Albares releva al embajador en Croacia tras escribir un artículo en defensa del Rey

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha decidido relevar de forma imprevista al que fuera su secretario de Estado para la Unión Europea y actual embajador en Croacia, Juan González-Barba, sin que haya cumplido tres años de destino en Zagreb. Un hecho que ha provocado sorpresa entre sus compañeros del ministerio y que fuentes diplomáticas consultadas por THE OBJECTIVE vinculan a un artículo de opinión que el diplomático escribió el pasado 5 de enero en El Confidencial sobre la proyección exterior de la Monarquía parlamentaria y el papel del Rey en las relaciones internacionales.

González-Barba será sustituido en el país balcánico por José Ramón García Hernández, antiguo secretario de Relaciones Internacionales del PP y que entre septiembre de 2020 y julio del pasado año estuvo al frente de la embajada en Noruega, según la web especializada The Diplomat in Spain, que desveló este miércoles que el Gobierno había pedido el plácet a las autoridades croatas y que confía en que el antiguo dirigente popular se incorpore a su nuevo puesto en Zagreb en las próximas semanas. Sin embargo, ninguno de los dos diplomáticos se esperaba la decisión de Albares, subrayan las citadas fuentes.

El todavía embajador en Croacia confiaba en estar al menos un año más en tierras balcánicas, coinciden varios compañeros suyos de Exteriores consultados por este periódico. Su embajada no estaba entre la veintena de destinos en el exterior que Albares sacó a concurso el pasado mes de noviembre en el llamado embabombo. Además, durante la pasada IX Conferencia de Embajadores del 13 y 14 de enero, en el ministerio no se le transmitió nada sobre su inminente relevo. Una decisión que el subsecretario, Xavier Martí, comunicó a González-Barba por teléfono nada más aterrizar en Zagreb y que, a juicio de un diplomático compañero del cesado, supone una «humillación» para el que fuera número tres del departamento.

En la citada conferencia, que reunió en Madrid a los 130 embajadores españoles acreditados en el extranjero, sí que fue comentado entre varios de los participantes el citado artículo sobre el papel de la Monarquía después del choque del ministro con La Zarzuela por la polémica de Notre Dame. La ausencia de representación oficial española en la reapertura del templo parisino llevó a fuentes gubernamentales a subrayar que Albares supo de ello por los medios de comunicación y que Exteriores no podía coordinar ninguna presencia institucional en París sin saber que se habían cursado invitaciones. «Albares está muy cabreado con la Casa Real», se llegó a decir en Moncloa. Un relato que luego fue desmentido por fuentes de la Casa Real.

González-Barba destacó en su artículo de opinión el «relevante» papel del monarca en las relaciones exteriores, sin aludir en ningún momento al ministro. «Los países que tenemos monarquías parlamentarias como forma de Estado contamos con una jefatura de Estado que potencia el alcance e impacto de la presencia en el mundo del país en cuestión. En el caso de España, el rey Felipe VI contribuye de manera destacada a que así sea», sintetizó el embajador en su escrito.

Albares no ha llevado bien que diplomáticos en activo publiquen columnas de opinión sin su consentimiento previo. Le ocurrió con José María Ridao, cuando a mediados de 2023 amenazó con dimitir como máximo representante en la India si la Intervención General de la Administración del Estado eliminaba las ayudas a los salarios más bajos en embajadas. Ese malestar quedó plasmado en un artículo publicado en El País bajo el título Noticias del más allá, que desembocó poco después en que el embajador pidiese al ministro su relevo de Nueva Delhi.

Tampoco fue bien recibido el artículo de Javier Benosa en El Mundo sobre el silencio de Exteriores con la amnistía. El entonces jefe de la Oficina de Gibraltar plasmó en noviembre de 2023 en su texto Amnistía y silencio diplomático la incomodidad de tener que defender en el extranjero la tesis contraria durante años sobre lo que había sido el procés. Tres semanas después fue relevado del puesto en el que apenas llevaba nueve meses. Sin embargo, la columna de González-Barba no entra en polémicas internas del ministerio, de ahí que las citadas fuentes trasladen su malestar por el relevo del embajador, quien en los últimos años ha escrito igualmente algunos artículos para THE OBJECTIVE.

En cuanto a su sustituto, el citado García Hernández, también fue una sorpresa la llamada del subsecretario para ofrecerle la embajada en Croacia. Primero, porque había solicitado Irlanda en el embabombo, de ahí que no estaba entre sus planes. Y segundo, porque desde el equipo de Albares no se le sondeó previamente por este destino balcánico, sino que Martí le emplazó a decidirse de inmediato, dejándole sin margen de maniobra. Una secuencia de hechos que explica, a juicio de las fuentes diplomáticas, la decisión «en caliente» del ministro contra su antiguo número tres.

Este diario preguntó a la Oficina de Información Diplomática (OID) si el relevo del embajador se debe al mencionado artículo en El Confidencial y, en caso contrario, cuáles eran los motivos del mismo sin haber cumplido tres años en Zagreb. Un portavoz oficial replicó que los embajadores los nombra el Consejo de Ministros a propuesta del ministro de Exteriores y que, por tanto, ese cambio en la jefatura de Zagreb aún no se ha producido.

González-Barba fue el primer secretario de Estado para la UE de Albares cuando este último fue elegido ministro de Exteriores en julio de 2021, pero el jefe de la diplomacia prescindió de él a los cinco meses después de que este diario revelase en exclusiva que su número tres le había pedido la salida a una embajada europea por discrepancias entre ambos.