El pensamiento en lucha
«Si la derecha se quiere armar de verdad, en lugar de convertir la batalla cultural en un intercambio de zascas con la izquierda, debe comenzar a generar ideas»
«Si la derecha se quiere armar de verdad, en lugar de convertir la batalla cultural en un intercambio de zascas con la izquierda, debe comenzar a generar ideas»
«Cómodamente se encolumnan detrás de toda la lista de ideas ‘buenistas’ mientras dicen estar disputando una lucha contra un enemigo que ya no existe»
«No estamos ante una guerra entre culturas, estamos ante una guerra entre la libertad y el autoritarismo, ante la democracia y el dogmatismo»
«Constitucionalistas, liberales, católicos, rebeldes antisistema: todos pueden convivir en la lucha contra el avasallamiento del izquierdismo-separatismo»
«Hay que ser demócratas antes que socialistas, o sea, hoy sanchistas. Y eso significa aceptar el pluralismo y no comulgar con ruedas de molino»
«Las reivindicaciones se han ‘psicologizado’: ante la imposibilidad de intervenir en la realidad material, la izquierda se ha resignado a intervenir en la cultura»
«La marca herética y rosa de Podemos ha porfiado desde el Gobierno no solo en fabricar pobres, sino también en estigmatizar a empresas y empresarios»
«Las maneras de postrarse ante el poder –el que sea– son en España un verdadero kama-sutra. Del servilismo a la contemporización caben todas las posturas»
«Que Benjamin, atormentado crítico que dedicó parte de sus estudios a especular influya tanto en nuestra izquierda, como que no suena muy creíble»
«Es necesario un partido de izquierda socialista ante la perplejidad que suscita el actual PSOE. Sumar debe ser un nuevo partido, no una coalición de grupúsculos»
«Menos hablar, dialogar, deliberar, los políticos hacen de todo: hacen reír, se ensimisman en su narcisismo y embisten. Todo ello bajo el aplauso de los suyos»
«Mentir de forma descarnada se ha convertido en una estrategia legítima. Se trata de apelar a causas moralmente superiores, aun recurriendo a la impostura»
«Desde la Transición, el PSOE ha pasado de ser un partido socialdemócrata serio a uno desnortado, errático, que avanza sin brújula, dando bandazos»
«Nunca entendí los artículos de Marías como los de un hombre irritado -como lo descalifica Lindo-, sino como los de un hombre estupefacto ante la barbarie»
«Parece evidente que subordinar la política a una determinada idea del Bien está causando un grave perjuicio a las democracias occidentales»
En una escena de Rojos, la adaptación al cine que Warren Beatty dirigió y protagonizó en 1981 de la crónica Diez días que sacudieron el mundo, alguien pregunta por qué es a la Rusia zarista y en guerra a donde hay que ir para entender el momento histórico, a lo que John Reed responde…
Benditos sean los aniversarios, pues ellos nos permiten coser recordar el pasado, e incluso coserlo con la más fulgurante actualidad. Así, las ocho décadas de la muerte de Antonio Gramsci, aunque no sea un guarismo muy redondo, nos cuadra con el fenómeno Podemos, que tanto debe a este cadáver enterrador del marxismo.
Antonio Gramsci (1891-1937) fue un hombre de convicciones férreas que antepuso sus propias ideas a la vida misma. Puede decirse de él que fue un hombre valiente, genuino, de una inteligencia inusual, y su espíritu romántico lo llevó a despreciar a aquellos que no compartían su ímpetu.
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