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Sánchez defiende en Davos la colaboración del Estado con las empresas: «Somos aliados»

El presidente cree que el gran reto que tiene por delante la comunidad internacional es la prosperidad de los ciudadanos

Sánchez defiende en Davos la colaboración del Estado con las empresas: «Somos aliados»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Davos. | Reuters

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles a las empresas, en el Foro de Davos, que el Ejecutivo es su aliado, no su rival, y les ha reclamado que actúen con responsabilidad y se impliquen en mejorar la vida de los ciudadanos colaborando con las políticas sociales que está impulsando. En el mismo discurso, les ha pedido que rechacen los «postulados neoliberales» al tiempo que ha incidido en que sus compañías son un producto de la democracia.

«En resumen, ayúdennos a dar a la gente una vida mejor. No nos traguemos los viejos postulados neoliberales que presentan al estado como un ente puramente extractivo que no genera valor o que afirman que la única responsabilidad de las empresas es aumentar los beneficios de sus accionistas», ha añadido Sánchez.

En su intervención ante el plenario del Foro Económico Mundial y en un auditorio lleno de empresarios de numerosos países, entre ellos varios representantes de grandes firmas del Ibex 35, Sánchez ha considerado que uno de los grandes retos que tiene por delante la comunidad internacional es la prosperidad de los ciudadanos.

En ese contexto ha recordado que la ultraderecha está en auge en todo el mundo y que esa «terrible tendencia» no es más que un síntoma de problemas más profundos, entre ellos la erosión de las clases medias y trabajadoras «que sufrieron con las crisis financieras de 2008 y 2012 y que ahora se angustian ante un futuro marcado por la incertidumbre mientras siguen perdiendo poder adquisitivo».

Ha subrayado que debe detenerse esa erosión sin dar la espalda a los valores democráticos, la crisis medioambiental o las necesidades de los países más pobres.

«Debemos ser audaces y definir un nuevo paradigma de prosperidad. Una nueva ortodoxia económica y social que aproveche los conocimientos y las nuevas herramientas de que disponemos para conjugar el crecimiento económico con la sostenibilidad medioambiental y la prosperidad para todos», ha añadido.

Ese es el proyecto que, ha dicho, está impulsando en España, «demostrando que es posible crear riqueza y mejorar al mismo tiempo las condiciones de los trabajadores».

Ha citado en concretó el aumento del salario mínimo un 54%, la ampliación de los derechos laborales, la reducción de la temporalidad, la desigualdad y la pobreza y la creación de más de dos millones de empleos.

Todo ello creciendo por encima de la media de la zona euro y de la OCDE, siendo de los más rápidos de Europa en reducir la inflación y con beneficios récord de las empresas.

Ha explicado asimismo que en España se han bajado los impuestos a las clases medias y trabajadoras y se ha subido a los ricos, se ha reducido el déficit público a la mitad y se han ampliado las ayudas públicas a ciudadanos y empresas.

«Hemos impulsado políticas que nos dijeron que eran imposibles o temerarias. Y, sin embargo, han demostrado ser posibles y beneficiosas», ha asegurado el presidente del Gobierno antes de destacar que España haya alcanzado muchos logros medioambientales.

Pero para seguir teniendo éxito, ha dicho, este nuevo modelo de prosperidad necesitará aumentar la participación del sector privado y que las empresas son esenciales para el crecimiento y el bienestar de un país porque crean empleo, innovación y oportunidades.

Se ha dirigido entonces a los empresarios presentes en Davos para subrayar que sus compañías son un producto de la democracia, de un orden internacional fundamentado en reglas y de estados de bienestar que sostienen a las clases medias.

«Sin estos pilares sus modelos de negocio se derrumbarían como un castillo de naipes», ha advertido a los empresarios antes de hacerles una petición: «Que se impliquen».

Deben hacerlo, ha explicado, ayudando a elevar el poder adquisitivo de los trabajadores, frenando la emergencia climática, reivindicando las normas internacionales, defendiendo la democracia y luchando «contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo».

A su juicio, se ha demostrado que estas ideas son erróneas. «Ustedes lo saben. Saben -ha agregado- que las empresas necesitan a los gobiernos para innovar y crecer. Y que si las empresas no trabajan juntas, si no alinean sus intereses con los de la sociedad en su conjunto, no podremos superar los grandes retos de nuestro tiempo. Y esto repercutirá en sus empresas». Por ello, Sánchez les ha pedido «actuar en consecuencia y con responsabilidad».

«Piensen a largo plazo. No se dejen arrastrar por esos medios de comunicación y partidos políticos radicales que están obsesionados con proyectarnos como rivales sistémicos, que se lucran vendiendo polarización. No caigan en su trampa. Colaboremos. Aprovechemos los grandes retos que he mencionado antes para tender puentes, potenciar sinergias y establecer nuevas formas de colaboración público-privada», ha dicho Sánchez.

A renglón seguido, les ha garantizado que «el Gobierno de España es su aliado» y ha asegurado que el país es un paraíso para las empresas que quieren prosperar a través de la innovación, el talento, la energía limpia y barata, la estabilidad institucional y las infraestructuras de primer nivel, para las que quieren enriquecerse generando valor real y pagando los impuestos que les corresponden.

Para Sánchez se está en los albores de un año crucial ante el que no duda de que los ciudadanos estarán a la altura, pero ha recalcado que es importante que también lo estén los gobiernos y las empresas.

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