Preparan una denuncia contra la UNED por anular 81 exámenes de selectividad en EEUU
El centro no explica la razón que ha llevado a no corregir las pruebas en Seattle y defienden que se trata de un «incidencia técnica» que no aclaran
Más de una treintena de padres cuyos hijos se han visto afectados por los errores de la UNED en las pruebas de selectividad en Seattle (Estados Unidos) denunciarán al organismo para pedir la aplicación de medidas cautelares y que, de esta forma, se corrijan los exámenes anulados. Explican que la repetición de los mismos, tal y como pide el centro, perjudicaría a sus hijos por un error del que no saben nada ante el silencio del espacio estudiantil y provocaría un mal irreversible que podría poner en juego el futuro académico e incluso su acceso a la universidad de menores de edad.
Los padres afirman en primicia a THE OBJECTIVE que pedirán la aplicación de medidas cautelares para forzar que el centro corrija las pruebas y no les obligue, como pretende, a repetirlas esta semana o a comienzos del mes de julio, una fecha especialmente sensible al estar muy cerca del cierre del plazo marcado por las universidades para que los jóvenes puedan aplicar a sus carreras, quedando fuera de los procesos.
Aunque la UNED promete que para el 10 de julio —fecha en la que muchas universidades cierran este plazo— todo estará arreglado, omiten que no todas las comunidades tienen el mismo límite. De cumplirse el plan, si nada cambia, los centros de Cataluña y Valencia, por ejemplo, no podrán acogerles al finalizar el 30 de junio y el siete de julio respectivamente.
Uno de los progenitores de una alumna que tuvo que desplazarse desde Canadá hasta la costa oeste de Estados Unidos ha explicado que una treintena de padres ya han tomado cartas en el asunto y preparan una demanda la UNED por lo que consideran una negligencia. Pedirán que se tenga en cuenta el resultado del primer examen que realizaron la semana pasada y no el que pretenden imponer.
El «misterio» mejor guardado por la UNED
La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) bloqueó, sin explicaciones, las pruebas de la selectividad de 81 estudiantes españoles el extranjero por una «incidencia técnica», pero tras más de cuatro días de preguntas no han querido explicar a las academias ni a los padres qué ha podido pasar.
THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con todas las partes implicadas. La historia de las familias comienza el sábado 10, cuando sus hijos, tras viajar desde sus respectivos destinos —algunos en otros países, para lo que tuvieron que coger aviones y tres noches de hotel— regresan de Seattle para hacer sus pruebas del PCE (Pruebas de Competencias Específicas), el examen que les permitirá ingresar en las universidades españolas tras cursar su bachillerato en el extranjero.
Tras haber superado los nervios previos al test después de un año cursando en paralelo los contenidos de sus destinos internacionales y los de España gracias a las academias contratadas por sus padres, reciben un correo de la UNED que les informa, sin explicaciones, que se ha anulado la prueba y que deben volver la próxima semana (entre el 14 y el 16 de junio) a la ciudad estadounidense sin importar dónde están para realizar por segunda vez un trámite que ya habían superado.
La solución no resolvía el problema. Los examinados habían dejado rematada su selectividad para centrarse, en muchos casos, en las pruebas finales de sus centros en el extranjero (que también tienen un peso importante en la media que decide si pueden entrar en determinados centros). Además, pretendía que de una semana para otra los padres pudieran invertir más de 1.000 euros en un billete y en hoteles para que los estudiantes, menores de edad en muchos casos –que se encuentran bajo la tutela de otros países–, pudieran repetir el desafío, todo ello, además, sin saber las razones de esta situación.
Los estudiantes denuncian irregularidades
Los padres comenzaron a movilizarse. A través de varios grupos reclamaron explicaciones y no excusas y que el centro validara las pruebas de sus hijos para resolver un embrollo y una negligencia de la que ellos no son responsables, solo los organizadores. Ante la falta de respuestas de la UNED a los errores, los estudiantes cuentan los problemas con los que se han encontrado durante la realización del proceso.
