Xavier Vanneste, director y heredero de la antigua fábrica de cervezas Halve Maan, comenta en declaraciones al diario The Guardian que «todo el mundo pensaba que no era más que un sueño, una broma, algo absolutamente imposible de llevar a cabo». Sin embargo, aquel sueño está a punto de hacerse realidad, y la tubería empezará a bombear cerveza bajo la ciudad belga a partir de septiembre. Al principio, el proyecto encontró ciertas trabas porque Brujas consta como ciudad patrimonio mundial de la UNESCO, y resultaba difícil lograr que una empresa privada obtuviera los permisos necesarios para realizar trabajos bajo las calles adoquinadas y los edificios medievales de la localidad. El alcalde, Renaat Landuyt, asegura que su primera reacción al conocer el proyecto fue exclamar»oh, Dios mío, ¿en qué están pensando?», pero que después se percató de que el plan reduciría drásticamente el número de camiones transportando la solicitada bebida dentro y fuera de la ciudad. Finalmente, el proyecto soñado de Vanneste ha conseguido llevarse a cabo y más de 2 kilómetros de cerveza viajarán cada día bajo las calles de Brujas.