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Apuntes para una campaña electoral en dos tiempos

Apuntes para una campaña electoral en dos tiempos

Aunque parezca que ya estamos en campaña –¿alguna vez dejan de estarlo los políticos?–, oficialmente aún no ha arrancado. Con las listas ya cerradas, depuradas, purgadas, los pucherazos descubiertos y resueltos y los fichajes estrella ya descubiertos y estrenándose con patinazos, la campaña electoral para las elecciones generales comenzará el 12 de abril.

Brexit o el naufragio populista

Brexit o el naufragio populista

El populismo, como toda religión de segunda mano, como toda ideología del siglo veintiuno –es decir, mediática, furibunda y desesperada— es un juego de percepciones. Una terapia: “estamos mal, es cierto, pero existe aún la tierra prometida”. ¿Dónde queda esta tierra prometida? Lejos, muy lejos de aquí. Lejos de nuestra realidad irredimible, lejos de nuestra ansiedad individual, lejos también de la sospecha de que como pueblo hemos fracasado y de que como personas aún más. Como decía Eric Hoffner, la tierra prometida de los ideólogos no es un sitio a donde ir. Es una excusa para salir de nosotros mismos. Otro método más de escapismo.

Patria de nuestras patrias

Patria de nuestras patrias

Se diría que Europa es el destino natural de Oriente, la extraña geografía del fin del mundo, el lugar donde se pone el sol para renacer al día siguiente. Václav Havel reflexionó sobre esta imagen en un penetrante discurso ofrecido en el Senado italiano el 4 de abril de 2002.

Ante nuestra hora más grave

Ante nuestra hora más grave

Refugiarse en el menosprecio por los métodos de sondeo del inefable Tezanos para esperar que las predicciones sean desmentidas por los votos y la derecha salga mejor parada de lo que dicen las encuestas es, a un mes de las elecciones generales, un ejercicio demasiado azaroso, o incluso un remedo del avestruz que hunde su cabeza en la arena.

La re-vuelta

La re-vuelta

Que el cartel que anunciaba el regreso de Pablo Iglesias a la primera línea de la política no sólo no fue un error de alguien ajeno a la cúpula de Podemos sino que además estaba perfectamente calculado y pensado es una evidencia prácticamente para cualquiera. Ese ‘vuelve’ en mayúsculas acompañado de un plano trasero del líder arropado por las masas tiene toda la intención de retratar el momento como algo ansiado no sólo por los acérrimos sino por el propio Iglesias, y desliza además la idea de que su retiro ha sido algo forzado y casi forzoso, como si hubiera sido destinado a una misión especial aceptada de mala gana. Las odas a los permisos de paternidad pierden toda credibilidad cuando se presentan como un lastre en la carrera política del macho alfa. De hecho, el propio Iglesias aseguró en la tribuna del Congreso ser favorable a esa medida de conciliación con la siguiente prevención: “quiero que haya una ley que me obligue a hacerlo [a cogerse el permiso]”. Vamos, como si se tratara del servicio militar.

El sobrino del suicida

El sobrino del suicida

El libro de Sergio González Ausina Última carta. Un suicidio en mi familia (Deliberar) me recordó que el asunto más crucial del que debe ocuparse un escritor suele estar bien a mano. Yo sé que ha de llegar el día en que me ponga a la tarea, y que todo lo que he ido publicando hasta ahora es una antología del disimulo. También sé que cuando me enfrente a ello tendré más mimbres, y que acaso el tiempo haya depurado la memoria de indeseables truculencias. Un recuerdo alisado. Pero no me engaño: si postergo el encuentro es por cobardía. Y Sergio es un valiente, un periodista de fuste que en lugar de vadear torpemente la cuestión, resolvió batirse con ella. La cuestión, por ir iluminando su hazaña, es su familia. La familia muerta y la familia viva, que es el único vehículo para llegar a la primera y la peor de las compañías para hacerlo.

Rompiendo la pana

Rompiendo la pana

“¿Por qué Barcelona?”, le preguntaba Juanma Lamet. Y es una gran pregunta porque Cayetana Álvarez de Toledo no la puede responder en los términos habituales. No puede responder “¿dónde si no?” porque ella es cosmopolita y el cosmopolita es libre de presentarse donde quiera. ¿Por qué Barcelona?, entonces. “Porque Barcelona es desde donde se plantea el más grave desafío a la España desde 1978. Un proyecto de ruptura nacido de la xenofobia, que busca acabar con la etapa más justa y fértil de España”.

