El CGPJ se enroca y sigue sin llegar a un acuerdo para elegir a su presidente
El Pleno volverá a reunirse el 19 de agosto, aunque solo para adoptar acuerdos por razones de urgencia
Todas las partes coinciden: el camino para elegir al nuevo presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) será largo. El bloqueo se mantiene porque sus vocales han sido incapaces de alcanzar un acuerdo este lunes, tercer día de votación. El sector progresista sigue apostando por una mujer, Pilar Teso, mientras los conservadores se inclinan por Pablo Lucas. Ambos han cosechado hasta ahora 10 votos, pero necesitan dos más para dirigir el órgano de gobierno de los jueces durante los próximos cinco años. Ese fue el requisito que pactaron PSOE y PP a finales de junio para reforzar las mayorías. Sin embargo, la empresa será complicada, ya que las posiciones siguen enrocadas y nadie quiere virar su postura inicial.
La reunión de este lunes ha servido para confirmar lo lejos que se encuentran las posiciones de progresistas y conservadores. Los vocales han terminado el cónclave sin acuerdo una vez más, pero se han comprometido a mantener abiertos los canales de comunicación en las próximas semanas. El 19 de agosto se celebrará un nuevo Pleno del CGPJ, pero en el orden del día no se incluirá la elección de su presidente. La cita servirá para adoptar acuerdos necesarios por razones de urgencia o que tengan un carácter inaplazable, informan a fuentes del órgano de gobierno de los jueces.
Tras dos jornadas de votaciones la semana pasada, ningún candidato obtuvo el apoyo de tres quintos del Pleno que se requiere para alcanzar la presidencia del CGPJ. Hasta ahora, todos los intentos para llegar a un consenso han resultado estériles. El pasado martes, tras una criba inicial, los candidatos que más apoyos concitaron fueron Teso y Lucas, 10 cada uno. Los vocales decidieron posponer la elección un día con la intención de llegar a un consenso que despejara la situación. Pero el miércoles las cosas no se movieron un ápice, por lo que el proceso volvía este lunes al punto de partida.
El bloqueo del CGPJ
Los siete candidatos (cinco mujeres y dos hombres) propuestos en el pleno constitutivo del pasado 25 de julio volvían a tener una oportunidad para alcanzar la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo (son indivisibles). Al menos, en teoría, porque hay nombres marcados en rojo, lo que complica cualquier alternativa. Los progresistas descartan apoyar a Antonio del Moral, al que tildan de antiabortista y relacionan con posturas cercanas al Opus Dei. Tampoco genera mucha ilusión Esperanza Córdoba ni Carmen Lamela, blanco de las críticas del independentismo catalán mientras instruyó el procés en la Audiencia Nacional.
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE desvelan que están dispuestos a sacrificar a Teso, que ya disputó el puesto a Carlos Lesmes en 2013. Entonces, la presidencia del CGPJ estaba pactada entre los dos grandes partidos. Como contrapartida solicitarán el apoyo para Ángeles Huet o Ana María Ferrer. Consideran que «ha llegado el momento histórico» para que una mujer presida por primera vez el CGPJ.
Los progresistas tiran de datos para convencer. En los ocho mandatos anteriores, el órgano de gobierno de los jueces ha tenido 10 presidentes varones (los dos últimos interinos), pero ninguna fémina. Además, destacan que las mujeres representan el 57% de la carrera judicial y elegir a una supondría «una legitimación democrática». A pesar de esa cifra, apenas suponen el 21% de los magistrados del Supremo.
El sector conservador tampoco contempla disidencias. Descartan apoyar a Teso y a cualquier otra mujer porque consideran que no es necesaria «ninguna discriminación positiva». Afirman que su candidato, Pablo Lucas, reúne más méritos que el resto de aspirantes. Sin embargo, los progresistas no contemplan avalar al ponente de las sentencias del Supremo que anularon los nombramientos de las exministras socialistas Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado y de Dolores Delgado como fiscal de Sala de Memoria Democrática.
Fórmulas alternativas
La situación está tan enquistada que algunos ya han puesto sobre la mesa nuevas fórmulas para salvar el bloqueo: abrir la relación inicial de siete candidatos propuestos en el pleno constitutivo. Diversos juristas consultados avalan la medida, pero los vocales consideran que el consenso debe llegar sobre los aspirantes en liza.
El artículo 586 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) establece que solo puede ser elegido presidente del CGPJ un miembro de la carrera judicial con la categoría de magistrado en el Supremo o, en su defecto, «un jurista de reconocida competencia con más de 25 años de antigüedad en el ejercicio de su profesión».
El tiempo apremia, ya que no cubrir la presidencia del órgano de gobierno de los jueces acarrea consecuencias fatales para el Supremo, pero también de las audiencias provinciales y los Tribunales Superiores de Justicia, pendientes de un centenar de nombramientos. Los progresistas lamentan que la mayoría de las dos instituciones estén lideradas por un hombre e insisten en la necesidad de elegir a una mujer para el puesto porque eso supondría «una legitimación democrática» para la carrera judicial.