Adrián Vázquez: «La reputación de Sánchez en Europa está seriamente dañada»
Conversamos con el eurodiputado de Ciudadanos, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara
El eurodiputado analiza la -en su opinión- delicada situación a la que ha llevado Pedro Sánchez a España. Adrián Vázquez (Madrid, 1982) ha dedicado buena parte de esta legislatura en el Parlamento Europa a desenmascarar a los eurodiputados de Junts, empezando por Carles Puigdemont, hasta lograr que el Grupo Liberal expulsase de sus filas a los tres independentistas catalanes, que ahora se sientan en la última fila de la Eurocámara y que, según asegura, no tenían relación con nadie hasta que los socialistas españoles, necesitados de sus siete votos en el Congreso, empezaron a reunirse y hacerse fotos con ellos. Ahora dedica tiempo y esfuerzos a explicar en Europa lo que está haciendo Sánchez y por qué.
PREGUNTA.- ¿Corre el riesgo España de que en 2024 se le puedan congelar los fondos o aplicar algún tipo de sanción en base al supuesto peligro que supone para el Estado de derecho la futura ley de amnistía, tal como señalaron algunos eurodiputados en la Eurocámara?
RESPUESTA.- Este año 2024 sí podemos llegar a esa situación. Pero antes se tienen que dar muchos elementos que todavía no se han dado. Lo que está haciendo ahora la Comisión es pedir información sobre un proyecto de ley que no ha sido enmendado, ni tramitado, pero que ya ha generado un choque institucional, sin precedentes en la historia de nuestra democracia, entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, pero que va a ir a más. Vamos a ver hasta dónde llegan. Pero antes de que nos congelen los fondos tendría que haber un procedimiento de infracción. Es decir, que tanto el Parlamento Europeo como la Comisión Europea llevase ante el Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo una ley que contravenga los Tratados Europeos, el Estado de derecho, delitos de corrupción, de terrorismo. Y tendríamos que ver si hay una sentencia condenatoria para que España cambiase dicha ley. En ese caso y de no cambiar lo aprobado, ya sí se podría activar el mecanismo de condicionalidad y, por lo tanto, congelar fondos…pongámonos dentro de ocho o diez, incluso 12 meses.
«Europa puede poner muchas piedras en el camino a Sánchez»
P.- ¿Qué sentiría usted, como eurodiputado español y como presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, teniendo que iniciar un procedimiento de sanción contra España y solicitar la congelación de los Fondos Europeos?
R.- Muy buena pregunta… Yo llevo nueve años en el Parlamento. Hice mucho trabajo para explicar a los liberales lo que era Junts, que con Artur Mas habían sido miembros 20 años del Grupo Liberal… Lo hicimos bien, porque les acabamos expulsando por ir en contra de los valores europeos y por corruptos. Se les acabó expulsando del Grupo Liberal. Es un trabajo que hicimos unos pocos, con mucho viaje, mucha explicación y mucha pedagogía. Y siempre defendíamos que España es un Estado de derecho, una democracia plena. Tenemos una Constitución absolutamente vigente, una sociedad que con sus complicaciones avanza, que somos europeos. Y ahora tener que hablar mal de tu país, porque tu Gobierno está obrando así… ¡Me llevan los demonios y a veces hasta me entristece! Con el caso de Polonia, he firmado cinco disputas en cuatro años como presidente de Justicia del Parlamento, para remitir al Tribunal de Luxemburgo por incumplimiento de los Tratados, por parte del Gobierno polaco. Y eso ha acabado en congelación de fondos. Lo que más me podría doler es tener que levantar una disputa y firmarla contra España. Pero es que si en abril vemos una ley que se aplica y contraviene los Tratados, hay que levantar una disputa a España. No queda otra, porque al final va a ser una de nuestras líneas de defensa.
P.- Tendrán entonces que explicar a los españoles que el cierre del grifo de los fondos europeos es por su bien… a largo plazo.
