Feijóo agita el PP: exige movilizarse, usar más las redes sociales y modernizar el guion
El partido anuncia la celebración de una reunión interparlamentaria en marzo y un encuentro con alcaldes este sábado

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, este lunes presidiendo la reunión de la Junta. Directiva Nacional. | EP / Eduardo Parra
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, lanzó este lunes un mensaje interno en la Junta Directiva Nacional que ha sido interpretado por las fuentes consultadas como una manera de agitar el partido y exigir que se adapte a los nuevos usos de la política, se esfuerce en transmitir el mensaje en redes sociales y se movilice, según las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE. Feijóo anunció un acto este sábado en Zaragoza con 30 alcaldes de las ciudades de más de 100.000 habitantes en las que gobiernan y una interparlamentaria el próximo mes de marzo.
Después de una semana convulsa por la «trampa» que, a juicio del PP, le quiso tender el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el decreto ómnibus para revalorizar las pensiones que obligó al PP a cambiar su ‘no’ por un ‘sí’; Feijóo dio ayer un «puñetazo en la mesa», según algunos de los presentes en esta reunión. Una llamada de atención para que utilicen todas las herramientas a su alcance para combatir los nuevos modos de la política que ha impuesto Pedro Sánchez.
A esta reunión, por cuestiones de agenda, faltaron algunos dirigentes relevantes, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; de Aragón, Jorge Azcón; de Valencia, Carlos Mazón; de Galicia, Alfonso Rueda; La Rioja, Gonzalo Capellán y el presidente del PP catalán Alejandro Fernández. La cita se convocó previamente a la decisión de cambiar el sentido del voto en el decreto de pensiones, tras el acuerdo de Sánchez con Puigdemont; por lo que no obedecía a un intento de Feijóo de justificarse ante su partido.
El presidente del PP, tras la intervención de la secretaria general Cuca Gamarra para presentar su informe de gestión, realizó una intervención en abierto en la que aludió, aunque sin especificarlo, a todos aquellos que, dentro y fuera de su partido, le dicen lo qué tiene que hacer: «Agradezco todas y cada una de las opiniones que, de buena fe, aconsejan sobre cómo fulminar tanto despropósito como hay en España. Agradezco el interés por combatir a un PSOE sin futuro».
Pero quiso dejar clara su independencia ante las presiones: «Os aseguro que en cada elección que me presenté he combatido ese socialismo. Pero, evidentemente, de los que solo quieren nuestra rendición, os aseguro que yo no escucho nada. Amigos, somos un partido libre. Libre para decir que no cuando de lo que se trata es de salvar a Sánchez y libre para decir que sí cuando de lo que se trata es de dejar claro que estamos a favor de subir las pensiones a nuestros mayores. Los chantajes y las presiones que se los queden otros para su politiqueo de poca monta».
En esta línea se pronunció seguidamente, ya fuera de foco de los medios de comunicación, ante los suyos. En un primer momento, afirmó que hay que hacer «una oposición inteligente, que se vaya adaptando para obtener el resultado querido», y ahí «lo que ha venido a decirnos es que no quiere perder los diez millones de votos de los pensionistas».
En segundo lugar, transmitió a su cúpula que hay que adaptarse a la nueva política que ha impuesto Sánchez: «El guion de la obra de teatro ha cambiado y ya no es el guion que todos manejábamos en la política, y tenemos que adaptarnos a lo que ha cambiado, y vamos reescribiendo el guion conforme a lo que vaya cambiando y amoldarnos a lo que tenemos enfrente. Esto ya no es el manual al uso de la política del sentido común y en defensa de los intereses generales. Enfrente tenemos a un tío que solo tiene tres objetivos: mantenerse en la Moncloa, salvar a su familia y salvar la corrupción de su partido».
En tercer lugar, exigió la movilización del partido y lo vinculó con una utilización masiva de las redes sociales, según la versión de uno de los asistentes a la reunión: «Si nosotros, que tenemos la máxima maquinaria, no somos capaces de contar lo que está pasando, cuando los jóvenes entre 16 y 35 años no ven una televisión convencional, no escuchan la radio y no leen los periódicos, cómo les vamos a contar todo esto. Hay que replicar el mensaje en otros medios».