el mismo Noel López, cuyo destino está en manos del TSJ por ser aforado.
Ciertamente la prudencia de Juan Espadas al formar su equipo parece la misma que tuvo Mariano Rajoy al colocar a Ana Mato como ministra cuando ya había investigaciones en su entorno. Si ya sorprende que Espadas siga liderando el PSOE andaluz tras su castañazo autonómico del año pasado, la falta de reflejos de los socialistas en torno a Maracena, de confirmarse los indicios, sería apoteósica.
Sombra de secuestro en listas
La aparición de secuestros en torno a listas electorales debería ser algo anómalo, aunque, lo cierto, es que en España ya ha aparecido en más de una ocasión. En un país en el que ha habido terrorismo durante tantos años y terrorismo con brazo político, era habitual que etarras condenados por secuestro pudieran aparecer en listas electorales batasunas empezando por el mismo Arnaldo Otegi, cabeza de lista de EH Bildu (1998) y Batasuna (2001) cuando el punto más conocido en su historial era su condena por secuestrar a un empresario en sus tiempos de poli-mili.
Uno de los casos más infames es el del concejal Ibón Muñoa, que consideró compatible ejercer su cargo de concejal de Herri Batasuna con ceder su piso a los etarras que secuestraron a Miguel Ángel Blanco Garrido lo retuvieran ahí. Mientras toda España clamaba por su libertad Muñoa, al igual que el comando asesino, sabía donde estaba, y eligió la complicidad criminal. Encarcelado, quedó en libertad en 2020 y los suyos le recibieron con esos honores en su pueblo en la habitual ceremonia del asco a la que tienen acostumbrados a los familiares de las víctimas.
Al margen del terrorismo otro secuestro que también se coló en candidaturas fue el de Segundo Marey. El PSOE propuso a José Barrionuevo Peña como candidato a la alcaldía de Almería en las elecciones municipales de 1999. De igual modo, antes que ellos, el PP había hecho gestiones para colocar a Ricardo García Damborenea como candidato a la alcaldía de Bilbao en las de 1995. El procesamiento y condena de ambos cerraría ambas opciones.
Episodios más paranormales fueron los del supuesto secuestro del concejal de Palencia Rafael Becerril en 1985 o el del concejal de La Carolina ‘Bartolín’ Rubia en 1998. En este último caso, el concejal acabó multado por simular su secuestro. En el caso de Maracena, mucho se juega el PSOE andaluz si resulta que por encima de un conflicto personal o un episodio farandulero, se encontrara un episodio más que de crónica negra, de crónica corrupta.