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La inmigración no es un problema

La inmigración no es un problema

Ante discursos populistas que hablan de “crisis de migración”, nuestra colaboradora Áurea Moltó explica cuál es la situación real de los flujos migratorios en el mundo: hay 244 millones de migrantes internacionales, lo que supone el 3,3% de la población. ¿Qué hacer para que la inmigración tenga los efectos positivos deseados? La respuesta es clara: abrir vías legales a la inmigración.

Atapuerca

Atapuerca

La palabra se despega del niño de dos años que se cayó en el pozo. El niño sigue allí –seguirá allí aunque saquen el cuerpo– pero la palabra se mueve en otro mundo, un mundo casi autónomo: de asociaciones, ecos, pensamientos, mitos. Un mundo frío para el niño, que no lo protege; pero nos puede servir para conjurar el miedo, para acompañar la pena, a los que estamos arriba, hasta que dejemos de estarlo.

Haidt y la (relativa) superioridad moral de la derecha

Haidt y la (relativa) superioridad moral de la derecha

Uno de los temas cruciales de nuestro tiempo político es el del encaje entre liberalismo progresista y conservadurismo. Ambas tradiciones –si se las toma con algún rigor intelectual- son incompatibles a nivel de principios filosóficos, aunque pueden encontrar puntos de encuentro en la praxis política e institucional del liberalismo constitucionalista.

Trump y el futuro de la derecha

Trump y el futuro de la derecha

Generalmente se pensaba que los populistas, una vez alcanzado el poder, no podrían cumplir sus promesas o implosionarían por sus contradicciones. No está siendo así en Italia y tampoco es el caso de Donald Trump en sus dos primeros años como presidente de los Estados Unidos. A Trump no le ha temblado el pulso para alterar el orden liberal internacional amenazando a China, por sus abusos comerciales, con una guerra de aranceles. Tampoco ha dudado a la hora de poner en riesgo el atlantismo, cumpliendo el deseo de parte de la izquierda europea de enterrar el TTIP y exigiendo un mayor compromiso presupuestario a sus socios en la OTAN. Y esa misma actitud le ha servido para redefinir el NAFTA.

La bendición de Casado

La bendición de Casado

Tenía que ser él, Aznar, el macho alfa del PP, quien bendijera a Casado, el joven presidente que ha conseguido reunir en aparente armonía a los dos partidos que conviven en el PP. El viernes, merienda con Rajoy y el sábado aperitivo con Aznar, que ha vuelto a casa con fuerza, y ha repartido la bendición a un Pablo Casado que presume ya de haber acabado con el fortín socialista en Andalucía, aunque el líder local, Juanma Moreno, fuera hombre de Rajoy, pero aprendiz de Arenas, y trate ahora de mostrarse de todos, de Rajoy, de Aznar, de Soraya y sobre todo, ahora, de Casado.

¿A quién votamos nosotros?

¿A quién votamos nosotros?

Advierto que, más que una columna, lo que sigue es una reflexión melancólica. Por mucho empeño que uno ponga en que su texto sea algo original y sugestivo, por más que uno tache y vuelva a empezar, hay veces que lo único que sale es el garabato triste de un problema irresoluble.

Acostumbrados a Trump

Acostumbrados a Trump

Después de dirigir el desembarco nortemericano en la Segunda Guerra Mundial, Ike Eisenhower fue lanzado como candidato a la presidencia de los Estados Unidos en 1952. Aquel patriota obedeció a los publicistas de Madison Avenue y se interpretó a si mismo en unos montajes televisivos llamados Eisenhower Contesta a América, donde respondía acartonadamente a las preguntas de unos actores que hacían de ejecutivos, granjeros o camioneros. Para ser llevado hasta la conquista de la Casa Blanca, al aspirante le encasquetaron una tonada de Irving Berling y unos alegres dibujos animados de Walt Disney, donde bajo un sol resplandeciente, sonaba I Like Ike, una ligera cancioncilla casi infantil.

