Yolanda Díaz niega a sus aliados celebrar primarias para decidir la lista de las europeas
Díaz lidia con el fuego cruzado de sus socios, que piden puestos de salida y resolver la lista cuanto antes
En el medio de la batalla para determinar el orden de la lista electoral de Sumar para las europeas, Yolanda Díaz ha transmitido a sus socios y aliados la intención de no celebrar primarias previas para resolver el orden de la candidatura, tal y como por ejemplo pide Izquierda Unida. La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda ha explicado su negativa a las formaciones que pidieron públicamente esa vía de resolución del conflicto. La negociación, defiende Díaz, debe mantenerse a puertas cerradas. Su estratega de cabecera, el catalán Josep Vendrell, está al mando de la misma. Vendrell fue quien negoció con Podemos las listas para las generales del 23-J, que acabaron con la exclusión de Irene Montero.
Izquierda Unida es el partido que en este momento está pujando más fuerte para obtener puestos de salida en la lista europea. El partido que lideraba Alberto Garzón tiene todavía que elegir a su sustituto en la coordinación federal, y esta situación tensa los equilibrios internos, sostienen las fuentes consultadas. De allí que el actual secretario de organización, Ismael González, que es pareja de la ministra Sira Rego, una de las aspirantes a liderar IU, haya defendido la intención de su partido de proponer primarias para decidir la lista de Sumar, además de exigir un puesto de salida para Manu Pineda, actual eurodiputada de IU.
En las europeas de 2019, Unidas Podemos logró seis escaños en el Parlamento Europeo. Pero ahora, con el Gobierno de Pedro Sánchez bloqueado en su actividad legislativa, la ruptura entre Podemos y Sumar, y la debilidad creciente de Yolanda Díaz, estas perspectivas están siendo revisadas a la baja. Tal y como adelantó THE OBJECTIVE, Sumar lleva ya semanas barajando escenarios electorales con cuatro o incluso tres escaños en las elecciones del 9 de junio. Esto ha activado un efecto dominó entre los socios de Díaz para exigir uno de los puestos más codiciados en la lista, con IU y Compromís entre las formaciones que más están pujando.
Equilibrios y amenazas
Compromís ha anunciado de momento su intención de someter la negociación solo a unas primarias entre sus militantes para refrendar el resultado de la negociación con Díaz (las últimas filtraciones apuntan a que el partido valencianistas habría obtenido el sí de Díaz a ocupar el tercer puesto de la lista). Mientras que IU apuesta por unas primarias generales para toda la lista. Pero a ambos, según fuentes consultadas en Sumar, se le ha entregado el mensaje de que Díaz no quiere primarias previas a la definición de la lista. Como mucho, se hablaría de una votación entre inscritos para validarla. Pero esto también queda en entredicho.
Aquel instrumento de participación ciudadana que el 15-M invocó para la regeneración democrática de España, y que Podemos integró (aunque entre polémicas por los muchos presuntos amaños), queda así relegada al pasado por Díaz. Y es que la ministra de Trabajo y todo su equipo son conscientes de que la única manera para sortear el escollo de las exigencias cruzadas de sus socios es abordar el asunto a puertas cerradas. Entre otras cosas porque lo más importante es convencer a las cúpulas de cada formación, antes de dirigirse a los simpatizantes y militantes para explicar las decisiones.
Como ya publicó este diario, Díaz está intentando equilibrar los poderes entregados en el Gobierno a formaciones como los Comunes y Más Madrid con los cargos europeos. Esto es, por lo menos, lo que pide Compromís, que llegó a amenazar con romper la baraja y sumarse a ERC y Bildu en las europeas si no obtiene al menos el tercer puesto de la lista (Díaz estaría dispuesta a ceder, como adelantó este diario). Más Madrid es tal vez el partido que más premios ha recibido en el reparto ministerial y de cargos parlamentarios. El nombramiento de Íñigo Errejón como portavoz, así como la promesa de más prebendas ministeriales, han permitido que por lo menos el partido de Mónica García y Rita Maestre no esté alimentando la crítica interna. O si lo hace, de momento no se ha trasladado a la opinión pública.
Compromís y el tercer puesto
Los Comunes, por su parte, insisten en exigir el segundo puesto en la lista con Jaume Asens (se da por descontado que la candidata será Estrella Galán, en cuota Sumar), a pesar de que sufre las presiones de IU, que quiere ese puesto para el eurodiputado Manu Pineda. Y todo apunta a que el partido catalán logrará su objetivo.
Los ecologistas, por su parte, ocuparían la sexta posición, pero ya están empezando a manifestar cierto malestar. Recuerdan que son los referentes de los Verdes Europeos en España (uno de los grupos más numerosos de la Eurocámara), y que las conexiones de Díaz con ese segmento ha sido facilitada gracias a su interlocución. Mientras, por lo tanto, Compromís, IU o los Comunes sostienen que aportarán votos a la lista, los verdes creen que garantizan a Sumar influencia a nivel comunitario.
Todavía quedan dos meses para los comicios europeos, pero lo cierto es que los partidos políticos necesitan cerrar sus candidaturas de aquí a los próximos días. Después, hay que preparar la campaña electoral, buscar los avales, empezar a viajar por los territorios y dar a conocer los candidatos. Y, mientras tanto, afrontarán dos comicios en el País Vasco y Cataluña, que se presentan muy arriesgados para Sumar y sus socios. Aunque, al menos de momento, Díaz lo tiene claro: la negociación para la lista europea se debe debatir y redactar en secreto, sin votación popular previa. Para reivindicar el sueño de participación ciudadana de la nueva política quedará tiempo.