«La ley de eutanasia regula la colaboración médica en actos que atentan contra la vida del paciente, alterando esa otra tarea del profesional sanitario: aliviar y acompañar en el trance del sufrimiento»
«La eutanasia debería ser un debate menos complejo que el del aborto porque al fin y al cabo lo que se plantea es el derecho de alguien a decidir sobre su propia muerte, sobre la de nadie más»
«Tener certezas sobre la propia muerte la desnuda del miedo y eso tiene mucho que ver con la dignidad humana, por eso la eutanasia debe concebirse como un derecho de la persona, no como un tratamiento médico»
«Hobbes afirmaba que era el soberano quien debía entregar los términos del debate, de modo que este fuese monocorde y así se evitasen las guerras»
«La gran transformación que tanto se desea tendría lugar si este encuentro repentino con la muerte nos volviera menos soberbios»
«Hablamos, en suma, de un terreno abandonado desde que todos nuestros argumentos éticos se basan en una sola cosa: rehuir el sufrimiento propio y ajeno, porque ya no sabemos darle sentido a ningún sufrimiento»
«Una sombra amenazará a quien quiera vivir hasta el último momento, hasta la última experiencia por dolorosa que sea»
Los medios han contado, aliviados, cómo las primeras informaciones sobre la muerte de Noa eran falsas: no murió en un protocolo de eutanasia. El alivio es comprensible
La eutanasia, entonces, es la consecuencia lógica de esta visión utilitarista de la vida humana. Y la muerte se convierte así en una trituradora, el desguace al que se arrojan las vidas “defectuosas”, que no son aptas para el consumo.