Lange no se rindió cuando el año pasado un cáncer le quitó un pulmón; mantuvo intacta su pasión por el mar, las regatas y sobre todo, sus inagotables ganas de vivir. Estas son las sextas olimpiadas en las que compite este medallista, cuya primera participación en en los Juegos Olímpicos fue en Seúl 1988, seguido por Atlanta 1996 y Sydney 2000. En Atenas 2004 y Pekín 2008 logró la medalla de bronce en vela, pero este año en Río, por fin, ha conseguido su esperada medalla de oro junto con su compañera Cecilia Carranza en la categoría Nacra 17. Según recoge la BBC, el regatista argentino asegura que su pasión por la vela le ayudó a superar la enfermedad: «Mi filosofía y lo que ha aprendido con el deporte me ayudaron muchísimo. Haciendo vela aprendes a sufrir de cierta manera, a atravesar momentos difíciles y mantenerte en pie y seguir luchando».