Una de ellos afirma que tuvo que colocar su nombre y su DNI porque las pegatinas con las que debían identificarse eran incorrectas, otro reclama que las preguntas del examen de Matemáticas ya habían salido, con los mismos resultados, en pruebas de otros años e incluso un tercero sostiene que días después supo que el examen que se había realizado en Nueva York unas horas antes era el mismo que tuvo que hacer él, horas después, en la costa oeste.
THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con la UNED para preguntar por esta situación. La respuesta obtenida es la misma que reciben los padres a pesar de la insistencia: los misteriosos problemas técnicos. Sin embargo, añaden que los estudiantes recibieron las pruebas que no les correspondían, pero sin especificar si estas eran las de otro centro y afirmando que, por su parte, no pueden dar más razones, solo pedir que lo repitan.
Al preguntar a un centro académico que prepara y acompaña en estas pruebas PCE, afirman que los exámenes que recibieron eran «exáctamente los mismos» que los de Nueva York, tal y como pudo comprobar uno de los profesionales que se hace cargo de los estudiantes.
Ante la falta de respuestas por parte del organismo público español, muchos comienzan a temer que las pruebas se hayan extraviado y que la falta de explicaciones de la universidad se deba a ello. Iván G. de los padres, escribe al centro para comprobar el examen de su hija, poder descubrir qué había sucedido y si las preguntas se habían repetido en alguna prueba ya realizada. La respuesta de la UNED es negativa: no puede acceder a él porque se considera que, una vez anulado, no existe.
La propuesta de repetir supone, en un primer plano, un complicado revés psicológico para los estudiantes. Las pruebas de acceso universitario no son un desafío a ignorar y todo aquel que se haya enfrentado a ellas recuerda, por muchos años que hayan pasado, el malestar que provoca el estrés y la ansiedad con la que afrontó los primeros instantes de los exámenes. También hay que añadir la presión a la que son sometidos los adolescentes preparando durante todo un año un examen en el que se juegan su futuro, en especial si desean ingresar en una universidad pública en España con una elevada nota de corte.
Desde la UNED defienden que este error ha afectado a menos de un 1% del alumnado que se ha examinado con ellos y sostienen su buen hacer: «La UNED ha celebrado las Pruebas de Competencia Específicas entre mayo y junio de 2023 en 133 localidades de 59 países repartidos por los 5 continentes, a las que se han presentado alrededor de 10.500 alumnos. El pasado sábado 10 de junio se detectó una incidencia técnica en el centro de Seattle que afectaba a 81 estudiantes, el 0,76% de los que habían realizado las pruebas». Afirman que de no tomar estas medidas no podrían asegurar la validez de los resultados e incluso quedaría en juego la credibilidad del centro.
Los alumnos, los grandes damnificados
La UNED no se mueve de su propuesta. Sostienen que se hacen responsables de este error y que tratarán de enmendarlo permitiendo que los adolescentes se examinen en cualquier sede oficial que les coja cerca, como un espacio del Instituto Cervantes o cualquier edificio dependiente del Gobierno de España, pero no contemplan la corrección de unos exámenes a los que nadie puede acceder. El centro les ha pedido que acudan esta misma semana a Seattle, pero muchos de ellos han rechazado presentarse pidiendo una solución real.
Uno de los estudiantes, que mantiene el anonimato al ser menor de edad, reprocha lo insuficiente e injusto de la medida en varios mensajes a los que ha tenido acceso este medio: «Mis padres se han gastado muchísimo dinero en vuelos, hoteles, traslados y no ha servido para nada. No quiero volver a examinarme, yo no he hecho nada malo, que lo arreglen de alguna manera por favor. Es muy injusto para nosotros». Otros denuncian el daño «psicológico».
No todo el mundo puede hacer frente al coste económico de este error de la Universidad Nacional de Educación a Distancia: «No puedo dejar de llorar de impotencia. He viajado en plenos exámenes finales desde Canadá a EEUU para hacer las pruebas de la Uned, mis padres se han gastado muchísimo dinero en vuelos, hoteles, traslados y no ha servido para nada. No quiero volver a examinarme, yo no he hecho nada malo, que lo arreglen de alguna manera por favor. Es muy injusto para nosotros».