Estos son mis complejos

Estos son mis complejos

Lo escribió hace unos días Santiago Gerchunoff en Twitter: “Hay un 97.56 % de posibilidades de que una persona que utiliza la expresión “sin complejos” sea estúpida y tenga malas intenciones”. Desde hace unos años, últimos del zapaterismo, primeros de Rajoy, se ha puesto de moda en ciertos ambientes liberales y conservadores la expresión “sin complejos”. Hay en ese eufemismo, como también dijo Jorge de Palacio en El Mundo, una radicalidad que se asocia a la autenticidad; es decir, a tener la razón, por inercia, en las discusiones: el que habla sin complejos significa que algo de verdad lleva en lo que expone. Como si las posiciones moderadas o tibias fuesen ejemplo de que algo se silencia, algo se oculta, algo se calla. Una conducta que, en la época de la incontinencia verbal y de sobreexposición de nuestras ideas en internet, sugiere hipocresía.

Lazos

Lazos

Hoy jueves se ha cumplido el plazo de 48 horas que la Junta Electoral Central dio el lunes al Gobierno de la Generalitat de Cataluña para retirar los lazos amarillos y las esteladas de todos los edificios públicos de Cataluña porque son “símbolos partidistas”. Dólares contra galletas a que, concluido el plazo, no habrán retirado ni uno. Es una apuesta fácil. Ni una estelada ni un lazo. Y no pasa nada. ¿Qué podía pasar? Que la portavoz Elsa Artadi se haya atrevido a compararse con Anna Frank mientras amenazaba con una “respuesta combativa”… una muestra más de las contorsiones del victimismo matón. Se nos ha olvidado, pero nada más estrenarse en el Gobierno, el pasado verano, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reclamó a su homólogo en la Generalitat que recuperara la “neutralidad” del espacio público. Nadie ha hecho nada, ¿verdad? No, todo en orden.

Barateros

Barateros

Ezra Pound (con perdón) defendía que a los poetas malos habría que aplicarles las mismas condenas penales que a los falsificadores de moneda. ¿El motivo? ¿Una identificación total entre su apellido y su oficio? No, no, algo mucho más racional. El lenguaje es la moneda de todos nuestros intercambios culturales y sociales, y esa moneda la acuñan los poetas. Si la falsean, la sociedad pierde calidad en sus transacciones espirituales e impera una inflación interior.

Dos en la carretera

Dos en la carretera

En el norte de Tanzania, en la llanura del Serengueti, hay un lugar llamado Garganta de Onduvai que es un exuberante festín para los cazadores de fósiles. Siete capas de sedimentos lo convierten en el yacimiento prehistórico más importante del mundo, y en el escenario probable de la primera página de nuestra historia, cuando aprendimos a ser humanos.

El feminismo interior

El feminismo interior

Mi madre tiene 82 años y está cansada del machismo. Doblemente cansada, porque a su cansancio físico, se añaden esas cositas que con menos dolor de espalda, brazos y pies, se soportan sin improperios. Y es que son 82 años de toquecitos paternalistas de la vida, como ese señor que le trataba de explicar -equivocándose- cómo tenía que hacer para pagar en el parquímetro, o ese otro que trataba de ligar con ella, poniéndose pesadísimo, en la cola del cine.

VuELve

VuELve

He is back. Vuelve. La plaza del Museo del Reina Sofía es a Pablo Iglesias lo que a Rocky Balboa las famosas escaleras del Museo de Arte de Filadelfia.

Contigo empezó todo

Contigo empezó todo

El espacio propagandístico FAQS de TV3 recuperó este sábado a Artur Mas, aquel hombre que, en un principio, debía ser un presidente de paso antes de que Oriol Pujol perpetuara la dinastía en el gobierno de la Generalitat, pero, como es bien sabido, las cosas se torcieron y los planes se fueron al garete.

El asombroso fenómeno de la literatura inglesa

El asombroso fenómeno de la literatura inglesa

En el campo literario no suelen producirse milagros (lo que es una lastima), pero abundan los fenómenos asombrosos. Cada uno tendrá sus favoritos, el mío va variando según los meses: ¿el fenómeno de la poesía polaca? ¿el surgimiento de la novela rusa? ¿la efervescencia de pensamiento que inundó Francia los años previos a la revolución? ¿Goethe? Pero en toda esta fluctuación siempre encuentro una constante de asombro y maravilla: el espacio literario británico que empieza a gestarse tras la coronación de la reina Isabel y que no deja de adensarse y al mismo tiempo de volverse más y más sutil hasta bien entrado en siglo XX; la constatación de que no solo cada década de este periodo ha contado por lo menos con dos novelistas extraordinarios (algo ya de por sí complicado de conseguir) sino un insólito “nivel medio”, que destaca por su abundancia y su originalidad. Pensemos en escritores como E. M. Forster, Orwell, Drabble, R. Hughes, Waugh… todos ellos muy leídos en su tiempo, reeditados o recuperados en nuestro país con éxito… Y que escriben de espaldas a los lugares comunes y a los discursos ya conocidos. ¿De dónde sacaban tanto atrevimiento? ¿Cómo les podía ir bien?

