La Justicia admite una denuncia de Carlos Vermut contra 'El País' y varios periodistas
El cineasta subraya que todas sus relaciones han sido «siempre consentidas» y señala que los autores lo sabían

El cineasta Carlos Vermut durante una entrevista en unos cines de Madrid, en 2022. | Europa Press
La Justicia ha admitido a trámite la denuncia que presentó el director de cine Carlos Vermut contra el periódico El País y los periodistas Pepa Bueno, Gregorio Belinchón, Elena Reina y Ana Marcos por una serie de noticias publicadas en 2024 en las que se acusaba al cineasta de «violencia sexual» en base a los testimonios anónimos de seis mujeres.
Así lo ha anunciado en un comunicado al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en el que señala que «casi dos años después no existe denuncia, investigación policial o judicial ni, por supuesto, condena alguna». El cineasta subraya en su escrito que todas sus relaciones han sido «siempre consentidas» y no duda en señalar que es algo «de lo que eran plenamente conscientes los propios autores de los reportajes, a pesar de lo cual decidieron publicarlos».
Vermut apunta en concreto que dos de las periodistas que publicaron las informaciones rectificaron tras anunciar el cineasta que presentaría acciones legales contra los firmantes de los artículos. Además, insiste en que «en varias entrevistas posteriores reconocieron algo especialmente comprometedor: tuvieron que convencer a esas mujeres de firmar sus testimonios, pese a que esos testimonios fueron publicados de forma anónima».
«Esas declaraciones no los eximen: los hacen aún más responsables», sentencia el cineasta, antes de afirmar que en sus artículos se le presentaba como «autor de conductas tipificadas como delito en el Código Penal» y que el diario El País se refirió a él «en más de 20 artículos y pódcast» como autor de un delito de «agresión sexual». «En la mayoría de ocasiones ni siquiera añadieron la matización de ‘presunta’», recalca.
Vermut también carga contra la defensora del lector del citado periódico, Soledad Alcaide, por haber defendido «la metodología de los artículos comparándolos con investigaciones de corrupción» y contra el periodista Gregorio Belinchón del que asegura que modificó el relato de los hechos «públicamente» impunemente. «Hoy no es mi palabra contra la suya: es la palabra de Gregorio Belinchón contra la palabra de Gregorio Belinchón», profundiza en el comunicado.
«Lo ocurrido no fue un error menor: fue manipulación para conseguir impacto mediático. Pero ese camino no genera cambios duraderos: crea desconfianza, banaliza un debate serio y arrasa con las personas señaladas», añade, antes de finalizar y decir que la «demanda transciende mi situación individual»: «Lo que busco es que quede establecido judicialmente que un medio de comunicación no puede presentar como culpable de graves delitos a quien no lo es, y que, en nombre del activismo o bajo el paraguas del periodismo, nadie más vea vulnerados sus derechos fundamentales».
