La guerra interminable
«La paz, en nuestro tiempo, consiste en un equilibrio precario. Se diría que la Historia es una maestra fallida. Ninguna época escapa a su maldición»
«La paz, en nuestro tiempo, consiste en un equilibrio precario. Se diría que la Historia es una maestra fallida. Ninguna época escapa a su maldición»
Por ahora Israel no contempla ningún tipo de concesión mientras sigue centrado en su ofensiva militar lanzada
En los últimos años los paros en Colombia han transcurrido con normalidad y no suelen ser masivos. La pasada semana esto cambió. ¿Por qué?
El Gobierno de Etiopía ha firmado un acuerdo de paz con uno de los más longevos partidos opositores armados, el independentista Frente de Liberación Nacional de Ogadén (ONLF), han informado este lunes los medios locales, citados por Efe. La firma del acuerdo se llevó a cabo a última hora del domingo en la capital eritrea de Asmara, después de una reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores etíope, Workneh Gebeyehu, y el líder del ONLF, Mohamed Umer Usman.
Colombia celebra este viernes un año del acuerdo de paz que puso fin a la violencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y lo hace en un momento de tensión. El presidente Juan Manuel Santos y el jefe del ahora partido de izquierda, Rodrigo Londoño, vuelven al Teatro Colón de Bogotá, donde un año atrás firmaron el acuerdo. Londoño, que sufrió en julio un accidente cerebro-vascular leve que lo obliga a viajar con frecuencia a Cuba, ha pedido a Santos una reunión urgente para tratar los «incumplimientos» que le achaca al Estado en la implementación del acuerdo negociado durante cuatro años en La Habana y que sobrevivió al rechazo en un plebiscito.
La antigua guerrilla de las FARC ha anunciado este miércoles que presentará sus propios candidatos a las elecciones legislativas colombianas de 2018 y que tratará de llegar a la presidencia con su máximo líder, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’.
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) celebró este domingo un encuentro de su estado mayor en Colombia para preparar el congreso de agosto en el que se constituirá como un partido político tras haber protagonizado más de medio siglo de conflicto armado, en el marco del histórico acuerdo de paz.
La dirección de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se ha comprometido a entregar a los observadores de la ONU todas sus armas antes del 20 de junio, lo que supone un retraso respecto a la hoja de ruta negociada con el gobierno colombiano en el marco del acuerdo de paz, según reconoció este lunes el presidente Juan Manuel Santos.
Finalmente, el Congreso de Colombia ha aprobado la ley que autoriza la participación de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en la política del país, un punto que se incluyó en el acuerdo histórico que puso fin a medio siglo de conflicto armado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá al su homólogo palestino, Mahmud Abas, el 3 de mayo en la Casa Blanca, ha informado el portavoz de la presidencia, Sean Spicer. Ambos líderes se proponen «reafirmar el compromiso de Estados Unidos y del liderazgo palestino para buscar y concluir un acuerdo que ponga fin al conflicto entre los palestinos e Israel», ha señalado Spicer.
«Noticia histórica para los colombianos», ha tuiteado este miércoles el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, horas antes de que se iniciara el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en las zonas de todo el país donde se preparan para su reinserción a la vida civil, en el marco del también histórico acuerdo de paz de noviembre.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado en su encuentro con el presidente israelí Benjamín Netanyahu, que trabajará duramente para conseguir un “buen” acuerdo de paz entre Israel y los palestinos, y que deben ser ellos mismos los que negocien directamente el acuerdo. En este primer encuentro entre ambos mandatarios, celebrado este miércoles en la Casa Blanca, Trump ha dicho a su homólogo israelí que ambas partes deberán realizar compromisos para lograr el objetivo.
Villegas ha asegurado que los autores del asesinato del policía Carlos Andrés Rubio, de 19 años, fueron con casi con total seguridad miembros de las milicias urbanas del grupo armado. El ataque se produjo cuando el joven custodiaba una subestación eléctrica en el sector de Torca, en el norte de la capital, y pusieron explosivos cerca del cadáver. Según el relato oficial que ha realizado en rueda de prensa el jefe de la Policía de Bogotá, Hoover Penilla, cuando los otros policías se acercaron al cuerpo, los supuestos guerrilleros detonaron la carga explosiva, causando heridas a cinco agentes.
El ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos mantienen desde 2014 conversaciones para un futuro acuerdo de paz que ponga fin a un conflicto armado de más de 50 años, como el alcanzado este año con las FARC. Tras acordar en marzo el inicio de la fase pública las conversaciones, tenían previsto ponerlas en marcha el 27 de octubre en Quito, Ecuador, pero Santos decidió suspenderlas hasta que el ELN no libere al ex congresista secuestrado Odín Sánchez.
Después de destacar el «balance de los esfuerzos del ELN por la paz de Colombia en el último año», se refirió al «esfuerzo por la paz» que han hecho también Venezuela, Ecuador, Cuba, Noruega, Chile y Brasil en calidad de negociadores para alcanzar la paz en Colombia. El ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos mantienen conversaciones de paz desde enero de 2014 que culminen con el fin del conflicto armado de más de medio siglo, en el mismo sentido que el histórico pacto alcanzado por el Ejecutivo colombiano con el principal grupo armado de las FARC cerrado definitivamente en noviembre.
Tras acordar en marzo el inicio de la fase pública de las conversaciones, ambas partes – ELN y Gobierno – tenían previsto cerrar un acuerdo de paz el 27 de octubre en Quito, Ecuador, pero el presidente Santos decidió no suscribirlo mientras el grupo no libere al excongresista secuestrado Odín Sánchez. Por su parte, el ELN pide el indulto de dos rebeldes presos. «Pese al clima difícil y contrario a la paz, acudiremos puntualmente a la cita entre las dos delegaciones, el 10 de enero, en Quito», añadió la guerrilla en su mensaje de fin de año, refiriéndose a la fecha en que está previsto que se reinicien los contactos entre las partes para establecer la mesa de diálogo. Además, el ELN insistió en la necesidad de decretar un cese al fuego bilateral durante las negociaciones, un planteamiento al que el gobierno colombiano siempre se ha opuesto.
«La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado», comenzó diciendo Santos en su discurso de agradecimiento por el Nobel de la Paz que, añadió, recibía «en nombre de las víctimas» y que dedicó a los negociadores del Gobierno de Colombia y a los de las FARC por hacer posible acabar con un conflicto de más de 50 años que causó 260.000 muertos.
«El verdadero premio es la paz de mi país. ¡Ése es el verdadero premio!» exclamó en otro momento de su alocución ante una sala abarrotada en la que se encontraban familiares y representantes de las víctimas de las FARC, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y la representante de la Cámara, Clara Rojas, ambas secuestradas en 2002 por la guerrilla de las FARC y liberadas en 2008. En otro momento del emotivo discurso, Santos pidió a las víctimas del conflicto presentes en la sala que se pusieran de pie para recibir por parte de los asistentes al acto una cerrada ovación como gesto de homenaje a todas ellas, la presentes y la ausentes. Importante mensaje también el que mandó Santos a la comunidad internacional cuando dijo que el acuerdo con las FARC en Colombia demuestra que es posible alcanzar la paz en países en guerra como Siria, Yemen o Sudán del Sur, «es un rayo de esperanza en un mundo afectado por muchos conflictos y demasiada intolerancia».
A la ceremonia no acudió ningún representante de las FARC pero la vicepresidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen, elogió al comandante en jefe marxista Rodrigo Londoño, alias Timochenko, «por haber manifestado su pesar de forma clara y sin reserva por los padecimientos que las FARC han causado a la población civil».
El debate se extendió durante más de 13 horas, en el que «fueron escuchados todos los sectores políticos, líderes del NO y del SÍ, organizaciones civiles, sociales, víctimas, y juventudes», informó el Senado. La Cámara calificó la sesión de «día histórico», en el que se debatió «el tema más importante para Colombia, la refrendación de la paz». Un debate, «con ideas, un debate en el que se dieron todas las garantías a la oposición».