Ladran, luego citamos

Ladran, luego citamos

El pasado domingo me encontré con unas declaraciones de Pablo Casado, creo que en el fragor de una suerte de mitin, en las que en un momento dado soltó algo parecido a: «y entonces me acuerdo del ingenioso hidalgo cuando dijo aquello: ladran, luego cabalgamos». Cualquiera que haya escarbado mínimamente fuera del imaginario popular sabe que esa frase no aparece en ninguna de las dos partes del Quijote. Más difícil es saber de dónde sale, aunque la creencia general es que aparece por primera vez en unos versos de Goethe. Mi tesis es que probablemente se tratase de algún refrán que es de todos y no es de nadie, de esos que los bardos de uno y otro lado recogen en sus distintas composiciones por simple sabiduría folclórica. Tanto da.

La "cocina" del Parlament

La "cocina" del Parlament

Del referéndum simulado a la “cocina” del Parlament; del desprecio a Santi Vila a la paciencia de Marchena; de la cárcel de Soto del Real al palco del Santiago Bernabéu y de una línea telefónica para ocho fiscales a otro Gobierno sin desarrollar la Administración de Justicia. La actualidad jurídico-política da para mucho estos días gracias al foco mediático permanente en el juicio del llamado “procés”.

El otro naufragio

El otro naufragio

La mejor crónica política que se ha escrito sobre el Procés es la de Lola García. Pero El naufragio –un libro de periodismo puro, de muchos hechos y poquísima opinión, a punto de publicarse por fin en catalán– explica pormenorizadamente una parte de lo ocurrido.

Una belleza vedada

Una belleza vedada

Existe una belleza vedada a nuestros sentidos, oculta tras los muros de los monasterios. Peter Seewald y Regula Freuler le han dedicado un librito, con el título de Los jardines de los monjes

La defensa de lo obvio

La defensa de lo obvio

En La deriva reaccionaria de la izquierda (Página Indómita, 2018) Félix Ovejero desgrana con tino la irracionalidad que se ha apoderado de buena parte de la izquierda, que ha dejado de lado –para que lo recoja la derecha- un bien demasiado valioso: la sensatez.

La metamorfosis

La metamorfosis

Hace unos días, Inés Arrimadas, portavoz de la ejecutiva nacional de Ciudadanos, explicaba el veto al PSOE tras las elecciones generales afirmando en rueda de prensa que su partido no podía pactar «con quien indulta a golpistas». La descarada fake news[contexto id=»381731″] dejaba abierto el resquicio cobarde de la metáfora y la ambigüedad del lenguaje, recursos impropios de la evidence-based policy que dicen practicar en su formación. No fue algo improvisado al calor de la comparecencia, pues unos instantes después, la cuenta de Twitter del partido entrecomillaba su acusación y la expandía como hecho consumado por la red, hasta llegar por Whatsapp a chats familiares y grupos de amigos.

Trump: punto de inflexión... ¿o no?

Trump: punto de inflexión... ¿o no?

Quizá haya sido el momento definitorio de la presidencia de Donald Trump, o al menos el inicio de un desenlace accidentado: le denuncian directamente por actividades delictivas desde su cargo, y su cacareada cumbre con el apestado dictador norcoreano se rompe en unos minutos cuando Kim le exige el fin de las sanciones sin aceptar la liquidación total de su programa nuclear.

Menos consignas y más ideas

Menos consignas y más ideas

Tú que prefieres la foto a leer un texto entero, que respondes al instante cualquier notificación, que ves la serie el día de su estreno y haces la compra por internet, ¿vas a decidir tu voto? Si la respuesta es afirmativa, ¿votarás basándote en tus ideas? ¿Estás dispuesto a cambiarlas según lo que escuches, veas y leas en campaña electoral? La cultura de la inmediatez también afecta a la política, dejando a líderes y partidos sin ideas ni capacidad de reflexión y rezando porque su gracia sea la más viral en redes sociales. Todo queda reducido al estímulo visual. ¿Tenemos lo que nos merecemos?

