Unos 400 yihadistas se rinden en la ciudad siria de Al Raqa
Los 3.000 civiles que quedaban en la ciudad, que antes del estallido del conflicto en Siria en marzo de 2011 tenía unos 220.000 habitantes, han sido evacuados
Los 3.000 civiles que quedaban en la ciudad, que antes del estallido del conflicto en Siria en marzo de 2011 tenía unos 220.000 habitantes, han sido evacuados
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha advertido contra un riesgo de «guerra étnica y confesional» si el Kurdistán iraquí lleva a cabo su proyecto de independencia.
En Nueva York, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se ha declarado «preocupado» por el riesgo de desestabilización
Los ciudadanos kurdos de Irak han empezado a votar este lunes en el referéndum de independencia que debe abrir la vía hacia un Estado que reivindican desde hace casi un siglo.
Las autoridades de Estados Unidos han anunciado este jueves la emisión de 12 órdenes de detención contra otros tantos agentes de seguridad del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sospechosos de haber agredido el mes pasado en Washington a manifestantes kurdos pacíficos. Estos guardaespaldas y otros partidarios del mandatario turco fueron identificados en videos, ha precisado el jefe de policía de la capital estadounidense, Peter Newsham. El oficial ha calificado la actitud de los agentes de «ataque brutal contra manifestantes pacíficos», que se saldó con 12 personas heridas, entre ellas un policía.
Al menos 21 civiles que intentaban huir de la ciudad siria de Al Raqa, principal bastión yihadista, han muerto este lunes en un ataque aéreo, posiblemente lanzado por aviones de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El gobierno del presidente Donald Trump anunció el martes que armará a combatientes kurdos de Siria, a pesar de la intensa oposición de Turquía, su aliado en la OTAN y un actor político crucial en el Medio Oriente, que ve a los kurdos como terroristas.
Al menos 32 civiles y combatientes antiyihadistas han muerto este martes en varios ataques suicidas realizados por el grupo Estado Islámico (EI) contra un campo de refugiados y desplazados en el noreste de Siria, según un balance del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). «Al menos cinco kamikazes de EI se han hecho estallar cerca y dentro de un campo de refugiados iraquíes y de desplazados sirios en la provincia de Hasakah y luego han continuado combatiendo con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)», ha informado el Observatorio.
Una fuerte explosión ha sacudido este martes la ciudad turca de Diyarbakir, de mayoría kurda. La explosión ha tenido lugar cerca de un cuartel general de la policía y, según las primeras estimaciones de fuentes médicas, habría al menos cuatro heridos. La explosión se ha producido por un accidente en un taller de vehículos blindados, según la emisora CNNTürk. El incidente ha ocurrido cinco días antes del referéndum del próximo domingo sobre una ampliación de poderes del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
La canciller alemana Angela Merkel ha amenazó este lunes con prohibir a los responsables turcos participar en actos electorales en Alemania, como respuesta a las nuevas acusaciones realizadas por el presidente Recep Tayyip Erdogan este domingo que, en el marco de la profunda crisis diplomática entre ambos países, acusó la dirigente alemana de realizar «practicas nazis».
«Continuando con las operaciones que el Estado Islámico está llevando a cabo contra el protector de la frontera, Turquía, un heroico soldado del califato ha irrumpido en una de las discotecas más famosas donde los cristianos celebran sus vacaciones apóstatas», ha manifestado Daesh en un comunicado. Más allá de esta reivindicación, se mantiene la falta de informaciones concretas sobre el perfil del autor que, pese a lo que se había dicho en un primer momento, no entró en el club nocturno disfrazado de Papá Noel. Sobre su identidad nada se ha dicho salvo que, según ISIS es uno de sus combatientes. Previamente, el líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Murat Karayilan, había negado la implicación de alguna organización kurda en la masacre, según la agencia de noticias Firat, próxima al PKK.
Imágenes de vídeos hechos públicos permiten ver al asaltante antes de entrar en la discoteca disparando contra un policía y un civil que se encontraban en la puerta del exclusivo club Reina. Después comenzó a disparar contra las cerca de 700 personas que se encontraban en el lugar. La televisión NTV afirmó que el atacante había disparado entre 120 y 180 veces durante unos siete minutos sembrando el pánico, lo que hizo que incluso algunas personas se lanzaran a las gélidas aguas del estrecho del Bósforo para escapar de la matanza.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que la matanza buscaba sembrar el caos, pero ha prometido que el país no se doblegará ante la amenaza terrorista en la que, además de 39 muertos hay 65 personas heridas, algunas de extrema gravedad. Entre los fallecidos hay 27 extranjeros, ha informado la agencia de prensa turca Anadolu citando una fuente del Ministerio de Justicia. En cuanto a las investigaciones, el primer ministro turco, Binali Yildirim, aseguró que las pesquisas estaban siendo «muy minuciosas» para identificar al agresor. «Las operaciones de búsqueda del terrorista están todavía en curso. Espero que sea capturado rápidamente», declaró por su parte el ministro del Interior, Suleyman Soylu.