Berlín, hace cien años

Berlín, hace cien años

Las tres décadas que abarcan el nacimiento en 1889 en París de la Segunda Internacional y el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918 han sido llamadas por un historiador como «el periodo apostólico de la historia del socialismo». De manera semejante a los cristianos primitivos, antes de que la suya fuera religión de Estado, también los militantes socialistas de entonces, desprovistos de toda culpa posterior, guiados por un idealismo incorrupto y con su crédito moral intacto, se dedicaron a promover y predicar el milenio socialista. En un mundo mucho más injusto que el nuestro, su fe era contagiosa. Su esperanza en el futuro, de una intensidad que resulta difícil imaginar. Tenían profeta, tenían doctrina (y no pocas discusiones teológicas), tenían comunidades de creyentes y corrientes heréticas, tenían apóstoles. Muchos de ellos estaban dispuestos a morir por sus ideas. Tuvieron, por lo mismo, mártires.

Lo que nos dejó la investidura andaluza

Lo que nos dejó la investidura andaluza

De la investidura en Andalucía, tres capítulos: un Vox que empieza a perder la relevancia política que buscaba, un Adelante Andalucía sin apenas fuerza ni mediática ni ideológica y un PSOE que se ha permitido el lujo de caer en otro error. Por lo demás, la relación entre Partido Popular y Ciudadanos se consolida en un pacto donde todos, según gente cercana, han salido satisfechos. Entre ellos prevalecen la cordialidad y la sintonía, un entendimiento sobre las formas y sobre el fondo. Jamás dos nombres de la política española pensaron llegar tan lejos: ni Moreno Bonilla ni Juan Marín.

La televisión unidimensional

La televisión unidimensional

La gripe me dejó en estado de postración, así que con unas décimas de fiebre y fuertes dolores en todo el cuerpo, decidí pasar un día delante de la televisión generalista. La televisión es un medio muy despreciado por las esferas intelectuales, pese a que a partir de 50 años (Centro de Estudios Pew) los españoles lo eligen hasta en un 90% de las ocasiones para obtener información. El experimento se realizó bajo los efectos del paracetamol y una bebida isotónica, circunstancia que puede condicionar el resultado del análisis.

Silencio, Podemos reflexiona

Silencio, Podemos reflexiona

Silencio, Podemos reflexiona. El partido más perjudicado por la irrupción de Vox, con una caída de 3,1 puntos según el CIS, prolonga estas semanas su encierro reflexivo. Los resultados de las elecciones andaluzas cayeron como un mazazo en la cúpula de la formación y las críticas están siendo duras.

Sobre erizos y zorros

Sobre erizos y zorros

Uno comienza el año con alma de erizo. Es inevitable. “¿Para qué salimos?”, preguntaba el maestro Eckhart a sus monjes. “Para encontrar el camino de vuelta a casa,” les respondía. Así iniciamos enero. Pero esta bien que, al ponernos a andar, soñemos con grandes aventuras y amores inéditos. ¿Cómo, si no, nos iban a resultar creíbles los buenos propósitos que nos hacemos ante la soledad ubicua del espejo?

'Roma' y la nostalgia

'Roma' y la nostalgia

Es peligrosa la nostalgia. Lo estamos viendo estos años, cuando multitud de movimientos políticos exitosos se basan en la recuperación de un pasado idealizado. Proyectos a los que millones de ciudadanos se suman sin reparar en la veracidad de sus fundamentos ni en la bondad de sus promesas. Si la realidad parecía difícil de cambiar en la era de los discursos políticos de la resignación y el futuro estaba demasiado lejos, quedaba a mano el pasado para utilizarlo como manta y refugio.

Laberintos y minotauros

Laberintos y minotauros

Como andaluz, siempre he visto con pasmo la naturalidad con la que los catalanes nos torraban a los demás con sus cuestiones políticas regionales como si fuesen de una importancia capital. Luego, los nacionalistas han terminado salpicando a la soberanía nacional y ya me he tenido que aguantar. Ahora, sin embargo, aquí vengo yo a analizar la negociación andaluza para formar un Gobierno del cambio. Me excusa, espero, que atañe a la política nacional, sobre todo tras las últimas encuestas que advierten de que el resultado de las generales será muy parecido al de las andaluzas.

Destructora y humillante esclavitud

Destructora y humillante esclavitud

Entre las razones que arguye Chesterton en su conversión al catolicismo no se cuenta como menor el hecho de que, según el escritor inglés, “solo la Iglesia Católica puede salvar al hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo”. Degradante obligación la de vivir según la corriente de los tiempos, qué duda cabe. No obstante, los que no hemos sido tocados con la bendición de la fe divina encontrábamos cierto alivio presente en la película anual de Woody Allen, que por obra y gracia del fanatismo imperante, parece haber llegado a su fin o al menos a una pausa peligrosa. La turba alzada contra un hombre al que los tribunales han absuelto ha conseguido que se imponga la cruel censura de la corrección política.