Ciudadanos y la cigüeña

Ciudadanos y la cigüeña

24 de febrero de 2016. Hace tres años, Sánchez y Rivera escenificaban la firma del acuerdo de investidura del líder socialista. El lugar, la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados. El políptico de los ‘Padres de la Constitución’, su principal testigo. Pictórica jornada con sabores de Transición.

Leyentes

Leyentes

Escuchaba esta semana a Carlos Alsina hablar con José María García sobre la grandeza, la magia de la radio, en uno de esos habituales automasajes a que los radiofonistas son tan propensos.

En la mitad de la vida

En la mitad de la vida

Ha comenzado el juicio a los líderes políticos catalanes que participaron en el diseño y la ejecución del procés y la Declaración Unilateral de Independencia (DUI). Las vistas se producen en un contexto político marcado por la caída del proyecto de Presupuestos y el inminente anuncio de elecciones generales anticipadas. La imagen de los acusados en el banquillo del Tribunal Supremo compite así con otras noticias políticas, pero acaba por imponerse en nuestros telediarios y conversaciones en redes. Durante meses, hemos escuchado que este sería el momento de los argumentos técnicos, de la aséptica narrativa jurídica, y que nada de lo que hasta entonces habíamos opinado unos y otros tendría sentido ahora: se impondría una verdad judicial, ajena al ruido, las preferencias y los sentimientos de los espectadores.

Freír el aire

Freír el aire

De tarde en tarde me doy el caprichito de ir a Casa Aranda, fundada en 1932, el mejor sitio para comer churros en Málaga y en el mundo. Esa calle Herrería del Rey es además una de las pocas que quedan en la ciudad con su toque antiguo, con una estrechez y un abigarramiento que son una inmersión en otra época. En ciertas calles de Lisboa y Río de Janeiro me acordé de ella, y ahora en ella me acuerdo de Lisboa y Río de Janeiro. Si me abandono en una mesita, puedo percibir a mis paisanos como lisboetas o cariocas que hablasen en malagueño.

Seguimos

Seguimos

Gabriel García Márquez dijo: “el periodismo es el mejor oficio del mundo.” Hace par de años, cuando mi papá celebraba el 25 aniversario de su programa de radio, un asistente al evento le preguntó justamente eso. ¿Es el periodismo el mejor oficio del mundo? Su respuesta: que no. Más importantes son los doctores, que salvan vidas, y luego quizás los abogados o los policías. El periodista estaba al final de toda la lista, pues su tarea era simplemente relatar lo que habían hecho ya todos los demás.

Sin rumbo ni capitán

Sin rumbo ni capitán

En la recta final del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 hubo tres consejeros del Govern de la Generalitat que decidieron abandonar el barco del procés. Eran Neus Munté, Jordi Jané y Meritxell Ruiz. Cuando esto sucedió, meses antes de la votación ilegal, leí en alguno de estos chats grupales de Whatsapp donde nos juntamos la resistencia catalana que alguien decía que a bordo del procés “solo quedaban los más tontos”.

Venezuela. Borrell y templar gaitas

Venezuela. Borrell y templar gaitas

Venezuela son las lágrimas secas de Karina Sainz, en su pisito de la plaza de Santa Ana cuando ve en qué quedó su barrio y su gente allá en Caracas: lágrimas cargadas de futuro. Venezuela es el caimán eterno y el fallo del sistema. Venezuela es la página errónea de la Historia, lo que pudo ser el referente y se convirtió en el enemigo del patio trasero.

Tres paradojas (más) de Brexit

Tres paradojas (más) de Brexit

El acuerdo de la primera ministra Theresa May con la UE sufrió la semana pasada un revés difícil de superar. Lo que debía haber sido el clímax concluyente y definitivo tras más de dos años de negociaciones, maniobras y transacciones políticas fue el penúltimo sobresalto cardiaco que alargará todavía más la agonía del Brexit. Los plazos se agotan peligrosamente y, vista la cerrazón y la parálisis parlamentaria, todo apunta hacia un escenario sin acuerdo con la UE antes del 29 de marzo.

La inmigración no es un problema

La inmigración no es un problema

Ante discursos populistas que hablan de “crisis de migración”, nuestra colaboradora Áurea Moltó explica cuál es la situación real de los flujos migratorios en el mundo: hay 244 millones de migrantes internacionales, lo que supone el 3,3% de la población. ¿Qué hacer para que la inmigración tenga los efectos positivos deseados? La respuesta es clara: abrir vías legales a la inmigración.

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