Los implicados del 'caso Koldo' sabían que existía una investigación y hablaban en clave
El juez que investiga la trama concluye que los imputados estaban en alerta desde el 28 de noviembre
Ilustración de Alejandra Svriz.
Los implicados del caso Koldo conocían que estaban siendo investigados tres meses antes de su detención. El juez que investiga las presuntas mordidas por los contratos de mascarillas durante la pandemia llega a esa conclusión tras analizar una conversación telefónica que tuvo lugar el 28 de noviembre y en la que participaron Koldo García, antiguo asesor del exministro José Luis Ábalos, y el empresario Juan Carlos Cueto, al que la Fiscalía apunta como el cerebro de la trama. La Guardia Civil intervino sus teléfonos móviles y los de otros imputados, que llegaron a hablar en clave para disuadir a los investigadores.
El propio Koldo recibió el pasado 3 de febrero una advertencia de otro de los implicados en la trama, Rogelio Pujalte, titular de un depósito judicial en Murcia y dueño de una mercantil al que la trama transfirió presuntamente 100.000 euros procedentes de los contratos adjudicados. El empresario avisa al antiguo asesor de Ábalos de que no utilice la aplicación de mensajería instantánea Telegram y este le responde que nunca lo ha hecho y «que no se preocupe, lo sé todo», otro indicio del que sospecha el juez Ismael Moreno.
Koldo sostiene que esa situación es «por culpa del perro», en referencia al empresario Víctor de Aldama, otro investigado al que los investigadores colocan en la cúspide de la trama. El presidente del Zamora CF, considerado el comisionista de la red, se habría beneficiado de hasta 6,5 millones de euros. Rogelio contesta al exasesor de Ábalos que «yo cuando me dicen po de ti pues po lo primero que hago es ponerme en contacto», que parece indicar a su interlocutor que está siendo objeto de investigación.
Koldo y las plusvalías de Aldama
Aldama tuvo que declarar ante la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) después de que esta detectara que Soluciones de Gestión había cometido un presunto fraude de 200.000 euros en el Impuesto de Sociedades. La empresa está investigada tras la adjudicación de nueve contratos con diferentes administraciones gobernadas por los socialistas, dos de ellos con organismos vinculados al Ministerio de Transportes durante la etapa de Ábalos. De esa situación hablaron hace hace un años Koldo y Cueto durante una reunión en el local La Chalana intervenida por la Guardia Civil.
Los investigadores reflejaron en su informe que hablaron de la inspección a Aldama por las plusvalías obtenidas por dos de sus empresas, MTM 180 Capital y Deluxe Fortune, tras intermediar en los contratos de las mascarillas durante la pandemia. Luego se emplazaron el día siguiente en una cafetería de la madrileña calle de Génova para seguir hablando sobre el asunto, aunque la documentación a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE no revela si ese encuentro acabó celebrándose.
El último auto del juez, emitido este miércoles tras la declaración de Cueto en la Audiencia Nacional, revela que este y Aldama continúan teniendo asuntos en común, «algunos de ellos relevantes para los hechos investigados». Ambos empresarios, a los que los investigadores señalan como los cabecillas del caso Koldo, se vieron apenas un mes antes de que la Guardia Civil lanzara una operación en la que detuvo a una veintena de personas.
El encuentro tuvo lugar el pasado 26 de enero y Aldama habría entregado a Cueto algún objeto refiriéndose a él «en un lenguaje convenido como chorizos». El juez considera que resulta llamativo que días después de esta entrega Cueto le contara a Koldo que había estado con Aldama y que le había dado un paquete en persona. El empresario prosigue e informa al que fuese asesor de Ábalos que «las aguas pueden volver a su cauce», de lo que el magistrado infiere que los investigados seguían teniendo asuntos en común de los que tratar.