R.- Pero también hay que explicar a la gente que con esto tú no cambias el Gobierno. El Gobierno se cambia las urnas. Europa no va a venir a cambiar un gobierno, pero Europa puede poner muchas piedras en el camino al señor Sánchez. Ahora el objetivo de los demócratas que creemos en las instituciones es, con el respeto debido, institucionalmente y de manera democrática, intentar descarrilar esta barbaridad. Porque todavía no es una realidad, pero puede serlo en tres meses. Si no lo conseguimos descarrilar, por desgracia, habrá que pasar ya a la acción, no sólo a la de la denuncia, sino a las acciones concretas, como el procedimiento de sanción. Y ojalá no lleguemos a la congelación de fondos.
«Estamos entre los tres países con mayor peligro en la separación de poderes»
P.- Al margen de la amnistía, España ya ha modificado delitos de malversación o sedición en nuestro Código Penal. ¿Eso es motivo para que la UE y los Tribunales Europeos nos sancionen?
R.- El delito de sedición no, porque no existe la misma tipificación en todos los Estados miembros. Existe en algunos, pero el delito de corrupción sí, porque ya es una ley europea. Hay una directiva sobre delitos de corrupción que se aprobó hace cinco años, que significa que eso ya es legislación europea y no se puede tocar. Cuando este Gobierno redujo las condenas por malversación, para favorecer a sus socios, a sus secuaces, lo incluimos en el informe del Estado de derecho, que se publica todos los meses de junio y analiza la salud del Estado de derecho en cada Estado miembro. España ya está en segunda división desde hace años. Lo que estamos viendo nos va a poner en tercera y ya estamos entre los tres países con mayor peligro en el respeto a la separación de poderes.
P.- ¿El principal responsable de ello es Pedro Sánchez, como reprocha el PP, o tal como dice el PSOE, es que la oposición está deseando que le enmienden la plana a pesar de que sea malo para España?
R.- Eso es como decir: «No me deja más opción que pegarte un bofetón»… El que pega es el que pega. Pedro Sánchez es el que lo está haciendo. Además, el problema es por qué lo está haciendo: no hay ningún tipo de motivación, de unidad, de armonía, de conseguir algo para el país, para unir a un país que está dividido… Lo está haciendo por interés personal. Está consiguiendo trasladar el gran problema social que hubo en Cataluña al resto de España. Como él mismo ha dicho, está construyendo un muro entre dos Españas y se está cargando la convivencia y el marco constitucional del 78. El principal culpable se llama Sánchez. Lo hace a sabiendas, sin mirar las consecuencias de sus actos y ya ha reventado cualquier tipo de costura, ética o moral, en sus decisiones políticas.
«Sánchez incendió un parlamento de consenso en su discurso de Estrasburgo»
P.- Lo que alega Pedro Sánchez -lo ha dicho en España y también en Europa, en su rifirrafe con Manfred Weber- es que su objetivo es frenar a la ultraderecha, algo que suele tener mucho impacto en la UE. ¿Cree que será lo suficientemente convincente para las instituciones europeas?
R.-No, porque en Europa da miedo la ultraderecha, pero su crecimiento es cosa de Sánchez. No nos hagamos trampas al solitario. El mejor aliado de Pedro Sánchez es Vox, el mejor aliado de Vox es Pedro Sánchez. Lo que hizo el otro día señor Sánchez en Estrasburgo, utilizando el tema de la extrema derecha, fue incendiar un parlamento de consenso. No parece entender que el Gobierno europeo, la Comisión y la mayoría parlamentaria que gobierna en Europa es una coalición entre populares, liberales y socialistas. Es decir, él fue al Parlamento Europeo a ir en contra y a inflamar una coalición de gobierno que tenemos que repetir en junio, porque si no se repite esta coalición, van a gobernar los extremos. Yo no quiero que pase en Europa, como pasa en España, que hay un Gobierno de los socialistas con la extrema izquierda y los independentistas, que son antieuropeos. Y tampoco quiero que haya un Gobierno del PP y la extrema derecha. Lo que quiero es que haya un gobierno centrado en que los dos grandes partidos se pongan de acuerdo, con la connivencia de los liberales, que estamos en el centro. Y el señor Sánchez cerró las puertas a su posible salida europea. Su reputación, después de aquel debate de Estrasburgo, está realmente dañada.
