Sánchez da dos besos a Delcy Rodríguez en su visita durante la cumbre de la UE-Celac
El presidente se muestra efusivo con la dirigente venezolana y añade al apretón de manos este cariñoso gesto
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido, en calidad de presidente rotatorio del Consejo de la Unión Europea, a la dirigente venezolana Delcy Rodríguez durante la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). El español, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha sido el encargado de ejercer como anfitriones, aunque, a diferencia de sus acompañantes, ha preferido añadir un cariñoso saludo en forma de dos besos a la vicepresidenta del régimen de Nicolás Maduro.
El cariñoso saludo entre Rodríguez y Sánchez resulta chocante por la situación de la política, que, debido a los crímenes del Gobierno que representa, no puede pisar el territorio comprendido en el espacio Schengen –el compuesto por los Veintisiete estados miembros de la Unión–.
Además, a manera de provocación el régimen de Maduro decidió a última hora que fuera la vicepresidenta quien acudiera como representante al encuentro a pesar de la sanción. La UE debía decidir si recibirla o detenerla, optando, para evitar una crisis, por la primera alternativa.
Las sanciones comunitarias se impusieron por las repetidas violaciones de los Derechos Humanos cometidos por el régimen en Venezuela y provocar el exilio de millones de ciudadanos a otros países por la crítica situación en la que se encuentra el país, en especial en lo que a libertades políticas se refiere.
Mientras que von der Leyen y Michel han recibido a la venezolana con un sencillo apretón de manos, Sánchez ha evitado esta fórmula para mostrarse más cercano añadiendo dos besos. En su comparecencia, la política ha exigido que los Veintisiete levanten «el bloqueo criminal» las sanciones que siguen pesando sobre su país a causa de las irregularidades en los procesos electorales. El propio Josep Borrell, alto representante de Política Exterior, ya zanjó que estas seguirán en pie hasta la «normalización democrática» en el país y se produzcan «elecciones libres, transparentes e inclusivas».
«Venezuela aspira a caminos de paz para todos los países del mundo, a cooperación genuina, verdadera, que sea fructífera, para los pueblos que están en las calles y que esperan algo de sus gobernante», ha señalado la ‘número dos’ del chavismo. Rodríguez ha dicho que trae a Bruselas «un mensaje de paz, de armonía, de cooperación» del presidente Maduro.
Entre las sanciones que pesan sobre Rodríguez se encuentra el mencionado veto a circular por el espacio Schengen. Sin embargo, el actual Gobierno tiene en su haber el conocido como el caso ‘Delcygate’, por el que la dirigente venezolana se paseó por el aeropuerto de Madrid-Barajas tras reunirse con el entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos (algo reconocido y confirmado por el Tribunal Supremo, que determinó que «la estancia en el aeropuerto de Delcy Rodríguez implicó una vulneración de la expresa prohibición de permitir su entrada en el territorio de la Unión Europea está fuera de cualquier duda»). La venezolana pasó 20 horas en territorio español, aunque lo hiciera en una zona de tránsito, violando la sanción de la UE.