THE OBJECTIVE
Política

Esteban González Pons: «Sánchez es un presidente marioneta»

THE OBJECTIVE conversa con el político sobre el debate de investidura y de la etapa que se presenta por delante

Esteban González Pons (Valencia, 1964), vicesecretario de Asuntos Institucionales del Partido Popular, está convencido de que nuestra democracia está en peligro y solo le tranquiliza la actitud vigilante de la Unión Europea, puesto que sin ella correríamos -asegura- un «altísimo riesgo» de que la presidencia de Sánchez tuviera una «deriva chavista». El vicesecretario popular, que acaba de retornar de Bruselas, donde desempeñó durante años su labor como eurodiputado, tiene claro que este Gobierno se decidió en Waterloo y que Pedro Sánchez es una marioneta en manos de Carles Puigdemont. Convencido de que el PP dará toda la batalla política y jurídica que le permita la Ley, Pons insta al mundo judicial a activar su protesta y clamar ante la UE, para que España sea escuchada.

PREGUNTA.- ¿Qué espera de esta legislatura que acaba de empezar con una manifestación y con Pedro Sánchez al frente de una nueva coalición de gobierno?

RESPUESTA.- Hay una teoría jurídica llamada del fruto envenenado, según la cual cuando el árbol está envenenado, las frutas que da también lo están. Esta legislatura viene de un debate de investidura envenenado y es, por lo tanto, una legislatura envenenada. Tardará poco o mucho en morir, pero el veneno de la investidura acabará matando a esta legislatura.

P.- ¿Qué le pareció el debate que ha precedido a la investidura de Pedro Sánchez?

R.- Hemos vivido el debate de investidura más miserable que nadie pudo nunca imaginarse en la historia de la democracia española, porque se ha investido un presidente que, por primera vez desde 1978 no ha llegado con vocación de ser presidente de todos los españoles, sino sólo de una mitad, o mejor dicho, de la mitad menos uno, o mejor dicho aún: presidente, contra la mitad más uno de los españoles. Hasta ahora, todos los presidentes del Gobierno, incluido el propio Sánchez en investiduras anteriores, anunciaron en sus discursos que querían ser presidentes de todos los ciudadanos, le hubieran votado o no. Sánchez, en esta investidura, arrancó diciendo que la mitad más uno de los españoles eran fascistas y que había que construir un muro para separarse de ellos. Y que valía pactar con quien fuera y lo que fuera, con tal de que la derecha nunca gobierne en España. Es la primera vez que hay un presidente del Gobierno que lo es por decisión propia, sólo de una mitad y contra la otra mitad.

P.- Al finalizar el debate, Alberto Núñez Feijóo dijo que salía más preocupado de lo que entró. ¿Qué cree que puede pasar que sea más inquietante de lo que se refleja en los acuerdos?

R.- Es que en el propio debate vivimos una escena que nos mostró a todos bien a las claras hasta qué punto esta Presidencia del Gobierno está castrada. En pleno debate, el grupo Junts dijo públicamente que no le gustaba el discurso de Sánchez. Se suspendió el debate. Sánchez lo corrigió, escribió el que le gustaba a Junts y pudimos continuar. Este va a ser un presidente secuestrado desde el primer día por la voluntad de Junts. La Presidencia del Gobierno está sometida al chantaje de lo que Junts y ERC quieren que haga. Es más que nunca un presidente marioneta.

«Sin la UE, el riesgo de que la presidencia de Sánchez tuviera una deriva chavista sería altísimo»

P.- Hay muchas personas que miran a Europa con la esperanza que pueda solucionar el gran debate jurídico que hay en España entorno a la ley de Amnistía. ¿Confía usted en que eso sea así?

R.- Europa es nuestra garantía. Si no fuera porque somos miembros de la UE, porque tenemos firmado el Tratado de la Unión Europea y pertenecemos al euro, el riesgo de que esta presidencia de Sánchez tuviera una deriva chavista, sería altísimo. A esta presidencia de Sánchez la frena, para no acabar convirtiendo a España en una democracia chavista, el que pertenecemos a la UE. La UE es nuestra garantía. Y estoy convencido de que sabrá jugar un papel de árbitro, que le corresponde y que salvará el Estado de Derecho y la división de poderes en España.

P.- La semana próxima hay un debate en el Parlamento Europeo, en el que se ha pedido que se abra el debate sobre la amnistía en España y hay una enmienda que incluye la prohibición de amnistiar por delitos de corrupción ¿Cómo cree que puede afectar a la situación política actual en España?