«El señor Sánchez es un hooligan»
P.- Se ha llegado a publicar la posibilidad de que Sánchez fuera elegido presidente del Consejo Europeo. ¿Esa opción para Pedro Sánchez se ha dinamitado?
R.- No se puede decir nunca «de este agua no beberé», pero creo que está muy dañada. De hecho, el líder de los liberales, también ha puesto ya públicamente dudas de que Pedro Sánchez esté ya capacitado para ningún tipo de puesto en el que tú tienes que formar consensos. El señor Sánchez es un hooligan ahora mismo. Allá donde va, va con cinco litros de gasolina y le prende fuego. Y lo que lo que hizo en Estrasburgo ha tenido un impacto tremendo. Yo lo vi y mis compañeros de filas, que tenían dudas sobre lo que está haciendo Sánchez y lo que está pasando con el Estado de derecho, confirmaron todas sus sospechas. Tengo compañeros checos, holandeses, italianos, que en medio de la intervención de Sánchez empezaron a abuchearle, diputados que no tenían ningún tipo de sospecha: de centro, liberales, de partidos con mucha historia, formando y siendo parte de gobiernos en la mitad de Europa.
P.- Entonces, ¿cree que el PPE y Liberales europeos vetarían a Sánchez en caso de que alguien lo propusiese para ocupar un cargo en las instituciones europeas?
R.- Una vez que terminen las elecciones europeas, se verá la conformación de fuerzas. Tenemos junio para formar una mayoría parlamentaria que pueda favorecer a un Gobierno de la Comisión, ya en octubre. Y luego vendría la presidencia del Consejo, que se elegiría en diciembre. Pero los puestos básicamente se reparten en junio-julio de este año. Y lo que estoy viendo con este Gobierno, este choque que está teniendo con la oposición, los choques que está teniendo con la Comisión Europea (ese intercambio epistolar del señor Bolaños con la Comisión y sus reuniones). Antes de mayo, se va escenificar de manera mucho más clara el choque brutal entre el Poder Judicial, el Ejecutivo y la Comisión. Hay que ver la respuesta de las preguntas que ya le ha entregado el Gobierno Sánchez sobre esta «ley de la impunidad». Y si sale aprobada en abril, yo le anuncio que en abril el Parlamento Europeo volverá a debatir el Estado de derecho en España.
«Tras las elecciones europeas la mayoría va a querer seguir apretando al Gobierno de Sánchez»
P.- ¿Y después de ese hipotético debate de abril? Porque en junio hay elecciones y cambia la composición del Parlamento y de las instituciones europeas en general… ¿Pueden decaer iniciativas por el camino?
R.- Dependerá de las mayorías parlamentarias. Pero es cierto que, si hay una mayoría y una coalición de gobierno como la actual -en la que el Estado de derecho es un pilar fundamental, lo que hemos hecho con Polonia e Hungría es un ejemplo claro, o con Rumanía y ahora con España-, la mayoría va seguir queriendo apretar al Gobierno del señor Sánchez, para que pare esta deriva antidemocrática que está contraviniendo los Tratados Europeos. Si se repite una coalición de populares, socialistas y liberales, será así; si nos abocamos a un Parlamento que está dividido en bloque de derecha a izquierda, entonces puede pasar cualquier cosa. Y es un escenario que puede suceder. Pero viendo lo que está haciendo el señor Sánchez en Europa, creo que en las elecciones europeas de junio habrá muchos socialistas que se queden en casa, porque no están entendiendo qué sucede.
P.- ¿No se entienden las alianzas que han llevado a poner sobre la mesa una ley de amnistía?
R.- En Europa tampoco hay una atención tan severa. Pensemos que, en Bruselas, cada uno tiene su historia nacional y sus problemas nacionales. Es cierto que, ya desde la deriva independentista y el intento del golpe anticonstitucional de 2017, España ha estado muy presente en todos los debates, pero se ha considerado que lo que estaba pasando era una cosa un poquito tóxica, complicada. Lo que pasó en Cataluña el 1 de octubre de 2017 es un tema nacional que se tiene que solucionar en España, de acuerdo a nuestro marco constitucional y de ahí no hay salida. Cuando sale del marco constitucional, cuando tú empiezas a doblar las leyes y tu capacidad ejecutiva, utilizando el Legislativo e intentando colonizar instituciones varias, y el Judicial, es cuando Europa tiene la responsabilidad de entrar.