Durante la larga sesión intervinieron el jefe negociador Humberto de la Calle Lombana; el Alto Comisionado para la Paz Sergio Jaramillo; el exministro y delegado para los diálogos con el ELN Juan Camilo Restrepo; el excandidato Óscar Iván Zuluaga y algunas personalidades de la sociedad civil y algunos líderes regionales, entre otros. Participaron también representantes del Gobierno y de los distintos partidos como los dirigentes del Centro Democrático, Iván Duque y Álvaro Uribe, formación que finalmente no votó. El ex presidente de Colombia recordó los puntos que sugirió su partido para que se llegara a un “Acuerdo Nacional”, como el de la elegibilidad política y el pago de una pena alternativa, aspectos que en su opinión «terminarían por blindar y dar la seguridad jurídica que los desmovilizados necesitan».
La fotografía cambiará. Si la firma del pacto original el 26 de septiembre en la caribeña ciudad de Cartagena contó con la presencia de 2.500 invitados, a la firma de esta segunda versión sólo acudirán expresidentes colombianos, legisladores, magistrados, víctimas del conflicto armado y representantes de organizaciones sociales. La renogociación del texto ha puesto de manifiesto la fractura evidente entre dos sectores de la élite política y una sociedad que oscila entre el perdón y el castigo. El nuevo texto sigue manteniendo el modelo de justicia transicional que permitirá penas alternativas para responsables de delitos de guerra y de lesa humanidad a cambio de verdad, pero precisa las reglas y las áreas de restricción de libertad para los condenados. Además, las FARC se comprometen a entregar un listado de sus bienes de antemano y un reporte detallado sobre su participación en el narcotráfico. Sin embargo, se mantiene uno de los puntos más criticados por los partidarios del ‘no’, las garantías para que los exguerrilleros depongan las armas y puedan hacer política. La decisión de refrendar el acuerdo en el Congreso, tomada por las FARC y el gobierno, fue rechazada por quienes se oponen al pacto, liderados por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe. Para el derechista Centro Democrático, partido de Uribe, se dio un «golpe a la democracia al negar» la refrendación popular del nuevo acuerdo.
Según el acuerdo, tras la firma las FARC deberán comenzar a agruparse en los próximos días en las zonas donde dejarán progresivamente sus armas durante los próximos seis meses, bajo supervisión de la ONU. Sin embargo, la paz no estará completa mientras siga activo el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), con el que el gobierno intenta iniciar una mesa formal de diálogo desde hace meses.
La oposición mantiene que si algunas de sus demandas no forman parte del texto final, “será un mero refrito del acuerdo rechazado por los ciudadanos”. El dirigente conservador ha dicho que la oposición está dispuesta a reunirse con delegados de la guerrilla que llegaron el lunes a Bogotá para preparar la firma del nuevo acuerdo de paz. El documento incluye cambios que afectan a 56 de los 57 puntos planteados por la oposición, según el Gobierno. Santos, que ganó el Premio Nobel de la Paz en octubre, dijo que el acuerdo será presentado al Congreso el miércoles para su discusión.
Los colombianos rechazaron, contra todo pronóstico, el histórico primer acuerdo de paz firmado entre el Gobierno de Santos y los líderes de las FARC, en un referéndum celebrado el 2 de octubre. Colombia vivió un cruento conflicto armado durante más de 50 años que dejó 260.000 muertos, más de 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
Tras el resultado contrario al acuerdo de paz, el propio Santos expresó su deseo de dialogar con todos los sectores de la sociedad colombiana para rehacer el pacto y lograr una paz definitiva y duradera para el país. Una voluntad que ha reiterado ahora al subrayar que “en un diálogo abierto y democrático, lograremos la reconciliación y la paz que queremos y merecemos los colombianos para seguir avanzando hacia la unión, hacia la reconciliación sobre las bases de un nuevo acuerdo». Un diálogo que ha servido al Gobierno para escuchar las inquietudes ciudadanas. Para el presidente es importante acelerar el proceso de paz y por eso ha enviado durante el fin de semana a La Habana un segundo grupo de negociadores para abordar cuestiones concretas. «Por eso les dije a los negociadores: ‘Métanle el acelerador'», comentó en tono informal, aprovechando un acto con campesinos en la región de Santander a quienes escuchó sus propuestas para mejorar el acuerdo de paz.
El 2 de octubre, el 50,21% de los colombianos votó ‘no’ al acuerdo de paz, dejándolo sin efecto. Ahora, el objetivo del Gobierno es reabrir las negociaciones con las FARC pero con una delegación más plural en la que participen también los partidarios del ‘no’.