16 microtesis a propósito de Vox

16 microtesis a propósito de Vox

1. Los escaños andaluces de Vox han tenido consecuencias imprevistas en toda España. No han dejado a nadie indiferente. Este es su mayor triunfo. 2. Vox está obligando al resto de los partidos a resintonizar con sus electores y con las preocupaciones efectivas de la red social más importante de España: la de los bares. 3. Todo partido político tiene votantes que no comparten su programa electoral. Esto no constituye ningún problema, mientras lo sigan votando. 4. Vox se presenta como una revuelta (ya veremos con qué recorrido) contra la “moral fashion”. 5. No tengo claro en nombre de qué moral, exactamente, se revuelve, pero lo que tenga claro yo es irrelevante. Lo relevante es lo que crean los electores.

Acertar con el diagnóstico

Acertar con el diagnóstico

Continúa deteriorándose la situación en Cataluña, en una farsa sin fondo que ahora fantasea con la sangre en un intento desesperado por que brote la épica. Esa fantasía no es tanto la del crimen como la del martirio, pero esconde un impulso desdichadamente tanático en cualquier caso. Por fortuna, no muchos parecen dispuestos a seguirlo; pero si lo siguieran el resultado tampoco sería la épica, sino una farsa incrementada, más absurda aún, hasta la náusea. La irrisión ya es inaudita, con ese Consell per la República que Puigdemont ha montado en Bélgica, en plan Palmar de Troya del catalanismo, o con el estrafalario Torra en la ‘Generalitat’, un Ubú ‘president’ que ha dejado pequeño a Pujol y a Boadella convertido en el guionista de ‘Bambi’. Los que en su día compramos el mito de Cataluña como avanzadilla europeizante de España seguimos pasmados ante el socavón.

Episodio nacional

Episodio nacional

Supongo que debía ser la misma entrada anodina de la Casa dels Canonges en la calle del Bisbe. El espacio, incluso con sol, recibe en la penumbra. Primero se suben un par de peldaños. Luego a mano izquierda está la escalera que lleva hasta el piso que sirve de residencia del President de la Generalitat. Mediados del mes de junio de 1991. Milan Kučan tiene 50 años, lleva media vida dedicado a la política en Eslovenia y ahora está alojado en la parte noble del Gótico de Barcelona. Así se lo había pedido a Jordi Pujol, a quien conoce de la Asociación de Regiones de Europa. Le ha pedido sosiego. Debe decidir el futuro de su país.

Todo lo que el presidente Bush dejó atrás

Todo lo que el presidente Bush dejó atrás

Había una vieja viñeta, publicada por The New Yorker hace ya algunos años, a la que Jimmy Carter -ahora el más veterano de los presidentes de los Estados Unidos, 93 años- le gusta referirse: un niño de corta edad mira a su padre y le dice: “Ya he decidido lo que seré cuando sea mayor: un ex presidente norteamericano”. Con el solemne funeral de estado y las exequias de George Herbert Walker Bush, el número 41 de los presidentes, Norteamérica ha rendido tributo a su propia monarquía elegida por el pueblo. Los (ex) presidentes, una vez que han pasado por la fragua donde se (re)forja su pasado y se moldean los errores de sus mandatos, suelen mantenerse en una hornacina apartidista. Pero el entierro del patriarca Bush ha tenido un peralte especial, ha habido una insistencia sostenida en comparar al último ‘estadista-soldado’ – veterano de la Segunda Guerra Mundial, obstinado en la idea del servicio público, de la misma estirpe que George Washington y Ike Eisenhower- con los alocados tiempos de la administración de Donald Trump. “Me gustaría que me recordaran -anticipó el finado en una entrevista para el Canal Historia concedida hace quince años y que se proyecta a diario en el Museo de Historia Americana de la capital federal- como alguien que ha servido a su país con honestidad y celo”.

