Calor
El rompimiento de gloria
Siempre se dice que las tormentas de este verano no las hemos visto nunca. No es cierto. Son tan recurrentes como la sucesión del día y la noche o las estaciones. Pero necesitamos la exageración popular porque seguimos creyendo que hay un misterioso señor de las ventiscas que está por encima de nosotros.
La hola de calor
La gran discusión es si la actual ola de calor es o no un síntoma del calentamiento global. Se trata de una hipótesis grandiosa que requeriría haber compilado datos de toda la superficie de la Tierra (mayormente marítima) durante los últimos siglos. No los tenemos.
Cansarse de Londres, cansarse de la vida
Volveremos a Londres una y otra vez, a sabiendas de que no es placentera, ni agradable, ni fácil ni gozosa pero sí sencillamente- magnífica
¡Qué calor!
Creo que me voy a dar una escapada al famoso muelle de Brighton y aprovecho para ir a saludar a Fábregas, Diego Costa y Filipe Luis que huyeron del calor de la península para ponerse a la orden de Mourinho esta próxima temporada con el Chelsea.
La vuelta atrás
La edad de aprender es la primera, cuando nos íbamos a la Gran Vía en verano, y al subir nos encontrábamos al calor bajando por la calle, ese sopor soleado que asfixia a la Gran Vía tras el viento que suele soplar, como si diera al mar, en las esquinas de la plaza de España.