medalla de oro

Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Río 2016 han preparado 2.488 medallas, de las cuales 812 son de oro. Sin embargo, a pesar de su reluciente aspecto, en realidad están compuestas por un 92,5% de plata, un 6,16% de cobre y apenas un 1,34% de oro. La normativa del Comité Olímpico Internacional establece que cada medalla dorada debe contener al menos 6 gramos de oro de 24 quilates, pero no significa que sean 100% oro puro. Este año pesan en total unos 500 gramos y, teniendo en cuenta su composición, están valoradas en poco más de 500 euros. Sin embargo, el valor de una medalla olímpica supera con creces el costo de los materiales, convirtiéndose en una pieza de coleccionismo que suele superar los 10.000 euros en subasta. Además, dependiendo de la historia detrás de la medalla, pueden llegar incluso a precios que rozan lo estratosférico, como ocurrió con la última de las cuatro medallas de oro ganadas por Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, subastada en 2013 por 1,47 millones de dólares. Las medallas entregadas en los podios de Río 2016 son las más grandes y más pesadas de la historia de los Juegos, con un diámetro de 85 milímetros y un peso que alcanza el medio kilo. El diseño muestra unas hojas de laurel rodeando el logo, vienen en una caja de madera que ha sido certificada por el Consejo de Protección de los Bosques y, al igual que ciertos detalles de la Ceremonia de Inauguración, representan principios de sostenibilidad en los que se basan estos Juegos. En cuanto a las medallas de plata y bronce, 30% del material que las compone es reciclado, y las cintas de plástico que las sostienen sobre el cuello están hechas a partir de botellas recicladas.