Atrévete a aburrirte y otras enseñanzas de Pascal
«Rodeados como estamos de publicidades, vídeos, textos, canales que reclaman nuestra atención, la propuesta no nos puede resultar más revolucionaria»
«Rodeados como estamos de publicidades, vídeos, textos, canales que reclaman nuestra atención, la propuesta no nos puede resultar más revolucionaria»
Desconocida sonríe cuando llegamos, nos da dos besos, pone la mesa junto a sus hijas, se levanta para ir al baño, habla como una más sobre su plato. Nada extraño en su conducta, que es la de costumbre. Parece una noche como todas las que han sido y las que vendrán. Pero en los postres Desconocida nos cuenta que su cáncer ha empeorado. La metástasis ha colonizado su cerebro de cincuenta y nueve años. Lo relata con sufrimiento, pero su rostro irradia calma
José Antonio Fortea Cucurull, nacido en Huesca en 1968, es un sacerdote católico y teólogo experto en demonología, especializado en exorcismos. Dedicó varios años de su vida a este ministerio, aunque ya no practica estas técnicas.
Reconozco que me cae bien el papa Francisco. ¿Cómo podría no hacerlo un hombre tan dicharachero, tan paternal? En un mundo repleto de gritos, es reconfortante contar con un líder como él, tan bienhumorado (o, al menos, bienhumorado hasta que le mencionas el liberalismo, que parece ser de las pocas cosas que le excitan cierta agresividad). Me imagino perfectamente a Jorge Bergoglio como un buen cura de mi parroquia, alguien con quien sentarte a tomar pastas en torno a las faldillas de la camilla mientras el invierno castellano, fuera, arrecia, enciende un poco el brasero, Jorge, anda.
Si, como dice Manuel Arias en su reciente La democracia sentimental (Página Indómita, 2016), las ideologías son “atajos cognitivos” que simplifican y empaquetan una realidad cuya complejidad lo exige para que podamos asimilarla y lidiar con ella, lo primero que ha de hacer un partido político al representarlas es cumplir ese mandato básico: no añadir bruma y ruido a lo que ya de por sí nos desborda cada día. El PSOE, más que un “atajo cognitivo”, ha sido este año una “distracción decepcionante”. No ha sido ningún faro contra la incertidumbre, sino la incertidumbre misma.
Amanece tras una noche mágica, para los niños y para los adultos con sensibilidad. Llamándome como me llamo y siendo mi santo desde que tengo uso de razón es un día más que especial para mí. Siempre me he dado mucha cátedra con los niños en materia regia y he presumido de una influencia inexistente para que mi mediación con Sus Majestades tuviera éxito. Los sueños, sueños son, y muchas veces se hacen realidad.
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