«Hemos bajado del pedestal a los hombres y mujeres de ciencia, y ocupan su lugar unos portavoces de no se sabe qué con tanta cara como ideología»
Nicolás Maduro, en su penúltima farsa, ha dado un nuevo paso para perpetuarse en el poder con la investidura más patética, dando por inaugurado su segundo mandato como presidente de la República de Venezuela, en una soledad absoluta, solo acompañado de los dictadores de Bolivia, Evo Morales, Nicaragua, Daniel Ortega y, evidentemente, Cuba, con Miguel Díaz-Candel.