El PPE suspende al primer ministro húngaro, Viktor Orban, tras sus ataques a Juncker
La suspensión se produce tras múltiples polémicas con la Comisión Europea
La suspensión se produce tras múltiples polémicas con la Comisión Europea
En La deriva reaccionaria de la izquierda (Página Indómita, 2018) Félix Ovejero desgrana con tino la irracionalidad que se ha apoderado de buena parte de la izquierda, que ha dejado de lado –para que lo recoja la derecha- un bien demasiado valioso: la sensatez.
Pedro Sánchez ha empezado a hacer precampaña y ha llamado a la movilización «serena» y «firme» de toda la izquierda para ganar las elecciones y proponer un horizonte de progreso para la mayoría social frente a la involución que representan las «tres derechas».
Los futuros votantes, aquellos pertenecientes a la Generación Z, tienen puntos de vista más progresistas que los de generaciones anteriores, incluidos los millennials. Y los tienen incluso los que se consideran votantes de derechas. Lo dice un informe publicado por el Pew Research Center en Estados Unidos, que apunta que aunque coinciden en muchos puntos con los millennials, en cuestiones raciales y de género, y sociales en general, son mucho más progresistas que sus antecesores.
La evolución del Frente Nacional, la relación entre los Le Pen y el crecimiento la ultraderecha francesa, tres matices de una sola historia.
Generalmente se pensaba que los populistas, una vez alcanzado el poder, no podrían cumplir sus promesas o implosionarían por sus contradicciones. No está siendo así en Italia y tampoco es el caso de Donald Trump en sus dos primeros años como presidente de los Estados Unidos. A Trump no le ha temblado el pulso para alterar el orden liberal internacional amenazando a China, por sus abusos comerciales, con una guerra de aranceles. Tampoco ha dudado a la hora de poner en riesgo el atlantismo, cumpliendo el deseo de parte de la izquierda europea de enterrar el TTIP y exigiendo un mayor compromiso presupuestario a sus socios en la OTAN. Y esa misma actitud le ha servido para redefinir el NAFTA.
El candidato del Partido Popular, Juanma Moreno, ha sido investido esta tarde presidente de la Junta de Andalucía. El operativo que participa en las tareas de rescate de Julen, el niño de 2 años que cayó el pasado domingo a un pozo en Totalán, Málaga, ha optado por entubar la prospección tras surgir dificultades técnicas para abordar la construcción de los dos túneles previstos.
El candidato del Partido Popular, Juanma Moreno, ha sido investido esta tarde presidente de la Junta de Andalucía. El operativo que participa en las tareas de rescate de Julen, el niño de 2 años que cayó el pasado domingo a un pozo en Totalán, Málaga, ha optado por entubar la prospección tras surgir dificultades técnicas para abordar la construcción de los dos túneles previstos.
El análisis a grandes rasgos es ya un lugar común. Al margen de la oposición izquierda-derecha, el gran eje de nuestro debate político es el que viene marcado por la oposición entre partidos del sistema (reformistas, moderados, liberales, globalistas-europeístas) y los partidos contra el sistema (populistas, anti-élites, radicales, eurocríticos, identitarios). Dicho de otro modo: macronismo-bannonismo.
La vida te da sorpresas, pero entre ellas no está que los tiempos cambian y las modas mutan y lo que ayer fue ensalzado hoy podría cosechar denuestos. De manera que, tras el sexenio largo del funcionario Rajoy y unos meses de sanchismo, llegaron las últimas elecciones andaluzas y cual San Nicolás algo anticipado repartió una pedrea de pasmos: la comunidad autónoma más sólidamente socialista daba a los tres partidos de centro y derecha 200.000 votos de ventaja frente al socialismo-podemismo; la división del centro-derecha (que, recordemos, no significa lo mismo que centroderecha), lejos de perjudicar a este espacio político en número de escaños, le daba la mayoría absoluta; y la suma en porcentaje de votos de Partido Popular, Ciudadanos y Vox rozaba con un 49,99 % esa misma mayoría.
El año 2019 nos depara retos interesantes y decisivos y para poder estar preparados decidimos echar un vistazo adelante con la ayuda de 18 expertos en áreas que van desde la ciencia y la tecnología, hasta la cultura y los medios.
2018 cierra con la adopción de dos medidas que pondrán a prueba la fortaleza de la unión monetaria a partir del próximo 1 de enero cuando cumpla 20 años de existencia. Tal y como estaba previsto, el Banco Central Europeo (BCE) pone fin a su programa de compra de deuda de las diecinueve economías que forman la zona euro. A modo de relevo, sus gobiernos han pactado hace pocos días un descafeinado acuerdo sobre los mecanismos de defensa de la moneda común, que supone algunos avances en la unión bancaria pero deja en el aire la deseada integración fiscal.
