Una periodista 'estrella' de TV3 admite que la cadena no estuvo a la altura en el 'procés'

La periodista Lídia Heredia, que estuvo al frente de las mañanas de Tv3 en los años álgidos del plan rupturista de los sucesivos gobiernos catalanes, ha admitido que la cadena «no lo hizo todo bien respecto al procés». En una entrevista en Capçalera, la revista del Col·legi de Periodistes de Catalunya, ha abierto -tímidamente- la puerta a hacer «autocrítica» ahora que se tiene más perspectiva de aquellos años «que tensionaron muchas cosas».

Tras su paso por el programa Els Matins, Heredia es ahora corresponsal en Washington de la cadena. Como otras destacadas figuras de TV3 se ha distanciado de Cataluña. En su caso, para emprender un nuevo reto profesional cubriendo la información internacional, alejada de la política catalana. Algo parecido -aunque por otros motivos- han hecho Pilar Rahola, que se ha ido a la América española para trabajar en un think tank e impartir conferencias a favor de la existencia del estado de Israel, y la locutora de Catalunya Ràdio durante el procés, Mònica Terribas.

Terribas ha sido desterrada del periodismo de actualidad; forma parte de la dirección de Òmnium Cultural y trabaja para Mediapro, de Jaume Roures. La comunicadora llegó a iniciar su programa de radio tras la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017 con un «buenos días, ciudadanos y ciudadanas de la República de Cataluña», alineándose con los intereses gubernamentales.

«Se juntó el trabajo con los ideales»

Si bien el caso de Heredia es distinto, ya que intentó que en sus tertulias hubiera siempre pluralidad, en 2016 y 2017 no se desmarcó de la línea del resto de profesionales de la cadena. En aquellos años en la televisión pública catalana brillaron por su ausencia la fiscalización o las preguntas incómodas a los líderes independentistas -mientras que eran muy duros con los políticos constitucionalistas- y los periodistas de la casa no mantuvieron su independencia. Pero más vale tarde que nunca, como dice el refrán.

En la entrevista, la periodista afincada en Washington explica: «El procés tensionó muchas cosas. Mucha gente quería TV3 al servicio del procés. Incluso los periodistas. Porque se juntó su trabajo con sus ideales. Separar eso no fue fácil. Y algunas cosas seguro que se mezclaron demasiado. A estas alturas, negar eso es tratar a la gente de imbécil. Te lo digo de verdad. Si alguien se toma la molestia de revisar lo que hicimos en la televisión durante aquellos años, verá claramente que en algunos casos se confundieron muchas cosas. ¿Se tiene que hacer autocrítica? ¡Claro que sí! ¿Tenemos que cerrar TV3? ¡No!».

Se implicaron «emocionalmente»

Heredia prosigue que «no todo lo que hicieron se podía defender», aunque matiza que fue muy difícil reconocer esto y, al mismo tiempo, defenderse de los políticos de la oposición que querían hacer «una enmienda a la totalidad» y cerrar la cadena. «Somos una televisión pública, no institucional o gubernamental».

La corresponsal de TV3 aboga por revisar el trabajo con «espíritu crítico». «El procés era un ataque tan bestia, una situación tan tensa que era muy difícil no sentirse emocionalmente tocado. ¡Es que encarcelaron a unos líderes políticos elegidos democráticamente que no mataron a nadie ni han hecho nada que haya cambiado nada! Si hubiéramos proclamado la independencia y se hubiera hecho, alguien podría discutir que se han saltado la Constitución, pero no hicieron nada de esto y tenías gente en la cárcel. Esa noche que los encerraron en prisión, en los tres whatsapp que envié lo que preguntaba era: ‘Ostia, ¿y cómo trabajamos ahora? ¿Cómo haremos nuestro trabajo con esta situación tan delicada, con unos líderes políticos en prisión?’»