La guerra de Podemos contra Díaz se traslada a la tele de Iglesias: «No quieren neutrales»
Las miradas están puestas sobre uno de los fundadores del canal, que ha denunciado campañas en redes contra él
La guerra que estalló la semana pasada entre Podemos y el grupo parlamentario de Sumar se ha trasladado rápidamente al canal de televisión que dirige Pablo Iglesias, el Canal Red. El canal de televisión de Iglesias ejerce desde hace tiempo de principal megáfono de la formación morada, y el martes 5 de diciembre adelantó la exclusiva de la ruptura parlamentaria de Podemos. Casi todos los referentes del espacio televisivo de Iglesias comulgan claramente con la línea editorial filomorada, pero en Podemos aseguran que todo tipo de equidistancia estará vetada a partir de este momento. «Van a la guerra con Sumar y no quieren neutrales», comentan desde el espacio morado.
El caso más comentado en el partido es el de Sergio Gregori. El fundador del canal Furor TV emprendió con Iglesias el proyecto del Canal Red desde su nacimiento. Se encargó de la presentación del programa matinal de Canal Red, que en un primer momento aspiraba a competir con otros formatos tradicionales, entre ellos el programa Al Rojo Vivo de Antonio García Ferreras en La Sexta. Con el tiempo, sin embargo, y a medida que Podemos se iba alejando de Sumar y Yolanda Díaz, la dirección del canal de Iglesias decidió alternar a los presentadores del programa El Tablero. Ya entonces muchos en Podemos consideraban que se trataba de un aviso a navegantes por los comentarios de Gregori en favor del diálogo entre las dos formaciones.
Ahora, el propio Gregori lleva días denunciando en Internet una «campaña de descrédito», o «boicot», en las redes sociales por las mismas razones que en su momento le costaron ser un indiscutible del Canal Red. Fuentes de Podemos creen que Gregori está denunciando una campaña de acoso, que achacan a sectores de la guerrilla digital del partido morado. «No quieren neutrales, van a la guerra con Sumar», repiten en la formación morada, donde también apuntan a la posibilidad de que también en el canal de televisión de Iglesias se pueden ejecutar purgas contra todos aquellos acusados de no respaldar sin fisuras a la dirección estatal del partido morado. El propio Gregori habla de que «han escrito a mi empresa pidiendo que me despidan».
Críticas internas
El papel del Canal Red en los equilibrios internos de Podemos ha sido, por otro lado, duramente criticado por algunos de los altos cargos que han dejado el partido en los últimos días. Roberto Sotomayor y su número dos, Carolina Alonso, centraron parte de su crítica a la falta de pluralismo interna en el partido y al hecho de que los dirigentes se enteraron de la ruptura de Sumar por el diario digital vinculado al canal de televisión.
Alonso lo denunció el mismo día en que Podemos rompió con Sumar, tras una intervención en el Congreso del portavoz Javier Sánchez Serna y una presunta votación celebrada en un secretariado político, órgano convocado ad hoc para lanzar la ofensiva contra Sumar. Ni información interna a los dirigentes, ni votación entre militantes. Así lo reprochó Sotomayor: «Es incomprensible que los miembros de un órgano de dirección se enteren antes por Canal Red de esta noticia y que no hayan sido consultados los inscritos previamente con una pregunta clara. Y es precisamente aquí donde mantengo la diferencia política más importante: la renuncia al Frente Amplio y la doble militancia».
Podemos experimenta una situación de incertidumbre. Y eso obliga a la dirección estatal a cerrar filas, dentro y fuera el partido. Es decir, entre sus dirigentes y en el único canal de televisión (aunque sea por Internet) claramente involucrado en la estrategia política de los morados.
Guerrilla digital
El pasado martes, Alonso también arremetió contra uno de los periodistas del Canal Red, y le acusó de «criticar por la espalda» a aquellos que manifestaban posiciones críticas. Después borró el mensaje. Aun con tonos diferentes, también Juan Carlos Monedero ha avisado recientemente del peligro de que el partido morado se convierta en una «secta». Monedero también se vio obligado a defenderse en las redes sociales ante el ataque de presuntos simpatizantes de Podemos que le piden mojarse por la formación que cofundó en 2014.
La sospecha que tienen muchos exaltos cargos de Podemos es que la formación ha vuelto a emplear a su guerrilla digital para intentar condicionar el debate público, al menos en las redes sociales. Podemos busca hacer ruido y tener visibilidad. De ahí que no se permitirán versos sueltos en la formación, en el Congreso y tampoco en el canal de televisión afín.
El aviso a navegantes circula entre varias fuentes de Podemos consultadas, que apuntan a que una de las ventajas de un cierre de filas es que ahora se puede hacer limpieza con más facilidad. Las bases de Podemos están siendo movilizadas para argumentar que existe un ataque que amenaza la supervivencia del partido y su proyecto político, y que en nombre de esa resistencia no caben medias tintas, equidistantes o neutrales.