
Irak


Yo, mi, me, conmigo
La ley del silencio se ha implantado en las calles de Bagdag. Nadie cuenta nada, nadie ve nada y por supuesto, nadie sabe nada. Hacen oídos sordos a todo lo que pasa a su alrededor.



Ayuno total de noticias
Siempre lo digo y nunca lo llevo a la práctica. Y me arrepiento de no tener la suficiente valentía para hacerlo. Me refiero a guardar ayuno total de noticias, ya provengan de los medios de papel, cine, televisión o Internet como remedio in extremis para sanear mi conciencia.

Crucificados en la era Internet
Presos crucificados, que pasarán a ‘muertos por la Religión’ en la misma era donde, en otra fotografía, jóvenes chinos tratan de “desintoxicarse” de su adicción a Internet, eso es billones de datos sobre todo, pero sin razón para ninguno.



La yijad y el vacío
Hace unos meses, la emblemática revista TIME sacaba en portada a Laverne Cox, nacida sin duda con otro nombre que no he podido averiguar, asegurando que la de la transexualidad es la próxima gran batalla de los derechos civiles. Oh, esto parece no tener fin.

Perdona a tu pueblo, Señor
En Siria, por ejemplo, el exceso de moderación te puede llevar al foso. De la peor manera, la más humillante y más sacrificada: la crucifixión. Y más aún para islamistas como los miembros del Estado Islámico de Irak y Levante.

El horror avanza
Las imágenes de Nigeria, de Siria, de Irak, de Sudán, de la India son cada día un poco más atroces. Secuestros, violaciones, asesinatos por parte de fanáticos religiosos o de rufianes de pueblo. Cadáveres expuestos en la plaza pública.




Ideología de género y espías
Las grandes multinacionales obligan al Pentágono y a los servicios secretos a trabajar para ellas, dentro y fuera de casa. Dentro, como digo, preparando actuaciones para reprimir a la sociedad civil en caso de conflictos provocados por el supuesto “cambio climático”.

Silencio en el infierno
Personas con nombre y apellido, sentadas y tumbadas en el suelo, esperan su muerte, inevitable, lejos de lo humano, allí donde la vida se convierte en una partitura tenebrosa, sangrienta, sin rastro de armonía.


La guerra icónica
Tenemos una fijación con Iraq. Hasta lo escribimos con , esa letra invasora. En la antigua Mesopotamia se sitúa uno de los focos de nuestra civilización mal llamada occidental. Allí nació Abraham, el patriarca de las tres religiones del Libro.

Que os den
El de Obama es un gesto como de cansancio. De dejadme en paz. De adiós-muy-buenas. Pero también podríamos verlo como un que-os-den. Hala. Que os den. El gesto del niño que ha hecho añicos el valioso jarrón de la dinastía Ming de sus padres.





El niño que vio la ejecución en primera fila
No tiene más de ocho años y va vestido de verde. El ISIS va a ejecutar a un prisionero en Mosul y nadie quiere perdérselo. Hay otros niños presentes y portando armas, pero este asiste en primera fila a tan solo unos metros. Otro lo intenta, pero no le dejan. Desde que el ISIS tomó el poder en Mosul, las ejecuciones a sangre fría que se hicieron populares en Siria son habituales en Irak. La ONU cree que en Tikrit se están produciendo cientos de ejecuciones, que podrían constituir un “crimen de guerra”.


Please
Habrá quien diga que deberíamos estar acostumbrados a imágenes como esta. Está loco o no ha salido de su acera. Un batallón de fanáticos con el poder en sus manos: un arma. Enfrente, otro batallón tumbado en el suelo esperando la muerte.
El califato islámico ha comenzado
El ISIS da un vuelco a la estrategia islamista: no somos una organización terrorista, sino un estado. Toda la verdad sobre la ruptura del ISIS y Al Qaeda y por qué se han convertido en una imprevisible amenaza, hasta reactivar la guerra de Irak. Para su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, no hay ninguna lucha: sencillamente ha comenzado el gran califato islámico de Irak y Siria y él es el encargado de administrarlo. La única ley es la sharia y el único mapa político que admiten es el que están trazando en estos momentos.



Obama, príncipe de las guerras
El año pasado el mundo registró el mayor número de enfrentamientos armados desde la Segunda Guerra Mundial. Menos mal que al comandante en jefe le dieron el premio Nobel de la Paz. Si le dan el de Literatura no habría biblioteca que sobreviviese a la hoguera.