Acertar una predicción política es como ganar a la ruleta: dan ganas de volverlo a intentar. Hará cosa de dos meses predije aquí mismo que al auge de Vox proseguiría de darse las cuatro condiciones que podían auparlo; esas condiciones se dieron y ese auge se produjo el domingo, en Andalucía. De modo que voy a volver a probar.
La irrupción de Podemos en 2014 hizo tambalear el escenario político español. El programa que presentaron a las elecciones al Parlamento Europeo incluía algunas medidas que sembraron cierta inquietud, sobre todo cuando en algunas encuestas posteriores aparecieron como ganadores de las elecciones generales.
Los resultados que se han producido en Andalucía tendrán una clara influencia en el ciclo electoral que ahora se inicia. Comienza una etapa en la que se redefinirá el mapa de la representación política en toda España. La incertidumbre estará presente en estos próximos meses, y la única certeza es que casi nada es como fue y casi nada es como será.
La primera y más evidente conclusión de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 es que la democracia española ya es multipartita. Todavía hay dos grandes partidos hegemónicos, PP y PSOE, sí, pero ya existen otras tres formaciones políticas nacionales de enorme relevancia. Y también son cinco, al menos, las grandes paradojas que arrojan los sorprendentes resultados de esta jornada electoral.
Susana no era Susana. Susana era el producto de una sociología, casi de una orogenia, las lentas masas de la tierra que habían ido creando esa forma perfecta del PSOE andaluz, paternalista y providente, acariciador y consolador. Susana era su mejor producto, en realidad. La perfección de esa manera de hacer política sin política, sino con una mezcla de raíces sentimentales y calderilla regada que encandilaba al pueblo. Pero hasta ella ha caído.
La llegada de líderes ultra, ajenos al sistema, se interpretó primero como un hecho insólito, producto de una modernidad desbocada por la crisis y la aceleración del tiempo histórico.
Sergio del Molino vuelve a la reflexión sobre España, esta vez desde su fronteras, mostrando las arbitrariedades que ocurren en ellas.
Cerramos la semana con un resumen sobre qué suponen los resultados de las elecciones de Estados Unidos. Los demócratas ganaron el control de la Cámara de Representantes y los republicanos salieron reforzados en el Senado, la otra parte del Congreso.
Cerramos la semana con un resumen sobre qué suponen los resultados de las elecciones de Estados Unidos. Los demócratas ganaron el control de la Cámara de Representantes y los republicanos salieron reforzados en el Senado, la otra parte del Congreso.
Ha vuelto a suceder. Un ultra indisimulado gana unas elecciones aupado por la ola reaccionaria que recorre gran parte de Occidente. Jair Bolsonaro será el próximo presidente de Brasil después de haber dicho, entre otras cosas, que el destino de los partidarios de su rival del Partido de los Trabajadores era irse del país, o que un policía que no mata no es un buen policía.
Han llegado las midterm elections, es decir, las elecciones legislativas de Estados Unidos, comicios que suceden cada dos años en medio del mandato presidencial. El proceso electoral está lleno de expectativas ya que se ha convertido en una especie de referéndum sobre la política del presidente Donald Trump. Este ha afirmado: «En cierto modo estoy en la papeleta».
Así quiere convencer Obama de votar a favor demócratas en las ‘midterms’
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¿Son las ‘midterms’ del 6 de noviembre las elecciones más importantes del año? Aquí te damos las claves para entender qué se vota.
Vox quiere escribir su apunte en la historia del fin del bipartidismo, y el gentío de Vistalegre más los apuntes de las encuestas le otorgan cierta esperanza de conseguirlo.
Elegido embajador de Tabarnia en su ciudad natal, José Manuel Soto declara en un medio digital sevillano que se siente “un poquito como los cantautores que hacían canción protesta en los años sesenta”. Obviamos la diferencia primera, que es ética y política: en aquellos años hubo dictadura autoritaria donde hoy hay democracia liberal. Obviamos la diferencia segunda, que es estética: el interés que sugieren las canciones de unos comparado con las canciones del otro: donde antes escuchábamos reivindicaciones hoy tan sólo oímos folclore. Y que no podemos equiparar la censura franquista con el aburrimiento de tuiteros desahogados, que es lo que muchas veces pretende nuestro cantante embajador: posicionarse como alguien que sufre por decir sus verdades. Todo, apuntamos, por comentarios con faltas de ortografía en una red social.
