España seguía siendo un país con cuarenta millones de seleccionadores, y el lateral del Betis seguía siendo mejor que el lateral elegido por el seleccionador oficial.
Los nuevos gobiernos en España son como estrenar un verano con Mundial. Precisamente aquello que decía Ortega “porque nuestro tiempo es tan fuerte como posibilidad…” Todo son planes y optimismos acalorados en las vísperas y rápidamente se ve uno en las mismas que en el torneo anterior, de nuevo en casa y teniendo que dar explicaciones. La alegría de estrenar gobierno dura lo que dura un Mundial.
El cuerpo me pide dejarme de milongas e imaginar/transmitir/defender que veo/he visto a España colgándose el oro. Que soñar es gratis caramba.
Desde aquí le apreciamos y por ello le informamos: le quedan 25 días de relax. Porque a partir del 30 de agosto, y por mucho que sea de los privilegiados que continúe de vacaciones, tendrá las pulsaciones por las nubes
Acabó la Copa del Mundo de fútbol y pareciera que no quede vida más allá. Pues no oiga, en septiembre, tenemos una cita mundialista, y además, jugamos en casa. Las emociones fuertes volverán el 30 de agosto así que para minimizar el síndrome posvacacional dispondremos de otra buena ración de lo que más nos gusta a los españoles: deporte.
La novia de Mario Götze no tiene nombre. Tiene un precioso escote, unas piernas larguísimas, delgadas y luminosas y una melena rubia que recuerda a la bellísima Heidi Klum. Pero no tiene nombre.
Desde que, con 9 o 10 años, mi padrino me regalara un libro lleno de coloridas láminas sobre las Cruzadas, me ha fascinado el Reino Cristiano de Jerusalén. Durante casi un siglo, franceses, normandos, italianos y flamencos reprodujeron un Estado medieval europeo en el corazón de Oriente Medio.
Hemos dejado de ser campeones del mundo. Al menos ya no nos dirán eso de los vigentes campeones. Pero Alemania se ha ganado el título.
Rusia, India, Brasil, Sudáfrica y China; todos países BRICS han anunciado la creación de un FMI dos. Es decir un Fondo Monetario Internacional que venga a solucionar sus problemas a medida, ya que la medida del FMI no les gusta.