El abogado de Bárcenas defiende a uno de los cabecillas de la 'trama Koldo'
Juan Carlos Cueto declaró este miércoles en la Audiencia Nacional, que también le investiga por el ‘caso Defex’
El hombre sin rostro. Ese era el sobrenombre por el que muchos conocían al empresario Juan Carlos Cueto hasta acudió a declarar a la Audiencia Nacional por las presuntas mordidas en las adjudicaciones de mascarillas que recibió Soluciones de Gestión durante la pandemia. La empresa zaragozana formaba parte del Grupo Cueto, por lo que los investigadores le vinculan con la trama. Sin embargo, nadie le ponía cara hasta este miércoles, cuando ha aparecido por la madrileña calle de Génova junto a su abogado, el penalista Alfonso Trallero. El mismo que defendió durante cuatro años al extesorero del PP Luis Bárcenas.
El vínculo laboral entre Trallero y Cueto no es nuevo. El letrado madrileño de 56 años, socio fundador del Bufete Trallero, defiende al empresario desde que fue imputado en el caso Defex, que investiga la venta de armas que realizó esta empresa semipública en el extranjero. La Fiscalía pidió en marzo de 2019 más de 50 años de cárcel para Cueto.
El juez José de la Mata investiga los contratos firmados por la UTE Cueto-Defex y el comando general de Policía Nacional de Angola, firmado el 12 de junio de 2008, de suministro de equipamientos y material policial, por importe superior a los 152 millones de euros, cuyo coste de ejecución fue de algo más de 59 millones (38,6%) y el beneficio obtenido de casi 9,4 millones (61,3%).
La confianza en Bárcenas
El caso sigue activo en la Audiencia Nacional, donde a Cueto se le agolpan los problemas. A partir de ahora, será investigado por las presuntas mordidas en las adjudicaciones de mascarillas que recibió Soluciones de Gestión. Durante su comparencia de este miércoles ha asegurado que las comisiones por la compra de los tapabocas «eran las habituales» y fluctuaban «entre un 10 y un 13%». El magistrado le ha dejado en libertad provisional con medidas cautelares, ya que no podrá salir de España sin autorización judicial.
Trallero representó a Bárcenas durante cuatro años, desde 2009 hasta 2013, cuando renunció, junto a Miguel Bajo, a la defensa del extesorero del PP por «haber perdido la confianza de su cliente». La ruptura se produjo tras varios vaivenes. La gota que colmó el vaso fue las confesiones que hizo el exdirigente popular en un periódico de tirada nacional, donde confesó haber participado en una supuesta trama de financiación ilegal. Los abogados entendieron entonces que esa forma de actuar era incompatible con su estrategia procesal.
La decisión llegó el mismo día en que las acusaciones de la causa de los papeles de Bárcenas pidieron al juez Pablo Ruz que llamara declarar al extesorero del PP para que relatara en sede judicial lo que había contado en los medios de comunicación. Trallero no fue ni el primero ni el último abogado del exdirigente popular, que comenzó depositando la confianza en su amigo y compañero de partido Jorge Trías.
La representación de Trallero y Bajo llegó tras un acercamiento al PP, aunque tampoco cuajó. Tras cuatro años de servicio, Bárcenas decidió apostar por el exmagistrado Javier Gómez-Liaño. El movimiento supuso que la pareja del mediático abogado se convirtiera en la letrada de la esposa del extesorero popular, Rosalía Iglesias. La lista no acaba ahí, ya que Bárcenas también se puso en manos de abogados como Francisco Maroto y Joaquín Ruiz de Infante.
Trallero acabó la carrera de Derecho en 1991. En su época universitaria hizo teatro e hizo sus pinitos en la literatura con dos poemarios. El último, Aunque nunca fuera hoy (Editorial Camelot), fue presentado hace ahora cuatro años en la Fundación Carlos de Amberes ante una gran afluencia de público. Entre sus influencias señalaba a Miguel Hernández, Federico García Lorca, Antonio Machado, Gabriel Celaya o Octavio Paz. Y sus últimos descubrimientos, Ben Clark , Marwan o Elvira Sastre.