Cataluña cuadruplica en un año las sanciones a empresas que incumplen los planes de igualdad
La Generalitat declaró 816 infracciones por razones de discriminación en 2022, mientras que el año anterior fueron 187
Una persona trabajando en una oficina. | Pixabay
La Consejería de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña cuadriplica en un solo año las sanciones a las empresas que incumplen con los planes de igualdad o con los registros retributivos. De acuerdo con los datos más actualizados, a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, si en 2021 se dictaminaron 187 infracciones, el año siguiente, en 2022, fueron un total de 816, un incremento del 336,4%.
El Gobierno catalán ha respondido a la pregunta parlamentaria del diputado no adscrito Toni Gallego, que hacía referencia a las actuaciones que se han llevado a cabo desde la administración catalana respecto a las posibles infracciones interpuestas por discriminaciones por razón de vestimenta (como es el caso de los uniformes entre personal de las aerolíneas en función del sexo).
Si bien el Ejecutivo no dispone en su base de datos del motivo en base a la indumentaria, sí que concretan el total de actuaciones que se han hecho «en materia de igualdad y no discriminación». Según la información aportada, en 2021 las «actuaciones llevadas a cabo en esta materia» fueron 808, mientras que en 2022 fueron 1985 (un incremento del 145,7%).
De todas ellas, han acabado «con un resultado de 187 infracciones en 2021 y 816 en 2022». Esto significa que en la práctica se ha llevado a cabo algún tipo de sanción contra las empresas que no cumplen con los planes de igualdad y no discriminación. En otros casos, se ha abierto expediente, pero no se ha llegado hasta el extremo de declarar infracción y las compañías han corregido los aspectos tras el aviso de la Generalitat.
En su respuesta, la Generalitat expone que «las modificaciones introducidas por el Real decreto ley 6/2019, del 1 de marzo, de medidas urgentes para garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en la ocupación», así como el «Real decreto 901/2020, del 13 de octubre, por la cual se regulan los planes de igualdad y su registro, ha permitido mejorar las actuaciones sobre las obligaciones en materia de registro retributivos y planes de igualdad».
Prácticas de «discriminación indirecta»
En sus actuaciones para dictaminar una posible discriminación, el Govern también contempla aquellas prácticas que pueden parecer aparentemente neutrales pero que generan un «prejuicio más grande a las personas de uno de los sexos» y representarían una «discriminación indirecta».
A este respecto, citan la ley 17/2015, del 21 de julio, de igualdad efectiva de mujeres y hombres, que define como discriminación indirecta «la situación discriminatoria creada por una disposición, un criterio, una interpretación o una práctica pretendidamente neutral que pueden causar un perjuicio más grande a las personas de uno de los sexos, excepto si resultan adecuadas y necesarias y se pueden justificar con criterios objetivos que no tengan ninguna relación con cuestiones de género».
El caso de Vueling
Inspección del Trabajo, ente dependiente de la Consejería de Economía y Trabajo, propuso en marzo de este año una sanción de 30.000 euros a Vueling por los códigos de vestimenta y maquillaje de la aerolínea. Todo partió de una denuncia del sindicato STAVLA contra la exigencia del uso de maquillaje y de tacones en las azafatas, mientras que los azafatos de cabina no tenían que cumplir esos requisitos.
La compañía optó por eliminar esta distinción de género del código de vestimenta y lo reemplazó por un uso de maquillaje «totalmente opcional» y ofreció diversos modelos de calzado, con opciones a partir de los tres centímetros de tacón. Finalmente, no se sancionó a la empresa.
