Marine Le Pen ha aprovechado las declaraciones de hace unas semanas de su padre, Jean-Marie Le Pen, fundador y ex-presidente (1972-2011) del Frente Nacional (FN), para suspenderlo de militancia y expulsarlo definitivamente del partido.
El problema es el secretismo. Pongamos por caso que el presidente francés, el señor Hollande, sea masón. Ahora visita Cuba, esa vieja dictadura comunista.
Los socialistas claman al cielo cuando la derecha quiere hacer una ley que recorta libertades. Cuando la hacen ellos, la ley ya no va contra las libertades, es la Biblia. Amén.
El apellido, lo primero. Las ideas, lo segundo. El cariño hacia la hija, allá a lo lejos.
¡Mira que cargarse una familia por un partido político! Y, además, ¡por un partido político que has inventado tú!
Silencio. Nada más que eso queda tras escuchar todas las noticias acerca de este luctuoso accidente. Silencio que se revela ensordecedor tras las preguntas que se generan
Se ha llegado a semejante trivialización sobre los grandes asuntos que habrá quien crea que entrar en un camposanto con las manos manchadas de esvásticas es algo similar a llenar de grafitti el vagón de un tren de cercanías.
Noticias como el compromiso de alto el fuego alcanzado en la cumbre de Minsk esta semana, no pueden sino despertar esperanza a cualquiera que entienda que la guerra es la mayor fuente de sufrimiento para un ser humano
Poco después del ataque, a los miembros de nuestro Gobierno (el de la Ley Mordaza) se les llenaba la boca de palabras rimbombantes en defensa de la libertad básica y democrática de expresarse.
El mundo libre sueño con él. Y sueño con la libertad, aquella que debería conducir a cada individuo, guiándole por el camino del bien.
El mundo está así, entre disparos, viñetas, maquetas, dibujos y tecleos. El mundo está tan serio, que no sabe si volverás a la redacción.
En su camino a la eternidad el color fue la sangre, el marco el terror y la banda sonora los alaridos de desesperación. No del todo idílico. Juntos como hermanos, sembraron el infierno en una sociedad que ridiculiza lo que para ellos es sagrado.
En medio de mi aborigen de días rojos, aparece la opacidad. No hablo de color negro ni gris. Hablo de la completa oscuridad.
¿En que época estamos viviendo? Todos con el móvil de última generación, pero con una mentalidad pre-histórica que a los homo sapiens les daría pena ajena.
Esta realidad próxima se considera una amenaza por parte de los partidos situados históricamente en posiciones de extrema derecha y, cada vez más, en los situados en la derecha tradicional.
La muerte casi en directo de una redacción y de un policía representará desgraciadamente guerra e integrismo también en Occidente. Los imbéciles han convertido un acto de fanatismo en un acto de guerra para muchos en Europa.
