Altos cargos de ERC desoyen la orden de Rovira de dimitir para poder cobrar el paro
Personal de confianza de la era de ERC en el Govern, con salarios de hasta 100.000 euros, declinan irse ‘motu proprio’
Pere Aragonès y Marta Rovira. | Europa Press
La dificultad que está teniendo el Gobierno de Salvador Illa para encontrar relevo a los más de 500 altos cargos que tiene contabilizados la Generalitat está ahondado en la división interna de ERC. La dirección interina del partido independentista, capitaneada por Marta Rovira, ha exigido a sus cargos de confianza que dimitan de sus puestos o, en caso contrario, se les retirara el carné de militancia. Pero muchos de ellos, según cuentan fuentes del partido a THE OBJECTIVE, no están dispuestos a renunciar a su salario, que oscila entre los 70.000 y los 100.000 euros anuales, sin tener la garantía de que cobraran la prestación por desempleo. Para ello, necesitan ser destituidos en lugar de irse por iniciativa propia.
El Govern de Illa está efectuando el relevo de cargos de forma paulatina, aunque se está alargando más de lo previsto. Esta situación hace que los cargos de confianza, números dos y asesores de la anterior legislatura bajo el Ejecutivo de Pere Aragonès formen aún parte del organigrama interno de la Generalitat, así como una serie de directores generales de las casi 300 empresas públicas que tiene Cataluña. Algunos de ellos, de forma pública o privada, han solicitado el cese para cumplir con las directrices de ERC y así tener garantizado el paro, pero otros están burlando la orden de Marta Rovira porque no se quieren ir motu proprio.
Sueldos públicos más altos
«Muchos cargos de ERC continúan pensando en la política como carrera laboral. Si se les quita el salario, se quedan sin nada», afirman fuentes conocedoras de la situación. Se trata de sueldos mucho más elevados que los que se perciben, de media, en el sector privado. «El problema es que son demasiados cargos de confianza, eventuales, asesores que nunca han trabajado fuera de la política y que ahora no tienen a dónde ir a trabajar».
Algunos han hecho sus propios cálculos. El PSC se ha comprometido a culminar el relevo en tres semanas, pero no todos creen que pueda cumplir estos plazos. De este modo, consideran que si el nuevo gobierno socialista demora su marcha, ya sea un mes o cinco meses, no solo seguirán percibiendo íntegramente sus salarios en este plazo de tránsito, sino que tendrán la seguridad del paro una vez a fuera, a la intemperie de la política institucional.
THE OBJECTIVE ha consultado la relación de altos cargos, eventuales y directivos de las entidades del sector público. Por ejemplo, el director general de Loterías de Cataluña percibe 90.054,72 euros anuales de remuneración, el director del Memorial Democrático tiene un salario de 91.402,64 euros anuales y el director de la Agencia Catalana de la Vivienda cobra 104.593,58 euros anuales. Los salarios más bajos están en torno a los 70.000 euros anuales.
La guerra Junqueras-Rovira
A esta decisión pecuniaria se le une la guerra que hay entre Oriol Junqueras y Marta Rovira para liderar el partido tras el congreso extraordinario del 30 de noviembre. Según estas fuentes, muchos de los que hacen oídos sordos a la orden de Rovira forman parte del sector «junquerista» y, en consecuencia, no se irán con las manos vacías. Para reforzar sus argumentos alegan que es «su derecho, como trabajadores, poder cobrar el paro» y ven improcedente la exigencia de Rovira.
Junqueras ya demostró en su gira preveraniega por Cataluña que tiene mucha fuerza interna, también de cargos orgánicos, y los de su sector no están dispuestos a recibir órdenes de Rovira, menos aún cuando afecta a su salario. Si bien muchos tampoco quieren continuar en un ejecutivo del PSC, solicitarán su destitución. «A la guerra interna entre roviristas y junqueristas, hay el drama humano de todos estos cargos que viven de los partidos y que nunca han formado parte del sector privado», relata otra fuente conocedora de la situación.