Del sueño de 1978 a 40 años de desgaste

Del sueño de 1978 a 40 años de desgaste

Fue el sueño de una breve legislatura y yo recuerdo el camino hacia la Constitución de 1978 a través de un prisma bastante particular: el de quien era un periodista joven, atosigado por el momento histórico y por la responsabilidad de redactor jefe de cierre de un diario vespertino -sí, esas cosas existían- obligado a meter con calzador la mayor cantidad de noticias históricas cada día antes de las tres de la tarde, y a la vez el del hijo de uno de los senadores que estaban escribiendo aquella Constitución democrática.

Pedro, quiero un hijo tuyo

Pedro, quiero un hijo tuyo

Luján Artola reflexiona sobre la gran brecha entre nacimientos y defunciones que hay hoy en día en España. Pide al Gobierno, sea este o el que esté por venir, que actúe y que “nos fecunden con fondos” y medidas concretas de conciliación para resolver este problema demográfico.

Pedro, quiero un hijo tuyo

Pedro, quiero un hijo tuyo

Luján Artola reflexiona sobre la gran brecha entre nacimientos y defunciones que hay hoy en día en España. Pide al Gobierno, sea este o el que esté por venir, que actúe y que “nos fecunden con fondos” y medidas concretas de conciliación para resolver este problema demográfico.

Mala sangre

Mala sangre

En 1976, cuando España empezaba a cumplir el sueño de integrarse con las grandes naciones europeas, Suecia daba por finalizado su programa oficial de esterilización forzosa. A nuestro país no llegó esa ola de progreso porque éramos aún un país católico y, por tanto, atrasado.

Dos Myrdal, dos premios Nobel, Alba de la Paz y Gunnar de Economía, fueron los principales impulsores del programa de esterilización forzosa de Suecia entre 1935 y 1976 que quitó a 60.000 mujeres su derecho a reproducirse. Para la socióloga y su marido, la construcción de un Estado de Bienestar y la mejora de la raza de la mano del Estado eran dos aspectos de una misma forma de pensar. La esterilización forzosa limpiaría la sociedad de personas inferiores; idiotas, locos, promiscuos, improductivos. Unos esfuerzos de higiene social que se centraron en los más pobres. La lucha contra la pobreza en todo su sentido.

La mirada de Telémaco

La mirada de Telémaco

En nuestro mundo, Edipo se enfrenta a Telémaco. Esta es la tesis central del psicoanalista italiano Massimo Recalcati, cuyos libros me descubrió hace un tiempo Antonio G. Maldonado. Edipo refleja el odio parricida del hijo hacia su progenitor, de una modernidad enloquecida –diríamos– ante el peso del pasado. «Sus crímenes –explica Recalcati– son los peores de la humanidad: matar al padre y poseer sexualmente a la madre. La sombra de la culpa caerá sobre él y lo empujará al acto extremo de sacarse los ojos». Telémaco, en cambio, es el hijo esperanzado de Ulises; el joven cuya mirada se dirige hacia el horizonte de la definitiva restitución, cuando el padre regrese del mar y de la guerra, y el duelo haya terminado para siempre. En otra orilla del Mediterráneo, un eco lejano de esa justicia resuena en la parábola evangélica del hijo pródigo. Un muchacho –tal vez el propio Edipo– decide marcharse de casa y dilapida su herencia hasta terminar mendigando. Día tras día, desde lo alto de una atalaya, el padre intenta columbrar el retorno de su hijo –la esperanza que alimenta el sentido. En el Evangelio –como en la Odisea– se producirá el reencuentro que sane la herida, pero la modernidad no admite con facilidad esa misma paleta de colores. Como padres y como hijos, la opacidad del destino forma parte del misterio que define nuestras vidas. Nadie es dueño del tiempo ni de sus consecuencias.

Discutir a Dios

Discutir a Dios

Un hecho singular acaeció el pasado 14 de octubre en el Pabellón de Cristal madrileño ante un millar largo de asistentes. En primer lugar, lo que los convocaba no era un espectáculo deportivo o artístico, sino un debate. Tengo para mí, desde hace ya años, que una de las principales diferencias entre la cultura anglosajona y la nuestra es que allí los debates apasionan de veras, aquí solo de boquilla.