El ataque, ocurrido a pocas horas del Año Nuevo, golpeó al país que, en 2016 ya había sufrido una ola de atentados atribuidos al grupo autodenominado Estado Islámico y a rebeldes kurdos, además de un golpe de estado fallido y la represión posterior por parte del presidente Erdogan. Las autoridades turcas habían anunciado un despliegue de 17.000 policías en Estambul en el marco de los festejos del Año Nuevo ante el temor a un atentado en alguna ciudad europea.
La organización recuerda que el reclutamiento de niños menores de 15 años constituye «un crimen de guerra», aunque el menor se aliste de forma voluntaria. Según el informe, algunos niños han participado en los combates y otros han sido destacados en puntos de control o han sido destinados a tareas de limpieza o de preparación de las armas. La ONG resalta que, aunque estén en la retaguardia, los niños corren el riesgo de ser blanco de ofensivas porque, «en estas áreas, Turquía ha realizado ataques aéreos en su conflicto con el PKK. HRW también ha documentado casos de reclutamiento de niños por parte de grupos armados suníes y chiíes en Irak, incluyendo algunas milicias que participan en la batalla para arrebatar la ciudad septentrional de Mosul de las manos del IS.
Demirel es el presidente del grupo parlamentario del HDP, segunda formación opositora en Turquía. Por otro lado, el lunes Erdogan ordenó la detención de casi 200 miembros del HDP, entre ellos los jefes del partido en Estambul y Ankara, sospechosos de pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado grupo terrorista por el gobierno turco, o de transmitir su propaganda. El doble atentado del sábado cerca de un estadio de fútbol en Estambul, que dejó 44 muertos, en su mayoría policías, fue reivindicado por los Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK), un grupo cercano al PKK, que en los últimos meses ha llevado a cabo numerosos ataques, sobre todo en Estambul y Ankara.
Entre los detenidos figuran los jefes de la sección del partido de Estambul, Aysel Guzel, y Ankara, Ibrahim Binici, indicó la agencia. A principios de noviembre, los copresidentes del HDP, Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdag, y una decena de diputados de esta formación fueron detenidos en el marco de una investigación «antiterrorista» vinculada con el PKK. Los dirigentes del HDP, segundo partido de oposición en Turquía, son las dos figuras más prominentes detenidas desde la intentona golpista de mediados de julio, tras la cual el gobierno inició una purga masiva contra civiles y militares. Las detenciones tras el doble atentado que el sábado dejó 38 muertos, entre ellos 30 policías, y que fue reivindicado por el grupo radical kurdo los Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK).
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusa al HDP de estar estrechamente vinculado con el PKK y ha anunciado que ya no considera a esta organización, a cuyos miembros califica regularmente de «terroristas», como un interlocutor legítimo. Las detenciones han sido posibles después de que el parlamento turco votó en mayo a favor del levantamiento de la inmunidad de los diputados amenazados de acciones judiciales, una medida cuestionada y destinada en particular a los diputados del HDP.
«Los Peshmerga se han movilizado para limpiar la región de Bashiqa del Daesh. Pidieron ayuda a nuestros soldados en la base de Bashiqa, así que estamos ayudando a los tanques con nuestra artillería allí», explicó Bildrim.
Las relaciones entre Ankara y Bagdad no pasan por su mejor momento después de que Turquía enviara cientos de tropas a la región de Bashiqa para entrenar a combatientes anti ISIS. Bagdad califica esta acción como una violación de su soberanía y exige la retirada de los turcos, una petición que el gobierno de Ankara no parece dispuesto a acatar. Decenas de miles de combatientes, incluidas tropas del ejército iraquí y fuerzas kurdas de los Peshmergas, participan en el asalto a Mosul.
Un comunicado del Ejército sobre la operación turca «Escudo del Éufrates», que se inició a finales de agosto en el norte de Siria, señala que anoche aviones turcos atacaron posiciones de las YPG, destruyeron 18 objetivos y mataron a alrededor de 200 guerrilleros. El contingente de kurdos sirios ha sido una fuente de tensión entre Turquía y Estados Unidos, aliados en la OTAN. Estados Unidos considera al grupo kurdo, conocido como Unidades de Protección Popular o YPG, como la fuerza más eficaz en la lucha contra el grupo extremista Estado Islámico en Siria. Sin embargo, Ankara afirma que el grupo es una extensión de la milicia kurda en su territorio, ilegalizada y que en el último año ha realizado una serie de ataques con víctimas mortales en Turquía.
Sin embargo, una declaración de la agencia de noticias Amaq, afiliada al Estado Islámico, ha asegurado que un suicida habría atacada una reunión de combatientes kurdos del YPG con ametralladoras y un chaleco explosivo. Hasakah está principalmente en manos del brazo armado oficial del Comité Supremo Kurdo del Kurdistán sirio, YPG, desde que se desalojara al ejército en agosto.