R.- Es importante que aclare que los debates en el Parlamento Europeo no son a petición de un grupo parlamentario. Tiene que decidirlo la mayoría absoluta de los grupos con representación en la Cámara. Es decir, no basta con que el PPEuropeo quiera que se produzca un debate. Han de aceptar la mayoría absoluta de los miembros. Si va a haber un debate es porque lo quiere la mayoría absoluta de los miembros del Parlamento Europeo, lo que quiere decir que la mayoría absoluta cree que en España hay un problema con el Estado de Derecho. En Bruselas o en Estrasburgo, cuando se plantea un debate, se discute hasta la saciedad el título del debate, porque ese título condiciona el propio debate. Esta vez, la mayoría absoluta de los diputados del Parlamento se han puesto de acuerdo en que el debate lleve por título «Amenazas al Estado de Derecho en España, como consecuencia del acuerdo de Legislatura», lo que dice todo acerca de ese debate, que es humillante para España.

«Es paradójico que la presidencia del Gobierno Sánchez se haya decidido en Waterloo»

P.- ¿Qué consecuencias puede arrojar para España ese debate?

R.- Que la primera consecuencia de la investidura de nuevo presidente del Gobierno sea que la UE somete a examen la calidad de nuestra democracia y que democracias más jóvenes que la nuestra, tengan que decidir si se ha deteriorado la democracia en España tanto como para que la UE tenga que tomar cartas en el asunto… Es paradójico que la presidencia del Gobierno de Sánchez se haya decidido en Waterloo. El verdadero debate de investidura va a tener lugar en Estrasburgo. Porque en ese debate de Estrasburgo va a estar presente Carles Puigdemont, el hombre que hace al presidente del Gobierno de España. Y en ese debate va a intervenir y debatir Carles Puigdemont, con el Gobierno de España porque es el que ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea. Por lo tanto, el verdadero debate de la investidura de Pedro Sánchez es el que tendrá lugar en Estrasburgo la semana que viene. No el que ha tenido lugar en el Congreso de Diputados esta semana. Su presidencia ha sido decidida en Waterloo y va a ser avalada en Estrasburgo. Eso quiere decir que este presidente, como he dicho antes, es un presidente secuestrado. Es un presidente que no tiene voluntad propia. Pedro Sánchez, por guapo que sea, es más presidente marioneta de lo que se imagina.

«Hemos vivido el debate de investidura más miserable que nadie pudo nunca imaginarse en la historia de la democracia española»

P.- ¿Qué impresión le causó Vox en el debate y su salida del hemiciclo?

R.- Bueno, cada uno sigue la estrategia parlamentaria que considera más conveniente. Yo creo que a los políticos nos eligen para que hagamos política en las instituciones y no fuera de ellas. Yo nunca me saldría de un debate, por incómodo que me resulte lo que se está diciendo, porque abandonar el Parlamento equivale a pensar que fuera del Parlamento hay más eco. Si estoy en el Parlamento es porque creo en el sistema.

Esteban González Pons durante la entrevista con THE OBJECTIVE
Esteban González Pons durante la entrevista con THE OBJECTIVE. Foto: Víctor Ubiña

P.- De hecho, después de salir del Parlamento, lanzó una amenaza al PP, advirtiéndole que podría romper los gobiernos autonómicos en los que están coaligados con el PP, si ustedes no frenan en el Senado el texto de la proposición de Ley de Amnistía…

R.- Pedro Sánchez es un irresponsable y para poderlo combatirlo, política y democráticamente, hay que ser responsables. La irresponsabilidad no se combate con más que responsabilidad.

P.- ¿Pero les preocupa esa amenaza?

R.- Yo creo que no lo van a hacer, porque primero no va a ser posible combatir en términos jurídicos y políticos la ley de Amnistía más de lo que lo hará el PP. En segundo lugar, porque romper gobiernos que están funcionando, por decisiones políticas no relacionadas con ellos no es lo que los votantes esperan de nosotros.

«Los ministros de Sánchez son peces de colores en su pecera. Se acabará aburriendo de ellos»

P.- El nuevo gobierno de Sánchez trae menos ministerios y caras nuevas…¿Qué opinión le merece y qué espera de ese nuevo equipo?

R.- Los ministros de Sánchez son peces de colores en su pecera. Da lo mismo: los compra y los pone con abundancia porque se le mueren con abundancia. Creo que son de colores y se mueven y hacen gracia los primeros días, pero como de los peces de las peceras, normalmente, los niños acaban aburriéndose. Y Pedro Sánchez también acaba aburriéndose de sus ministros. Será un gobierno con mucho chiste, pero lo que necesita un español no son gobiernos con chiste, sino gobiernos que se tomen en serio el trabajo de gobernar.

P.- ¿Hay que esperar cambios también en el PP, en su organigrama y en los grupos parlamentarios, ahora que arranca la legislatura?