«Espero que podamos avanzar en acuerdos y diálogos para concretar los arreglos que nos permitan poner en marcha la solución a este conflicto», añade Santos. El alto el fuego ya caducó el pasado 2 de octubre, aunque el Gobierno colombiano se vio en la obligación de prorrogarlo como una medida especial. La nueva fecha también ha sido confirmada por el Ministerio de Defensa del país, pero se reserva el derecho a volver a prorrogarla. Las palabras de Santos han sorprendido incluso al líder de las FARC: «¿De ahí en adelante continúa la guerra?», ha dicho en las redes sociales.
El resultado del plebiscito en Colombia, con una victoria ajustada e inesperada del NO, sume en la depresión a los partidarios del refrendo de los Acuerdos de La Habana. No obstante, la votación ha sido tan pareja que, muestras de tristezas y alegrías aparte, hacen casi imposible una vuelta al punto de partida inicial de hostilidades. Los acuerdos serán el núcleo de cualquier futuro pacto, sea tras renegociación o Asamblea Constituyente. Y es impensable que las FARC (que en Twitter han asumido un tono conciliador tras conocer el resultado) interpreten esta derrota como una señal distinta de que, lejos de dar por muerto los acuerdos, han de profundizar en ellos sin sobreactuaciones ni contriciones de última hora. Dependerá también de la diplomacia que decidan mostrar los vencedores de hoy.
«El amor que llevamos en el corazón es gigante y con nuestras palabras y acciones seremos capaces de alcanzar la paz», dijo la organización en un mensaje publicado en twitter cuando el escrutinio llegaba a su fin. En declaraciones a Radio Caracol, el líder de las FARC, conocido como ‘Timochenko’, aseguró que el grupo armado que ha causado el terror en el país durante más de 52 años, mantiene «su voluntad de paz y reitera su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”.
Por su parte, el presidente Santos anunció que los jefes negociadores del proceso de paz regresarán a La Habana, Cuba, este mismo lunes. “He dado instrucciones al jefe negociador (Humberto de la Calle) y al Comisionado de Paz (Sergio Jaramillo) para que viajen mañana mismo a La Habana a mantener informados a los negociadores de las Farc sobre los resultados de este diálogo político”. Además, dijo que hará una gran convocatoria a los partidos políticos para conciliar la polarización del país. El ex presidente Álvaro Uribe, que ha hecho campaña por el ‘No’, manifestó su deseo de trabajar por un «gran pacto nacional».
«Las rivalidades y rencores deben quedarse en el pasado. Hoy, más que nunca, lamentamos tanta muerte y dolor ocasionados por la guerra. Hoy, más que nunca, queremos abrazarlos como compatriotas y comenzar a trabajar unidos por la nueva Colombia», ha dicho «Timochenko». Su anuncio se produce tras el fin de las negociaciones del acuerdo de paz con el Gobierno de Colombia, el cual será sometido a plebiscito el próximo 2 de octubre.
“Le estamos entregando al pueblo la última palabra sobre la paz de Colombia. Serán ellos los que digan: ‘sí’, queremos la paz”, dijo Santos. “No tenía esa obligación legal, pero es moral, porque soy un demócrata”, agregó. Desde hace casi cuatro años, cuando se iniciaron las negociaciones de paz, las FARC han declarado varios alto el fuego de forma unilateral, el último de los cuales se ha mantenido desde el pasado 20 de julio.
El acuerdo deberá ser enviado al Congreso, que será el encargado de convocar el plebiscito para su puesta en vigencia. Antes de ello, las FARC lo presentarán en una Conferencia Nacional, en la que deben aprobar el texto y refrendar su decisión de dejar la lucha armada. «Logramos un acuerdo que, por donde se mire, es infinitamente mejor que continuar la guerra”, ha afirmado el mandatario Santos en una declaración transmitida por televisión, desde Bogotá, tras el anuncio de la conclusión de las negociaciones.
El texto del acuerdo final será remitido al Congreso para que se convoque un plebiscito de manera que los ciudadanos expresen su apoyo o su desaprobación. El Gobierno de Colombia quiere que esa votación se realice a más tardar a inicios de octubre. Las FARC también presentarán ante un congreso interno este documento, en el que se establece su renuncia a la lucha armada para transformarse en una organización política.
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