Denuncian un fraude con fondos europeos por falta de control del ministerio de Yolanda Díaz
La adjudicataria de 2,8 millones niega impagos, solo «algún problema de liquidez» en una empresa subcontratada
La denuncia pública, recogida por THE OBJECTIVE, de un grupo de 15 trabajadores contratados por la Fundación Social Desarrollo Responsable (Munus) y Pánico Escénico S.L., ha terminado por concretarse en una denuncia formal el pasado mes de noviembre ante el Ministerio de Trabajo, a la que ha tenido acceso este periódico. A la fundación y la empresa le fueron concedidas dos subvenciones de fondos europeos por importes de 1.599.998,40 euros y otra de 1.199..998, 80 euros. Las ayudas llegaron por medio del SEPE (Servicio Público de Empleo) a cargo del Ministerio de Trabajo y Economía Social para la realización del programa TándEM. El afectado, en conversación con este periódico, alerta sobre la falta de control del departamento ministerial que dirige Yolanda Díaz sobre la gestión del dinero y la ejecución del proyecto. «Paralizaron durante dos meses el dinero de la primera fase para ver qué pasaba con el dinero, qué voló. Investigaron y dijeron que todo bien», insiste.
Este programa TándEM se desarrolla a través de dos iniciativas denominadas Espacios Vinculares 1 y 2, desarrollados en Madrid, Zamora y Ciudad Real, que ofrece la posibilidad a 105 jóvenes desempleados de formarse en alternancia con el empleo, en especialidades como Animación Musical y Visual en vivo y directo, Asistente Técnico de Construcción y Montaje de Proyectos Escénicos, Habilidades de Interpretación para la actuación, entre otras especialidades.
El programa implica una primera parte de formación del alumnado durante tres meses y una segunda fase de alternancia con el empleo durante nueve, en la que fueron contratados con un sueldo de unos 900 euros. Uno de los problemas radica en que el pago se ha realizado con retraso en los alumnos y, en el caso de los profesores, se le adeudan cantidades importantes.
Uno de los afectados por las irregularidades ha presentado un escrito en el que detalla todas las actuaciones fraudulentas a la que les obligaba la fundación. Como ya publicó THE OBJECTIVE, una de las preocupaciones de los trabajadores es «la falta de pago de salarios», a pesar de la importante subvención recibida procedentes de los fondos Next Generation. Por ello, el trabajador que ha denunciado el caso, muestra su preocupación porque «lo peor es que esto se está realizando con dinero público, con jóvenes que es su primer trabajo y por ello la empresa se permite por desconocimiento del trabajador todos estos incumplimientos».
Incumplimientos
Estos son todos los incumplimientos que denuncia el trabajador en su escrito ante el departamento que dirige Yolanda Díaz:
Exceso de horas: «Nuestro contrato es de 24 horas semanales de trabajo y 16 horas semanales de formación, habitualmente nos exigen hacer 25 horas semanales pero en ocasiones nos han obligado a realizar horas extra excediendo las horas semanales hasta en 11 horas, reitero obligatorias».
No disfrute de esas horas extraordinarias: «La empresa alega que esas horas están dentro de las 40 horas que estipula el contrato, por ello no podemos disfrutarlas, aunque hayamos realizado a la par de las horas extraordinarias las horas requeridas por la formación, llegando a hacer semanas con 51 horas entre trabajo y formación».
Falsificación de documentos bajo amenaza: «Nos han obligado a corregir y decorar el registro de horas para que parezca que se respeta lo tipificado en el contrato bajo amenaza de no cobrar».
Retrasos de pago de nóminas: «Hemos estado dos meses sin cobrar (agosto y septiembre) cobrando estos dos meses a día 14/10/2023, al pedir la compensación por retraso del pago estipulada en nuestro convenio nos responden que la empresa no es la responsable».
No se respeta la desconexión: «Algunos compañeros han sufrido llamadas de Alberto Herreros (director de la fundación) a horas de madrugada (03:00) fuera del horario estipulado».
No se respetan los descansos: «Por convenio debemos tener al menos 12 horas de descanso entre jornada laboral, la cual en ocasiones no se ha respetado. Además de no respetar en ocasiones los dos días de descanso en la semana, llegando a trabajar de continuo siete días y descansar uno».
Obligación de computar días festivos como vacaciones: «En el periodo de vacaciones, los días festivos los computan como de vacaciones, aunque no hayas solicitado ese o esos días».
Imposición de vacaciones: «La empresa solicita que antes del 30/11/2023 elijamos la totalidad de las vacaciones correspondientes al año 2023 avisando a día 13/11/2023. Avisando de que pueden denegarlas ya que tienen la última palabra para el disfrute de ese tiempo».
Obligación de conducción: «Han obligado a compañeros a conducir (fuera de su horario laboral y responsabilidades) para transportar al resto de trabajadores, en su propio vehículo».
No adjuntar horarios y calendarios laborales: «Pese a solicitarlo y tener la obligatoriedad de ello, no solemos tener el horario laboral. En ocasiones, lo tienen el domingo antes de comenzar la semana a las 23:00. Con el problema de las vacaciones al solicitar el calendario laboral no se nos entrega».
Obligación a realizar tareas no pertenecientes a nuestro grupo profesional: «Cargar pesos pesados, manipular cableado, todo esto sin estar en nuestras labores y por ello no estando asegurados por esos accidentes».
No hacer la prevención de riesgos laborales ni ofrecer la opción de hacer el reconocimiento médico.
La Fundación Desarrollo Social es una entidad sin ánimo de lucro que tiene por finalidad «la sensibilización social en el respeto hacia los colectivos vulnerables, marginados y/o en riesgo de exclusión por motivos de edad, discapacidad, raza, religión, género, sexo o factores socioeconómicos, empoderando a estos colectivos y favoreciendo su inclusión social«.
La Fundación Desarrollo Social niega las acusaciones de impagos, según han asegurado a THE OBJECTIVE, pero reconoce «problemas de liquidez» de una empresa contratada como proveedor. Así, el presidente de la Fundación, Alberto Herreros, califica de falsas las afirmaciones de los trabajadores, en un comunicado remitido a este periódico, ya que «la Fundación no debe a día de hoy ninguna cantidad a ninguna persona física ni jurídica. En este sentido adjuntamos certificados de estar al corriente de pagos en Seguridad Social y Hacienda de ayer mismo. La Fundación no es una empresa sino una entidad sin ánimo de lucro, cuyo nombre es Fundación Desarrollo Social Responsable (marca Munus) que ha recibido unos fondos europeos para llevar a cabo una intervención con jóvenes menores de 29 años formándolos y contratándolos para llevar a cabo una trayectoria profesional en diferentes disciplinas durante 9 meses, nominas en este caso que asume la Fundación precisamente con esos fondos europeos».
Herreros considera que «todo está perfectamente acreditado, con contratos laborales, con intervenciones de todo tipo desde el punto de vista legal. La empresa a la que se refieren también en su artículo fue una empresa que se subcontrató como proveedor de la formación desde finales de abril hasta 20 julio como otras que impartieron formación en la primera fase, y otras que
actualmente también están subcontratadas. Nos consta que tuvo problemas de liquidez para afrontar ciertos pagos pero que parece están resueltos y están pagando los débitos oportunos».