Tres paradojas de Brexit

Tres paradojas de Brexit

Brexit se adentra en su recta final rodeado de gran incertidumbre. Cualquier cosa puede pasar, desde el colapso del Gobierno al precipicio de una salida sin acuerdo, pasando por un referéndum in extremis o la catarsis de unas elecciones generales. La naturaleza paradójica de Brexit hace que razonar y predecir su resolución sea una tarea enloquecedora. El Gobierno del Reino Unido encara las negociaciones lleno de contradicciones y con propuestas de difícil viabilidad y de imposible digestión política. Mientras, la opinión pública británica y la City afrontan la ordalía con su proverbial flema y con estupefacción contenida. Tres paradojas hacen de Brexit un desafío sin precedentes cuyo desenlace es el mayor enigma político de nuestro tiempo.

Matices semánticos

Matices semánticos

Como toda noticia con tono circense que se precie, tardó pocas horas en recorrer el espinazo de las distintas redes sociales. Llegó a mí cuando la noche ya caía, y no pude por menos que estremecerme al ojearla: el gobierno de Navarra culpaba de «promover el machismo» a ciertas canciones firmadas por, entre otros, Amaral, El canto del loco, Shakira o Nena Daconte. Pero la pesadilla siempre puede ir a más: el absurdo credo llegaba al ámbito escolar, y lo hacía dentro del caballo de Troya del programa Skolae, que persigue la igualdad dentro de los distintos ámbitos del sistema educativo. Es decir, la medida apuntaba directamente a la línea de flotación de nuestra sociedad, es decir, a la vilipendiada educación, y se centraba en el sujeto más vulnerable y a la vez esperanzador dentro de la misma: los niños. Todo un cuadro, vamos. Entonces, la primera pregunta que me vino a la mente fue: ¿Es Sin ti no soy nada, de Amaral, una canción machista? Y la respuesta, tras darle varias vueltas a la letra de la canción, fue de lo más inquietante: no tengo ni idea.

Muerte, que todo lo igualas

Muerte, que todo lo igualas

Se cumple el centenario del final de la I Guerra Mundial. Miramos la efeméride con alivio; no sólo nos parece un pasado lejano, sino que no vemos una catástrofe de esas dimensiones por más que agudicemos la mirada hacia el futuro. Toda la guerra civil europea, que comprende también la nuestra y la II Guerra Mundial dejó una sociedad agotada y con deseos de construir una sociedad más justa, lo que para unos es más libre y para otros más igual. Una sociedad sin desgarros que pudiesen desembocar en una ceremonia de muerte y destrucción.

Sanchismo

Sanchismo

El otoño catalán de 2017 constituye ya uno de los episodios más destacados de nuestra historia democrática y la mayor crisis institucional desde la aprobación de la Constitución, hace ahora 40 años.

El lazo amarillo y las putas de Sevilla

El lazo amarillo y las putas de Sevilla

En las sociedades abiertas es difícil encontrar símbolos que nos unan a todos, por eso es mejor pecar por defecto que por exceso de ellos en el espacio público. Uno de los pruebas más fehacientes de que el nacionalismo suele tender hacia el totalitarismo es lo que ha pasado en Cataluña con el lazo amarillo.

El genio intraducible de 川谷 絵音

El genio intraducible de 川谷 絵音

Según me informa el traductor simultáneo de Google Chrome, 川谷 絵音 significa Kawatani Enon. Es el nombre del cerebro detrás de Indigo la End y ゲスの極み乙女 (Gesu No Kiwami Otome, o ‘Niña en la apoteosis de la grosería’), dos de los más grandes descubrimientos musicales de mi vida. Y la razón por la que este cínico exiliado, mal acostumbrado al tosco sonido del clavecín y la taciturnidad del jazz, ha vuelto a cantar caminando por la calle, tocando esa batería invisible que no percutía desde los quince años. Todo gracias a estar a las dos de la mañana explorando entre canales de Youtube de japoneses, haciendo voyeurismo con mi traductor de Chrome.

Pecadores en busca de redención

Pecadores en busca de redención

Llego a The Sinner cuando queda menos de un mes para que Netflix estrene la segunda temporada. Tiene un primer episodio con un impactante arranque homicida y toda la garra folletinesca necesaria en estos lances de bendito sofá de fin de semana. Tanto en la atmósfera mórbida como en una trama con tintes góticos, la serie recuerda en algunos tramos y trucos a la primera temporada de True Detective. Como no puede ser de otra manera en la realización industrial de ficciones episódicas, hay mucho visto en la narración del caso pero sorprende gratamente la construcción de unos personajes carcomidos por sus secretos susurrados y sólidamente escritos en sus silencios tortuosos.

