
El museo del fracaso de Suecia que expone a Donald Trump
Hay detalles que pasan desapercibidos por un tiempo, pero no eternamente. Cuando Donald Trump lanzó al mercado su propia versión del Monopoly, con su rostro presidiendo la carcasa, pensó que se convertiría en un éxito de ventas. Sin embargo, sus pronósticos fallaron. Ahora, este juego, que se llamaba Yo estoy de vuelta y tú despedido — Trump, el juego, forma parte de un museo que sirve de alegoría del fracaso.