Uno de los nombres propios fue, sin lugar a dudas, el de Simone Biles. La gimnasta estadounidense logró entrar en el Olimpo de la Historia con sus cuatro oros y su bronce, dominando absolutamente este deporte en individual y por equipos. Estados Unidos, país al que representa Biles, volvió a quedar primero en el medallero, por victoria aplastante (121 frente a las 67 del segundo, Reino Unido). La actuación de España fue notable, logrando un decimocuarto puesto con 17 medallas, 7 de ellas de oro. De hecho, fue la segunda mejor actuación de España en unos Juegos Olímpicos tras Barcelona 92. A destacar, entre otros, Ruth Beitia en salto de altura, quien —pese a haber anunciado su retirada tras conseguir la 4ª plaza en Londres 2012— compitió por cuarta vez consecutiva en unos JJ.OO., alzándose en esta ocasión con la medalla de oro y convirtiéndose así en la primera campeona olímpica del atletismo español. Además, Carolina Marín, Rafa Nadal, Marc López, Mireia Belmonte, Maialen Chourraut, Marcus Walz, Saúl Craviotto y Cristian Toro llevaron a España al primer lugar en sus disciplinas.
Los Paralímpicos destacaron por la escasa presencia de espectadores en las gradas. En aquella ocasión, China se llevó la palma con 239 medallas. España quedó en duodécimo lugar con 32 medallas.