Teoría del otoño

Teoría del otoño

Me preguntaba, siendo adolescente, si con el paso del tiempo mi afición al otoño se disiparía. Ignoro el motivo, pero el otoño es mi estación preferida. Las gotas de lluvia en las ventanas, la hojarasca tapizando las calles, menos abarrotadas, el humo del café o el cigarrillo entre las manos frías, y esas mismas ventanas donde se estrella la lluvia encendidas en mitad de la noche igual que lámparas chinas, tan ambarinas, como en los cuentos de Dickens. Los árboles transformados en antorchas y las primeras nieves sobre Granada. Las nubes, las preciosas nubes. Atravesar una calle sin gente aspirando la humedad o mirar embobado una lluvia o fumar mientras se lee con una estufa cerca de las piernas son actos que me devuelven al paraíso.

'El reino': una película católica

'El reino': una película católica

Durante los primeros 20 minutos de la película El reino, de Rodrigo Sorogoyen, existe el temor de estar ante otra obra guerracivilista del cine español, pero con ladrillos y edificios —en lugar de fusiles y tricornios— como telón de fondo. Era fácil caer en un discurso maniqueo, que atizara la indignación de un supuesto pueblo honrado en contraste con una clase política deshonesta. Pero no.

Otro remedio homeopático: adiós al café (para todos)

Otro remedio homeopático: adiós al café (para todos)

Seducción, empatía, financiación, plurinacionalidad, reconocimiento, reforma constitucional: remedios que los homeópatas de la política no se cansan de repetir y aplicar sin que se atisbe avance alguno en Cataluña. El inconveniente no es que no exista consenso respecto al tratamiento, sino que no existe consenso en la afección. Y algunas propuestas revelan un diagnóstico desacertado, además de una ingenuidad peligrosa.

Historias de San Blas

Historias de San Blas

Tengo cariño al barrio de San Blas. Como buen distrito obrero, es feo, impersonal, desangelado. Como el Moratalaz en que crecí, a solo unos pasos. En San Blas viví un año y vivieron mis abuelos cuando el fin de su renta antigua los expulsó, viejos y felices, del centro de Madrid. La avenida de Guadalajara no tiene el carisma de la Gran Vía, pero hay un centro comercial con cines y acceso para minusválidos y a mi abuela ya le valía. No hay un Formentor, un Nebraska, un Viena Capellanes, pero en alguna cafetería nos daban batido de caramelo y pasteles y a mi abuela ya le valía. Los portales de San Blas no son el de la casa de la calle Hermosilla, pero tener ascensor al fin, cumplidos los 80, a mi abuela ya le valía.

La gallina

La gallina

Creo que fue Forges el que dijo que para relajarse ante un poderoso –por ejemplo, ante el jefe al pedirle un aumento de sueldo (sí, debía de ser Forges)– lo mejor era imaginarlo con una gallina encima de la cabeza. Esa gallina (no imaginada, sino real) es la que veo yo en la cabeza de nuestros autoproclamados republicanos, que tienen la palabra “república” todo el día en la boca al tiempo que demuestran con cada una de sus palabras y cada una de sus acciones que no tienen ni idea de republicanismo. Son de hecho, hoy, los de conducta menos republicana del país.

La jugarreta Valls

La jugarreta Valls

Es entrañable con qué naturalidad ha calado la idea de que el candidato Valls va por libre y que en Ciudadanos están un poquito entre molestos y preocupados. El propio Valls va repitiendo que Ciudadanos le da un apoyo gratuito y que es de agradecer que le dejen ir tan pancho y a la suya. Se extiende la imagen de un Valls que no se deja controlar, que se rodea de gentes diversas, socialistas muchas, y que quiere recuperar el maragallismo sobre todo en lo de ser un verso suelto, que es lo fundamental. Parecería que Valls le esté haciendo una jugarreta a Ciudadanos, que son quienes lo fueron a rescatar de las sombras de la política parisina y apostaron por darle una segunda oportunidad en los temas del poder, y que pretenda aprovecharse de su generosidad para quedarse con sus votos sin importarle lo más mínimo traicionar después su discurso, sus ideas y su proyecto. Pero la jugarreta de Valls no es más que la jugada de Ciudadanos.+

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