R.-No, no creo que vaya a haber grandes cambios en el PP. Lo que tiene que hacer Alberto Núñez Feijóo es nombrar una nueva dirección en los Grupos Parlamentarios. No lo hemos hecho hasta ahora, porque como ganadores de las elecciones no estábamos dispuestos a asumir de antemano el rol de oposición. Ahora, supongo que el presidente Feijóo hará el diseño de grupos parlamentarios que él crea, en el momento que considere más conveniente. Puede que sí, que haya algún cambio en relación con el Consejo de Dirección de cualquiera de los dos grupos. Pero el equipo que ha ganado las elecciones lo normal es que sea el equipo en el que se pueda seguir confiando.

«Nuestra democracia está en peligro»

P.- Ayer sábado, hubo una manifestación nuevamente multitudinaria en las calles de Madrid, convocada por la sociedad civil. Anteriormente hubo otras multitudinarias, convocadas por el PP ¿Van a seguir convocando o asistiendo a manifestaciones, periódicamente, todas las semanas, o van a reservarse, en función de cada paso que vaya dando este nuevo Gobierno?

R.- Ayer hubo mucha gente en Madrid. Estoy convencido de que conforme se acerque la fecha del aniversario de la Constitución, la gente va a volver a salir a la calle, porque nuestra Constitución está bajo amenaza en todas maneras. Quienes ahora tienen la voz son los jueces, quienes provocaron que la UE reaccionase contra Polonia, fueron los jueces y quienes provocaron que la UE reaccionase contra Hungría también. Los jueces fueron quienes hicieron que la UE dieron aviso a Rumanía, o a Malta. Y ahora, aunque los españoles y las españolas debamos seguir saliendo a la calle a avisar, a pedir ayuda, porque nuestra democracia está en peligro, quienes de verdad van a tener que hablar con Bruselas son los jueces. En los últimos días han advertido sobre el riesgo para nuestro Estado de Derecho la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional, la Sala de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia, las de las Audiencias Provinciales… todas las Asociaciones de los jueces y de Fiscales, los Colegios de Abogados, los colegios de Notarios, los Registradores, los Abogados del Estado. Ese mundo jurídico, ese clamor jurídico, esa advertencia del universo jurídico sobre el riesgo que corre nuestro Estado de derecho, es el que va a tener eco en Bruselas, el que va a ser escuchado en Bruselas. Por lo tanto, la gente va a seguir saliendo a la calle.

P.- ¿En su opinión, el peso de la protesta o de la queja la tiene que llevar a cabo el mundo jurídico?

R.- La verdadera manifestación es la que se está produciendo con los comunicados que salen del mundo judicial. Y aprovechando esto déjeme que le diga que me resulta emocionante ver cómo en todas las manifestaciones y en las calles de Madrid también proliferan las banderas de la UE, como los españoles cuando salen para advertir del riesgo que corre nuestra democracia. No se guían solo por la bandera de España, sino también por la azul de las estrellas de la UE. Me recuerda al Euro Maidan, que en su día se produjo en Ucrania. Me recuerda tantas veces que, en la Europa del Este,  el grito democrático ha sido un grito europeísta. Y me emociona que, en mi patria, en España, cuando clamamos por la democracia, lo hacemos con la bandera del círculo de estrellas.

«Este Gobierno es legítimo jurídicamente, otra cosa es que me parece amoral»

P.- Aseguran los portavoces de Vox que el Gobierno de Sánchez no es un gobierno legítimo ¿Comparte esa opinión?

R.- Jurídicamente este Gobierno es legítimo, otra cosa es que me parece un Gobierno amoral, porque creo que es un gobierno que tiene legitimidad, pero que no es moral.

P.- ¿El comisario Reynders está por la labor de tomar alguna iniciativa sobre este debate de la amnistía en España?

R.-Yo he hablado muchas veces con el comisario de Reynders, porque tengo una buena relación con él y confío plenamente en las decisiones que pueda adoptar. Ni Reynders, ni la vicepresidenta, Vera Jourova, ni la presidenta Ursula von der Leyen y sobre todo el Parlamento Europeo, ninguno de ellos va a dejar que el Estado de Derecho en España sufra la más mínima herida. Cuando se creó el Fondo Next Generation, me correspondió ser uno de los protagonistas en el Parlamento Europeo. Diseñamos un mecanismo que no existía en ningún otro fondo de la Unión Europea, que se llama mecanismo de Estado de Derecho, por el cual si algún país de la Unión Europea contraría las normas del Estado de Derecho se le podría retirar los fondos Next Generation. Esa decisión parte de un grupo de eurodiputados del Parlamento que monitorizan el estado de salud del Estado de Derecho en toda la Unión Europea. Ojo, porque el aviso al Gobierno de España de que se le pueden retirar los fondos Next Generation si sigue en su deriva autoritaria frente al Poder Judicial, no vendrá de Reynders ni de Jourova, sino del grupo de monitorización en el Parlamento Europeo, donde hoy las posiciones del Gobierno de España están en franca minoría.

