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La Justicia investiga a un mando de la UCO por revelar información a una de las tramas del fuel

El juez Pedraz le atribuye delitos de violación de secretos, cohecho, blanqueo y organización criminal

La Justicia investiga a un mando de la UCO por revelar información a una de las tramas del fuel

El mando de la UCO conocía todos los detalles de la operación. | The Objective

La Audiencia Nacional investiga a un mando de la Unidad Central Operativa (UCO) por facilitar información a los cabecillas de Gaslow, la trama de hidrocarburos que desarticuló la Guardia Civil en julio de 2021. En un informe remitido por la unidad de Asuntos Internos al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, los agentes revelan que algunos de los integrantes de la presunta organización criminal sabían cuando iba a explotar la operación y el momento en el que serían detenidos gracias al chivatazo del capitán del Instituto armado Juan S. Y., entonces teniente y jefe del Grupo de Blanqueo de capitales de la UCO

A partir del análisis de los terminales telefónicos, Asuntos Internos ha acreditado la relación que el mando mantenía con distintos implicados, pero especialmente con dos de ellos, Javier G. P., y Antonio R. E., con los que, al parecer, compartía una relación de amistad desde hacía años. Los investigadores consideran a Gaslow la predecesora de la trama que lideraba Víctor de Aldama, ya que en esa operadora participaba su socio Claudio Rivas.

La Guardia Civil ha constatado que el teniente Juan S. Y., que luego ascendió a capitán, advirtió a ambos de su inminente detención. Además, colaboraba con el entramado criminal facilitando información sobre investigaciones policiales. Unas gestiones por las que después recibía contraprestaciones en forma de dádivas y pagos dinerarios, algunas en criptomonedas. El juez Santiago Pedraz, que instruye el caso Gaslow en la Audiencia Nacional, le atribuye los delitos de violación de secretos, pertenencia a organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.

«Mañana le damos a tu conocido»

Una vez explotó la operación Larraondo contra la trama de hidrocarburos, a la que se le atribuye un fraude de 136 millones de euros, los investigadores pusieron el foco en el capitán de la UCO. Fue un testigo protegido el que reveló el papel que supuestamente jugaba Juan S. Y. en la organización criminal. Asuntos Internos inició pesquisas contra el responsable, quien había prestado servicio desde enero de 2008 hasta julio de 2022 en el Grupo de Blanqueo de Capitales. Lo detuvo en diciembre de ese año, cuando ya estaba destinado en la Dirección General de la Guardia Civil, en la época en que estaba dirigida por María Gámez.

Asuntos Internos constata que Juan S. Y. avisó a tres miembros de la operadora de hidrocarburos de que iban a ser detenidos: Javier G.P., Antonio R. E. y José Luis C.T. Todos ellos fueron arrestados el 20 de julio de 2021. Un día antes, el capitán de la UCO recibió un mensaje del responsable de la investigación avisándole de que «mañana le damos a tu conocido y a todos los de Gaslow».

El mando de la UCO imputado por cuatro delitos ya había dado el chivatazo el 10 de julio, cuando Antonio R. E. le invitó a una fiesta de cumpleaños. Sin embargo, tres días antes, Javier G. indicó a sus socios de Gaslow en un chat de WhatsApp que «este pollo dice que ve cosas muy raras y que entre el lunes y el miércoles me llevan puesto». Los investigadores señalan que las detenciones estaban planificadas en esa fecha y que el dato «solo lo conocía un reducido número de personas», entre las que se encontraba el guardia civil investigado.

El informe de Asuntos Internos sostiene que aunque no formaba parte de la investigación, el capitán Juan S. Y. estaba al tanto de las fechas que barajó la UCO para llevar a cabo los arrestos y los registros, habida cuenta de que el coronel jefe del Departamento de Delincuencia Económica y Anticorrupción de la UCO realizó una solicitud de apoyo para el operativo a través de un mensaje en un grupo de mensajería en el que participaban el resto de jefes de esa unidad, entre los que estaba el capitán investigado. Y después, fue el propio responsable de la operación Larraondo quien avisó personalmente de que «iban a por su conocido» y «a por todos los de Gaslow»

Los mensajes con la trama

Su «conocido» era Antonio R. E., con el que, según declaró ante los investigadores después, «tenía una gran relación de amistad que nunca ocultó a la UCO al entender que no se dedicaba a ningún hecho delictivo». De ahí que el resto de guardias civiles supieran de esa conexión. «Y., buenos días, me imagino que ya lo sabrás, pero por lo menos por deferencia quería decírtelo, mañana le damos a tu conocido y a todos estos de Gaslow», le dice su compañero.

El capitán le responde: «Buenos días, no lo sabía. Ya hace tiempo que no hablo con E. Pero bueno, suerte». En paralelo, sin embargo, la Guardia Civil ha acreditado que el mando de la UCO Juan S. Y. habría estado en contacto presuntamente con dos de los implicados en la trama al menos 15 días antes de que se produjesen las detenciones, de acuerdo con las pruebas que facilitó a los investigadores el testigo protegido. 

El 5 de julio de 2021 se intercambian una serie de mensajes sobre presuntas vigilancias policiales entre un investigado Javier G. P. y supuestamente el capitán de la UCO. El primero se sentía vigilado policialmente y, según la declaración del testigo protegido, se puso nervioso y expresó en un grupo: «¿Pero vienen a por mí? ¿Qué pensáis?», indicando inmediatamente después que le iba a preguntar «a su amigo el guardia civil», que es como se refería a Juan S. Y.

La respuesta, según ese mismo testigo, fue «que el amigo verde le había dicho que era un control de actividades a ver si pescaban algo», según la captura de pantalla que el propio investigado habría enviado a un grupo telefónico con el comentario del capitán de la UCO. «En un principio no hay nada, que yo sepa, si oigo te digo… es normal dar una vuelta de vez en cuando», le dijo. 

Diligencias en su correo personal

Dos días más tarde, el 7 de julio, los investigadores hallaron en un dispositivo informativo del mismo investigado, Javier G. P. otros mensajes que denotaban de nuevo interés por conocer información sobre las vigilancias de la UCO: «Hay alguna novedad en el frente?», pregunta. Su interlocutor le responde: «Mañana por la noche te veo y te comento algo, y no empieces a preguntar que te conozco».

Finalmente, esa reunión no se produce, pero según declara el testigo protegido, existe otro mensaje del investigado de la trama en el que advierte directamente cuando le van a detener: «Según este pollo, dice que ve cosas muy raras y que entre el lunes y el miércoles me llevan puesto». Un lapso de tiempo que coincidía con la fecha inicial en la que estaban planificadas las detenciones y que solo un grupo reducido de personas, entre las que estaba el mando investigado, conocía. 

Meses después, Asuntos Internos también corroboró el interés que el capitán tenía en la causa judicial contra los implicados en la trama Gaslow tras intervenir su ordenador portátil. Los investigadores hallaron en este dispositivo correos electrónicos que el capitán de la UCO se había mandado a sí mismo con documentos relacionados con la investigación: un oficio policial dirigido a la Fiscalía de la Audiencia Nacional informando sobre la presunta organización, la querella interpuesta por el fiscal, y «un legajo de más de 1.300 documentos (la instrucción judicial) que habría sido descargado por el abogado de Javier G. P.»

Un hallazgo que se produce aproximadamente siete meses después de la detención de Javier G. P., que demuestra que el oficial investigado seguía manteniendo relación con el anterior y que lo había entre ellos no era «una relación que obedecía a fines distintos a los propios de su condición de fuente colaborador de la UCO».






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