En el juicio celebrado en 2015 se demostró que este depredador -policía en activo hasta 1998- violó y mató al menos a 22 mujeres entre 1994 y 2000 en Angarsk, una localidad de poco más de 230.000 habitantes en la región siberiana de Irkutsk. El pasado 27 de diciembre, un tribunal de Irkutsk ha prorrogado el arresto del maníaco -que ya cumple cadena perpetua, la pena máxima que se aplica en Rusia-, a la espera de que se celebre el nuevo juicio.
Los investigadores han completado diversos peritajes forenses y han dado por probada la culpabilidad del asesino, que se ha denominado a sí mismo como “El Purgador”, al afirmar que sólo mataba a “mujeres de vida disipada”. En el año 2000 se quedó impotente tras contraer una enfermedad venérea de una víctima, pero siguió matando hasta 2010.
Tras hallar y exhumar los cadáveres de las víctimas, las autoridades ya han presentado cargos contra él por 47 de los 59 asesinatos confesados en prisión.