El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado «enérgicamente todos los ataques y provocaciones contra ciudadanos y contra instalaciones de la ONU», se indica en un comunicado hecho público en la madrugada del domingo, en el que se añade la «necesidad de que los campamentos de Naciones Unidas establecidos para proteger a los civiles y al personal de la ONU queden a salvo» de los ataques. El Consejo ha lamentado y ha expresado sus condolencias a las familias de los miembros de la ONU que han muerto y han resultado heridos en los ataques a los campamentos de la organización internacional.
Sudán del Sur se independinzó de Sudán en el año 2011, convirtiéndose en el país más joven de África. Poco después de lograr la independencia, estallaron los primeros conflictos de índole étnico que derivaron en una cruel guerra civil en la que perdieron la vida 50.000 personas y dos millones de desplazados, según los datos oficiales. En agosto del pasado año se firmó una paz por la que se acordó designar presidente a Salva Kiir, y vicepresidente primero al que fuera líder rebelde, Riek Machar. El acuerdo, sin embargo, no ha impedido que en este tiempo se hayan producido enfrentamientos entre las dos facciones que, este fin de semana se han recrudecido en Juba, con el saldo de 272 muertos. El temor a una nueva guerra civil ha hecho que miles de personas hayan huído de sus casas para buscar refugio en los campamentos e instalaciones de la ONU, atacada también en los últimos días.