No todos los medios afines al Partido Republicano son como Fox o Breitbart. 10 publicaciones indispensables para entender a la derecha estadounidense.
Viajé en un Blablacar con alguien que me dijo que no había votado nunca y que pensaba que “cuanta más gente vota, peor es el resultado.” Era alguien formado, viajado, con intereses cosmopolitas. Yo le respondí con algunos clichés que he interiorizado: que la democracia no está hecha para que salga el mejor resultado, sino para que simplemente todos tengamos voz y participemos; le dije la frase de Churchill que realmente no es de Churchill: “la democracia es el peor sistema de gobierno a excepción de todos los demás.” Pero me sentí en cierto modo impotente. Algo tan obvio me resultaba difícil de explicar de manera breve y convincente. Él aceptó que era un mal menor, y yo acepté que el votante racional obviamente no existe. Pero no supe explicar por qué creo en la democracia sin usar abstracciones o metáforas (quizá porque no soy alguien especialmente persuasivo).
Ser zurdo no es fácil. La vida cotidiana está pensada y hecha para los diestros por no hablar de que a lo largo de la historia, quienes usaban la mano derecha para manejarse en el día a día estaba mal visto. Los castigos han estado presentes hasta hace poco.
Cuando Mariano Rajoy decidió en 2015 renovar la cúpula del PP colocando a un grupo de millennials en puestos de responsabilidad por aquello de dar una imagen más moderna al partido, entre ellos se encontraba Pablo Casado, quien ahora, a sus 37 años, ha sido elegido presidente del PP tras ganar las elecciones primarias a Soraya Sáenz de Santamaría, la preferida de Rajoy.
Pablo Casado ha sido elegido este sábado presidente del Partido Popular en sustitución de Mariano Rajoy, durante el XIX Congreso Nacional del PP celebrado en Madrid, tras un proceso de primarias novedoso en las que se ha impuesto a Soraya Sáenz de Santamaría con diferencia en la votación de los 3.082 compromisarios.
Confieso mi interés por Vox. No mi interés personal, que ese no lo confieso. Sino el del analista. Por tres razones. Primera, porque creo en la democracia representativa y considero una anomalía de nuestro sistema que el pensamiento liberal-conservador español, muy vivo en la sociedad civil, no tenga representación nítida. Nuestro arco parlamentario va de corrido desde la izquierda menos recatada y la socialdemocracia, pasando por el centro reformista, hasta… pararse en seco. Las Cortes están cojas. En segundo lugar, Vox es una oportunidad de que esa derecha sociológica, tan fragmentada en milimétricas variantes de inmenso interés intelectual (democristianos, liberales, conservadores, tradicionalistas, distributistas, reaccionarios, etc.) encuentre un útil denominador común. Lo es porque la trayectoria de sus fundadores, encabezada por el liderazgo moral de Ortega Lara, no viene marcada por ninguno de los grupos clásicos de la derecha histórica.
El derechista Iván Duque y el exguerrillero Gustavo Petro se enfrentarán en segunda vuelta el 17 junio para para decidir quién será el próximo presidente de Colombia, después de que ambos candidatos fueran los más votados en las elecciones presidenciales celebradas el domingo
La derecha encabezada por el expresidente Álvaro Uribe, feroz opositor del acuerdo de paz con las FARC, ganó las elecciones legislativas de este domingo en Colombia, donde los exguerrilleros se estrenaron en las urnas con un pobre resultado.
El histórico avance de las fuerzas antisistema como el Movimiento 5 Estrellas y de partidos de extrema derecha como la xenófoba Liga Norte en las elecciones del domingo en Italia, han sumido al país en la incertidumbre política, con un centro-izquierda derrotado.
Pero Salvini también reivindica este puesto, asegurando que la Liga Norte quedará por delante de FI. La coalición, no obstante, no tiene garantizado que vaya a obtener la mayoría absoluta en el Parlamento.
La derecha italiana, con Silvio Berlusconi al frente, se ha presentado unida en una manifestación en Roma, en el mismo momento en que el Movimiento 5 Estrellas ha presentado un Gobierno virtual compuesto de expertos, informa AFP.
La coalición de derecha se sitúa entre las favoritas para vencer en las elecciones legislativas de Italia del próximo 4 de marzo, aunque no alcanzaría la mayoría para gobernar, debido al enorme número de indecisos, según los últimos sondeos publicados este viernes.
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