Aliança Catalana propone crear áreas en África para formar profesionalmente a los inmigrantes
El partido de Sílvia Orriols plantea obligar a TV3 a cambiar su línea «antifamilia y antinatalidad»
Miembros y simpatizantes de Aliança Catalana | Aliança Catalana
Aliança Catalana, el partido liderado por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, ha hecho público su programa electoral para las elecciones del 12 de mayo. Sus propuestas versan sobre la independencia, la cuestión migratoria, la lengua catalana y la reindustrialización de Cataluña, junto a una política fiscal competitiva y de bajos impuestos, para que la región recupere su potencial económico. Uno de sus puntos más sorprendentes para gestionar la inmigración es el de impulsar «áreas protegidas» en África y Oriente Medio para formar profesionalmente a los inmigrantes que el mercado laboral catalán requiera.
En su apartado sobre Inmigración, integración y asilo, los nacionalistas abogan por crear en estos continentes «zonas seguras» que «puedan acoger y proteger buena parte de los solicitantes de asilo» con el fin de que «se conviertan en ciudades prósperas que puedan acoger, también inmigrantes económicos». En el caso de los que quieran inmigrar a España u otros países de la Unión Europea, proponen crear, junto a las ONG, «áreas protegidas» donde se deberá «impartir formación específica para crear los técnicos que el mercado laboral de los estados interesados pueda necesitar en el futuro».
El sondeo del CIS de este jueves sobre las elecciones catalanas reflejaba que la nueva formación podría irrumpir al Parlamento catalán con hasta dos escaños. Otras encuestas, que manejaba el partido, sugieren que esta entrada en la Cámara catalana podía ser superior, hasta de cuatro escaños. A diferencia del resto de partidos, su discurso se ha mantenido siempre muy crítico con la inmigración y también plantean aplicar la Ley de Extranjería, «deportando a los inmigrantes delincuentes y repatriando los inmigrantes ilegales». «Pondremos fin a la criminalidad y el despilfarro de recursos públicos con el fenómeno de los MENA».
Su discurso duro con la inmigración, y las proyecciones demoscópicas que le dan entrada al Parlament, ha propiciado que ERC, PSC, Comuns y la CUP hayan rubricado este jueves un acuerdo para no alcanzar pactos con ellos -la «extrema derecha catalana»-, tras los comicios de mayo-. Junts se ha negado a firmar dicho acuerdo, aunque su candidato, Carles Puigdemont, dio a entender que no aceptaría los votos de Aliança Catalana para gobernar.
Cambiar la línea «antinatalidad» de TV3
Una derivada de la cuestión migratoria es la de fomentar la natalidad entre las familias con arraigo en el territorio. La propia Orriols, como informó este periódico, cumple con lo que predica y tiene cinco hijos. Como medida para aumentar la demografía y poner en valor la familia nuclear, enuncia la creación de una secretaría de Fomento de la Natalidad y Familia, que sustituya a la actual secretaría de Asuntos Sociales y Familia.
Además, entre las tareas de esta secretaría se encontrará «la redacción de un libro de estilo de obligado cumplimiento para TV3 y Catalunya Ràdio, con instrucciones para dar la vuelta a la actual línea editorial antifamilia y antinatalidad que desincentiva nuestra natalidad».
«Nacionalismo industrial»
Sus planteamientos económicos van en la línea de la derecha intervencionista que hay en otros países vecinos, como en Italia, desde la llegada del gobierno de Giorgia Meloni. Por un lado, proponen bajar impuestos, hacer una auditoría para recortar todo el «gasto superfluo» y afirman que no destinarán presupuesto público en el gasto social. «La Generalitat de Cataluña ha de promover emancipar financieramente a las familias catalanas, proteger su propiedad privada y evitar convertirse en un lastre fiscal por nuestros ciudadanos».
Al mismo tiempo, abogan por la reindustrialización de Cataluña, en el apartado del programa titulado Nacionalismo industrial. «En el ámbito europeo, queremos que la Generalitat y los partidos catalanes hagan valer su voz para apostar por medidas proteccionistas que protejan a las industrias catalanas y europeas del dumping laboral, fiscal, regulador y ecológico que suponen varias economías del tercer mundo».