El Estado Islámico también se ha atribuido los ataques suicidas en la ciudad siria de Hama y que tuvieron lugar ayer donde tres personas fallecieron y otra once resultaron heridas. Dos suicidas con cinturones cargados de explosivos llevaron a cabo los ataques cerca de una estación de policía.
Las declaraciones del mandatario turco, realizadas durante un discurso realizado en Nueva York este jueves, viene a añadir más tensiones entre Turquía y Washington sobre el apoyo de Estados Unidos a las fuerzas del YPG Kurdo y a su ala política PYD, que participan en operaciones contra el Estado Islámico. «Si creen que pueden acabar con Daesh con el YPG y el PYD ya les digo que no pueden porque también son grupos terroristas», dijo Erdogan. «Hace tres días, los americanos lanzaron armas sobre Kobani desde dos aviones para estos grupos terroristas», añadió. El presidente turco dijo que había preguntado sobre el asunto el miércoles al vicepresidente de EEUU, Joe Biden, y que éste le había contestado que no tenía constancia de ello.
Puñetazos, empujones y gritos empañaron la sesión plenaria en la que se debía dar luz verde a la legislación necesaria para lograr que la UE deje de exigir visado a los ciudadanos turcos, en virtud del acuerdo migratorio sellado con la UE. La pelea estalló cuando un diputado del prokurdo de HDP recriminó la muerte de civiles kurdos a manos del ejército turco y defendió el atentado suicida del miércoles en Bursa. La pelea obligó a cancelar la sesión plenaria, lo que retrasa los plazos de votación para asegurar la exención de visados, una parte clave del acuerdo de Ankara con la Unión Europea.
Según el ministro de Sanidad, no se teme por la vida de ningún herido. La explosión se produjo en el patio de la monumental mezquita de Ulu, en el centro de la localidad, durante un funeral. La embajada de Estados Unidos en Turquía recomendó el martes a sus ciudadanos que permaneciesen alejados de las zonas turísticas del país debido a amenazas terroristas «creíbles». Turquía ha sufrido cuatro atentados suicidas en lo que va de año, incluyendo dos en Estambul, adjudicados al grupo extremista Estado Islámico y dos más en Ankara, reivindicados por militantes kurdos.
La batalla ha cortado una estratégica carretera entre Bagdad y la ciudad petrolera de Kirkuk. Los enfrentamientos en este punto, a 175 kilómetros al norte de la capital, se han convertido en una constante desde que ambos grupos lograron expulsar del lugar al Estado Islámico. El choque comenzó en la medianoche del sábado y se ha extendido hasta el domingo. La milicia chiíta inició las hostilidades lanzando una granada contra las oficinas centrales de los kurdos en la ciudad.
La situación del campamento de refugiados de Idomeni, situado en la frontera entre Grecia y Macedonia con más de 12.000 personas atrapadas y sin destino, es una bomba de relojería. Hay colas por todas partes; colas de refugiados para comer, cenar, ir al médico… También hay desesperación, desesperación de muchas personas que nunca pensaron que este sería su destino final. Porque Idomeni no debería existir. Es un atasco que se produjo cuando Macedonia decidió abruptamente cerrar sus fronteras.
La festividad, que los kurdos celebran en diferentes lugares del mundo, no solo marca el año nuevo sino también el inicio de la primavera. La tradición recoge que Kawa derrotó al rey un 20 de marzo y lo celebró prendiéndole fuego a una colina. Es la fiesta más importante del calendario kurdo. Hay bailes, poesías, cánticos, juegos, y procesiones. Las hogueras representan el paso de la oscuridad del invierno a la llegada de la luz primaveral.
Además, la diputada asegura que «algunos fueron quemados por completo, de modo que la autopsia no es posible». Uca denunció también la “terrible” situación en que se halla la ciudad de Diyarbakir, en el sureste del país, donde 200 personas han quedado atrapadas en los sótanos tras un toque de queda anunciado ya hace 79 días. Las fuerzas militares de Turquía lanzan ataques a diario contra diferentes ciudades de la región suroriental del país, habitadas mayormente por la población kurda.
La policía griega ha confirmado que uno de los detenidos, de 40 años, fue interceptado en la frontera del río Evros, que separa Grecia de Turquía. Llevaba encima 4 armas y 200.000 balas. Los detenidos, acusados de “formar una organización criminal, participar en actos terroristas, tráfico, y posesión ilegal de armas y municiones”, asegura la autoridad portuaria griega.
Las detenciones se han llevado a cabo en Madrid, –5–, Valencia –3– y Bilbao –1–, siendo ocho españoles y uno turco, a quien se le atribuyen “funciones de enlace directo con la organización». Desde 2004 el PKK es considerado un grupo terrorista de ultraizquieda quien desde 1984 lucha contra el Estado turco. Una lucha guerrillera que ha dejado ya más de 40.000 muertos. Además, en la actualidad combate contra el Estado Islámico en Siria e Irak.
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