P.- ¿Cree que en Europa se entienden los pactos del PSOE con Bildu?
R.-Que haya un partido que viene del mundo del terrorismo, que no reconoce ni lamenta los más de mil asesinatos que hemos tenido en democracia en España, que ahora está en las instituciones y que el PSOE se está dedicando a blanquearlo y normalizarlo sorprende, en Bruselas, dentro de lo que cabe. No es una cosa aceptada, pero digamos que no genera un rechazo tan brutal como el que puede generar, por ejemplo, la extrema derecha. Y esto es el doble rasero que se tiene muchas veces. Si Bildu entrase en un Gobierno y empezase a decir las barbaridades que dice fuera del Gobierno, ahí ya cambiamos de posición, o si Bildu empezase a influenciar un Gobierno en el que señalizara a jueces, policías o políticos, ahí ya sí que es un problema que preocupa a Europa, que es en lo que estamos ahora mismo. Hay que ver hasta dónde llega la deriva del señor Sánchez, hasta dónde está dispuesto a dar. Y a partir de ahí, Europa ya responderá, como ya está haciendo. Desde Cs en el Parlamento Europeo, tenemos a la Comisión absolutamente informada y metemos la presión necesaria para que se paren las acciones que tengan parar.
«La amnistía contraviene de manera directa los Tratados y el respeto al Estado de derecho»
P.- Con respecto a la amnistía, no sería extraño que la UE respondiese que se trata de un tema interno, de España, que suele ser respuesta habitual. ¿Con qué argumentos piensan convencerles de que no es así?
R.- No es un tema español, es un tema europeo, porque contraviene de manera directa los Tratados y el artículo dos, que es el respeto al Estado de Derecho y la independencia de los jueces. Es juzgar y ejecutar lo juzgado. Eso es una línea roja, es decir, es la base fundamental sobre la que se construye el Proyecto Europeo. La ley de amnistía no es una ley de amnistía, es una ley de impunidad. Es una ley redactada por los que se van a beneficiar de ellos para perdonar a gente que, entre otras cosas, ha robado dinero público. Eso es la ley de amnistía y no hay una motivación social o de unidad, que es para lo que suele ser una ley de amnistía como la nuestra. Es una ley para dar impunidad y generar una especie de casta intocable. Pueden hacer lo que les dé la gana a cambio de siete votos. Y esto lo sabemos todos, lo sabe toda Europa.
El tema es hasta dónde están dispuestos a llegar al aplicar esta ley. Lo que están haciendo la sociedad civil, el Poder Judicial, las asociaciones, los partidos políticos de la oposición, es denunciar esto cuanto antes para que no pase como en Polonia, que fue el primer país que empezó una deriva autoritaria en el control judicial. Mis compañeros polacos en el año 2016 -2017, nos decían: «¡Ojo, como venga este Gobierno!»… Cuando ganaron, empezaron a colonizar el Poder Judicial nos arrepentimos de haber empezado tarde a contrarrestarlo. Y ahí empezaron la serie de debates, resoluciones, intervenciones de la comisión, avisos como los que estamos viendo en Polonia. Pero en España lo estamos haciendo antes de que esa ley siquiera está aprobada. Es decir, estamos empezando a tiempo. Es la cuarta vez que pasa en la historia que a un gobierno nacional se llame a su ministro de Justicia y se le pida explicaciones sobre una ley con respecto a su encaje en el Estado de derecho. Sólo ha pasado cuatro veces en la soberanía europea.
