Iván Espinosa de los Monteros deja la política por su alejamiento con la cúpula de Vox
El portavoz volverá a la empresa privada tras distanciarse de Santiago Abascal y su núcleo duro
Uno de los rostros más visibles de Vox abandona la primera línea. Iván Espinosa de los Monteros pone fin a su etapa en política y, según confirman fuentes de la formación a THE OBJECTIVE, volverá a la empresa privada. Esta decisión vendría empujada no tanto por los resultados obtenidos por el partido que preside Santiago Abascal el pasado 23 de julio sino, sobre todo, por la distancia ideológica y personal con la última cúpula designada por el líder vasco.
El que fuera portavoz en el Congreso de los Diputados tras la marcha de Macarena Olona se había distanciado de los prebostes de la formación, lo que ya se evidenció durante la última campaña electoral, en la que no se prodigó en tantos actos como acostumbraba. Tal era el enfriamiento que, incluso, llevaría varios meses sin conversar con Santiago Abascal, más allá de un par de mensajes de texto.
El dirigente liberal ha comunicado su decisión en la sala de prensa del Congreso de los Diputados, aunque la ha achacado a motivos personales: «Mis padres ya no son tan jóvenes, mis hijos no son tan mayores, y aunque están todos bien, he pasado suficientes noches de hospital con ellos para reflexionar del momento en que me encuentro». El partido aún no ha confirmado quién recogerá su acta, aunque todo apunta a que será el médico Juan Luis Steegman, siguiente en la lista por Madrid.
La salida de Espinosa es un golpe para el Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso, que perdió 19 diputados el 23-J con respecto a la pasada legislatura, y se produce 48 horas después de que Santiago Abascal anunciase su apoyo a una eventual investidura de Alberto Núñez Feijóo sin la contrapartida de entrar en el Gobierno. Se marcha también con casi todos los acuerdos autonómicos entre PP y Vox cerrados, salvo el de Murcia, pero sin apenas protagonismo en el sello de los mismos.
¿Deriva iliberal?
El protagonismo de Iván Espinosa de los Monteros, uno de los miembros primigenios del partido, ha ido mermando en beneficio de Jorge Buxadé. El vicepresidente de Acción Política, el secretario general, Ignacio Garriga, y el asesor Kiko Méndez-Monasterio llevan las riendas de un partido que se ha alejado del liberalismo para afianzar su giro obrerista y asemejarse al fenómeno de Marine Le Pen.
Este, por lo pronto, ha supuesto que el nicho de votantes se agrande entre el 20% más pobre de la población, que sufre más los avatares de la inmigración, pero a costa de estrecharse en otros ámbitos -clases medias y altas-. En la nueva cúpula de Vox están convencidos de que la tesitura en España será en unos años similar a la actual en Francia, y que entonces recabarán más apoyos.
La renuncia del portavoz en el Congreso -el segundo en abdicar tras Olona- agranda el poder de Buxadé frente al ala más liberal de Vox, capitaneada por el propio Iván Espinosa de los Monteros, pero que ha sufrido también la pérdida de Víctor Sánchez del Real, Rubén Manso u Onofre Miralles en el Hemiciclo.
Comunicado
Espinosa de los Monteros, antes de comparecer en el Congreso, ha lanzado un comunicado confirmando la noticia: «Hoy a mediodía voy a anunciar mi renuncia al acta de diputado, por razones personales y familiares. Ha sido el mayor honor de mi vida profesional servir desde el Congreso de los Diputados, y me siento profundamente agradecido a la vida por esa oportunidad que me ha brindado».
«Estoy especialmente orgulloso de haber servido junto a Santiago Abascal desde los comienzos de este partido, y muy agradecido a todas las personas con las que he colaborado en estos años; en especial, a los 52 de Vox. La vida se compone de etapas, y ahora empiezo una nueva, con un enorme optimismo acerca del futuro de España, incluso en momentos como este. Tenemos una gran nación, a la que espero seguir sirviendo siempre, esté donde esté», abunda el comunicado.
«Entre tanto, permanezco en Vox con naturalidad como afiliado de base. Quiero dar las GRACIAS por todo el apoyo en este tiempo, y desear a Vox, y a su nuevo grupo parlamentario, todo el éxito del mundo de cara al futuro. España necesita mucho a Vox. No me despido porque sigo aquí para lo que haga falta», zanja.