«Sánchez es un político mentiroso»

P.- ¿Cree que Sánchez ha intentado engañar a la Unión Europea con el proyecto de ley de Amnistía que se remitió esta semana al Comisario?

R.- Sánchez es un político mentiroso. Milagro sería que no quisiera mentirle también a la UE. Si nos miente a todos ¿por qué no va a mentir a Bruselas? Sánchez, en relación con el proyecto de ley de Amnistía, no solo es que ha mentido, es mucho peor: ha sido un cínico, porque cuando la Unión Europea le pidió el proyecto, Bolaños respondió que él no sabía nada del proyecto y, menos de una semana después, Bolaños, no como ministro, sino como diputado, presentó el texto y a continuación pidió ir a ver a Reynders, para enseñarle la proposición que no es completa, es parcial. Es solo la versión socialista. Con ese documento Bolaños quiere convencer a Bruselas. Pero, para empezar, Sánchez miente. Es un político mentiroso y no hay ninguna razón por la cual no fuera a mentir a Bruselas. Al texto que han mandado, le faltan las enmiendas de Junts, de ERC y, probablemente, de Bildu. Por lo tanto, intentan hacer pasar ante Bruselas un trozo de ley como si fuera la ley completa. Quien hace trampas en la política española las hace también en la política europea y es un tramposo en la política nacional. No puede dejar de ser un tramposo cuando se va a Bruselas.

P.- ¿Ha tenido ocasión de hablar con el Comisario Reynders de este asunto, de la futura Ley de Amnistía?

R.- Si la he tenido, no lo puedo contar.

P.- Dice usted que será el Parlamento Europeo quien pare la Ley de Amnistía y no la Comisión ¿Cree que habiendo elecciones europeas en mayo, momento en el que puede estar recién aprobado el texto, o a punto de serlo, puede producirse ese movimiento, con un Parlamento que se renueva, así como sus cargos y buena parte de los representantes de los distintos países y órganos de la UE?

R.- Estamos hablando constantemente del artículo 7 del Tratado, que es el que le correspondería a Reynders aplicar. Pero es que la iniciativa para aplicar el artículo 7 no parte solo de la Comisión, puede partir también del Parlamento. En el caso de Polonia y de Hungría, fue el Parlamento quien tomó la iniciativa, no la Comisión. Y en el Parlamento ya lo hemos visto. Para la semana que viene hay una mayoría absoluta de diputados que está convencida de que el Estado de Derecho en España corre riesgo. Diputados de todos los países de la Unión. Por lo tanto, les digo que no se fijen ustedes solo en Reynders, porque el Parlamento puede activar el artículo 7 igual que la Comisión, y porque el Parlamento cuenta con un mecanismo con el que no cuenta la Comisión, que es el grupo de monitorización de los fondos Next Generation y Estado de Derecho. El Gobierno está fijándose mucho en la Comisión y es verdad que Reynders va a tener mucho que decir, pero es que el Parlamento tiene tanto que decir como la Comisión. Y repito las sanciones por artículo 7, tanto a Polonia como a Hungría, no se iniciaron en la Comisión, se iniciaron en el Parlamento. Presten atención al debate del Parlamento la semana que viene, porque nos va a dar más pistas sobre cómo poder acceder a la UE que lo que pueda decir un Comisario u otro en una rueda de prensa, o lo que puedan decir filtraciones interesadas de funcionarios socialistas.

P.- Parece que va a ser una legislatura movida, pero ¿cree que va a ser larga o breve?

R.-Habrá que preguntárselo a Puigdemont, que es el que manda. Aquí tenemos la marioneta y el que mueve los hilos. Sánchez es una marioneta, guapo, pero marioneta, y Puigdemont la mano que mece la cuna… la cuna se va a mecer hasta que Puigdemont quiera. Se lo dijeron clarísimo a Sánchez en el debate de investidura. Si Junts hubiera querido que, en el debate de investidura, Sánchez saltara, habría saltado. Si hubiera querido que Sánchez bailara, habría bailado. Si la portavoz le hubiera pedido a Sánchez que cantar una ranchera, habría cantado una ranchera. Es que Sánchez va a hacer exactamente lo que Carles Puigdemont decida que haga. La legislatura durará lo que a Puigdemont le interese que la legislatura dure. La situación política española es tan patética que no solo es que Puigdemont ha hecho el presidente, es que decide cuánto dura el presidente.

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