Si estás en África, mira al cielo
Hoy estoy cansado. Y como yo, imagino que cientos de miles de ciudadanos. La vida, sin dejar de ser maravillosa, se hace cada vez más espesa.
Hoy estoy cansado. Y como yo, imagino que cientos de miles de ciudadanos. La vida, sin dejar de ser maravillosa, se hace cada vez más espesa.
Por dura que fuera la vida antes, al menos había siempre el consuelo de la belleza. Ahora los hombres caminan con la cabeza baja, porque saben que arriba no hay nada que ver. Por robar, nos han robado hasta el cielo estrellado.
Si se fijan, solo nos quedan las estrellas…El mundo es un desastre y no solo por que está en guerra, por que no solucionamos nada, por que tenemos conflictos veraniegos, que solo nos preocupan cuando salimos de la playa…
Compartimos un mismo cielo, sí, pero soñamos deseos diferentes. El ser humano es el único animal que tropieza mínimo dos veces con la misma piedra, debido en gran medida a indigestiones de mala historia. Tenemos una tendencia -¿natural?- a propiciar el odio.
Los números de la suerte son para otros, cuántos ojos has mirado, cuántos amigos escuchándote, al teléfono, en bares, cafés, los pies tienen números distintos hasta un momento, no hay quién sepa cuánto has corrido, cuánto has besado…
Las leyes de la física y el paso del tiempo están dejando estéril a la galaxia Messier 106. Los gases que forman las nuevas estrellas se escapan, una huida en tintes violetas y azules imposibles, unos fuegos de artificio que se prolongarán por 300 millones de años más.
Dirán que no dejo de mirar el cielo. Pero es que aquí, no hay más que coronas, herederos y banderas.
Dirán que no dejo de mirar el cielo. Pero es que aquí, no hay más que coronas, herederos y banderas. Las coronas son cosa de cuento de la abuela. Príncipes de Beckelar, princesas que calzan zapatos de cristal. ¿Son felices y comen perdices? Nada más lejos de la realidad.
Belleza extrema y etérea. Celestial, desde luego, teniendo en cuenta que acabo de ver 8 apellidos vascos. Si tengo que elegir entre romances, me quedo de largo con el romance estelar. Mejor mirar las estrellas, me digo, después de ver el taquillazo del cine español.
Esta imagen, increíble y hermosa, se produjo a 9.000 años luz de la Tierra. Como saben, eso significa que la luz tarda un total de 9.000 años en recorrer la distancia que separa esta guardería de estrellas de nuestro planeta.
El telescopio espacial Gaia comienza a mapear las estrellas. Una cartografía compuesta por mil millones de puntos luminosos, que en realidad no representan más que el 1% de la población estelar de nuestra galaxia.
Desatracas, aparejas y te lanzas a la mar, la cubierta brillante, el casco ¨ni el mismo Dios podría hundirlo¨, con una eslora ridícula para la inmensidad a la que te enfrentas