P.- Con el calendario en la mano, podría ocurrir que, justo después de aprobarse la Ley de amnistía se celebren las elecciones europeas y se produzca un cierto parón en esas tareas…
R.- No, porque la Comisión está en funciones, aunque las decisiones políticas van a ser más complejas. Por tanto, nuestra responsabilidad, como partidos de oposición, tanto el PP como Cs, en nuestros grupos políticos, tenemos que seguir ejerciendo toda la influencia posible en la Comisión. Yo estuve hace poco con el comisario Justicia, Didier Reynders, muchas horas reunido, hablando de este tema y otros tantos que me competen como presidente de Justicia. Pero nuestra labor ahora, al igual que a las asociaciones de jueces, los medios de comunicación, es parar esto. Luego, cuando haya elecciones y se pare unos meses, la Comisión seguirá pidiendo información y así lo tiene que hacer, que nadie se lleve a engaño. Pero es cierto que las decisiones políticas de calado, probablemente de mayo a octubre, van a estar paralizadas.
«Puigdemont tienen mala imagen en el Parlamento Europeo. Se sientan en la última fila, porque nadie los quiere»
P.- En cuanto a Puigdemont, ¿qué imagen podríamos decir que tiene el líder de Junts en la Eurocámara?
R.- Tiene mala imagen. Y nos costó mucho trabajo, porque es cierto que, comunicativamente, ellos siempre ganaron el relato. En 2020, cuando son aceptados de manera fraudulenta como diputados, no tienen grupo político. Se sientan en la última fila del Parlamento, porque nadie los quiere; no tienen peso institucional, no tienen capacidad de influir en las leyes más que sus tres votos de 705 y eran considerados parias. Nadie se reunía con ellos de manera pública. Y de repente, desde julio, la presidente del Grupo de Acciones del Parlamento Europeo, la socialista Iratxe García se hace una foto con él (Puigdemont). Nadie entiende esto, porque, además, son antieuropeos, son euroescépticos, no son progresistas; son gente que contraviene el orden constitucional, que no acepta las sentencias. Acaban de perder la sentencia en Luxemburgo del procedimiento que yo llevé. Han perdido todas las sentencias posibles. Y el señor Sánchez no sólo hace que sea quienes mandan en el Gobierno, porque son ministros sin cartera, sino que se va a reunir con él. El otro día, en el debate, mencionó a Puigdemont y la gente no daba crédito. Imagínese al Grupo Socialista y a los españoles, tres o cuatro años contando a todo el mundo quién era Puigdemont… y ahora resulta que es un interlocutor legítimo… ¡Pero si nadie le quiere ni ver! Es un vodevil todo.
P.- Ya que va a haber elecciones, entiendo que Cs se presentará -esta vez sí- a las elecciones europeas, puesto que dentro del Grupo Liberal han hecho un trabajo y presentarán su balance de todas estas cosas que estamos hablando…
R.- Por desgracia, el trabajo que uno hace en los parlamentos no se logra seguido por resultados electorales. Lo que sí está claro es que el espacio liberal, el que representa a Cs, el respeto a los valores democráticos, el respeto a los Tratados Europeos, el del respeto a las libertades individuales, va a estar presente en las elecciones europeas.
P.- Y el espíritu de Ciudadanos para esa campaña ¿será como antaño, la posibilidad de decantar gobiernos, decantar programas?
R.- A nivel europeo es más difícil de explicar, porque es menos tangible para la gente una coalición de gobierno. La gente no sabe que allí gobernamos socialistas, populares y liberales. Tampoco parece saberlo Pedro Sánchez, que el otro día se arrogaba todo lo que había conseguido la presidencia española. Lo ha conseguido gracias a la mayoría del PP, de liberales como nosotros… Los socialistas no tienen mayoría. Es muy complicado ir a unas elecciones de ese tipo. Pero creo que las elecciones europeas van a ser de los partidos que defendemos la Constitución y Europa por encima de todo, el Estado de Derecho contra quien se lo está intentando cargar. Y aquí también dejo fuera los extremos, por ejemplo, Vox es un partido que lo único que hace es entorpecer todas las labores que se han venido a hacer en Europa, porque lo único que quieren son titulares: decir la barbaridad más grande. Yo pido a los señores de Vox que nos dejen trabajar y defender nuestro territorio. Que ellos hagan lo que quieran, pero que nos dejen trabajar para no descarrilar esto y que no sean la mejor muleta del señor Sánchez.