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Noticias de España | Política

Próstata, machismo y pajarita

Una mujer tiene que ganar menos que un hombre por narices. Y lo dice Janusz Korwin-Mikke, eurodiputado. El abuelo Janusz tiene los ojos claros, mala leche y una pajarita. Lo de la pajarita lo digo a nivel ilustrativo, no venga luego Chencho Arias y se me mosquee.

Trump y los culpables

Trump y los culpables

Si tuviéramos que elegir entre las conductas universales, en tiempo y en espacio, en época y en contexto, de los mandatarios con dotes y facilidades para el arte de lo excéntrico, una de ellas sería la del principio de exclusión. O de negación de lo propio y retrato malvado y conspirador de lo ajeno. Con tal de no irnos demasiado lejos en la historia, dejaremos algunos ejemplos recientes. Y es que Franco tuvo a sus masones como Chávez y Castro tuvieron al imperialismo yanqui, como el nacionalismo presume de un Estado en el que viven pero oprime. Trump, siguiendo esta actitud –acaso mejor hablar de conductas o gestos, de estrategias para colmar titulares, que de política-, la ha tomado con el periodismo y con Obama, a quienes acusa de enemigos del pueblo en el primer caso y de filtrar informaciones en el segundo.

Logos y nomos

Logos y nomos

Los jueces no están para frenar la voluntad del pueblo, decía hace unos días Marine Le Pen en un mitin en Nantes. La búsqueda “enemies of the people” en Google Imágenes lleva a la ya icónica portada del Daily Times, ésa en la que tres jueces eran acusados de traicionar al pueblo y a los 17,4 millones de votantes a favor del Brexit. Al otro lado del Atlántico, Trump libra una guerra contra la prensa, contra la unicidad de los hechos y, cómo no, contra los so-called jueces. Y aquí, el proceso catalán se ha convertido al fin en lo que ya era en potencia: una procesión. Los cofrades acompañan estos días a los condenados, a pesar de que en el fondo no hay distinción entre los unos y los otros, puesto que juzgar a Mas, a Homs o a Forcadell es juzgar la voluntad del pueblo (de Cataluña).

Fillon enfrentará investigación penal por “desvío de fondos públicos”

Fillon enfrentará investigación penal por “desvío de fondos públicos”

La fiscalía financiera de Francia anunció este viernes la apertura de una investigación penal sobre los presuntos empleos ficticios de la familia del candidato presidencial conservador François Fillon, uno de los favoritos en la carrera presidencial. Será investigado por “desvío de fondos públicos, abuso de bienes sociales, complicidad y encubrimiento de esos delitos, tráfico de influencias” y por no rendir cuentas a la Alta autoridad sobre transparencia de la vida pública, precisó la fiscalía en un comunicado.

La responsabilidad de un partido

La responsabilidad de un partido

Todos sabemos que el Congreso del Partido Popular ha sido previsible y aburrido. Las ideas y las ideologías han brillado por su ausencia. No ha habido el menor esfuerzo por construir un marco de referencias culturales que dé sentido a la acción de gobierno. El PP –colmo de la abyección- ha asumido de una vez por todas su condición socialdemócrata. La vocación liberal-conservadora ha sido traicionada.

Después

Después

No cabe duda de que Podemos es una rama del entertainment. Su presencia en los medios de comunicación y las redes sociales ha sido constante, en una suerte de metarrelato en marcha dedicado a comentar en tiempo real la vida política de la formación. Sucede que los acontecimientos ligados a esta última han escaseado de forma alarmante desde que el partido quedó fuera de juego en las elecciones de diciembre: al fallido sorpasso se ha sumado un entendimiento entre los partidos setentayochistas ante el que Podemos no ha sabido oponer una respuesta coherente. De ahí que los últimos meses hayan estado dedicados a la política más vieja del mundo, o sea, a una lucha por el poder presentada como pulso programático entre el reformismo errejonista y el radicalismo pablista. La victoria del segundo confiere al primero el melancólico brillo de las posibilidades no realizadas: otro paraíso perdido para la historia política.

Congreso placebo

Congreso placebo

Desde que ya no quedan cronistas de boxeo a la manera de Alcántara los púgiles se abrazan y todos los golpes son bajos. Vistalegre II pretendía ser eso, el combate del siglo y ha resultado un recordatorio de lo mismo: de que si a Iglesias le llevan la contraria se enfada y de que Errejón aún estaba por madurar. Y es que la madurez te entra toda de golpe una tarde cualquiera. Mientras, Iglesias le daba palmaditas en la espalda no se le atragantase. 

Martirio y absolución

Martirio y absolución

El presidente autonómico Carles Puigdemont interrumpió una sesión del Parlamento de Cataluña para proclamar que “la democracia española está enferma”. El diagnóstico es certero. Lo que resulta extraño es que sea él quien lo profiera. Es como si, estando en cama con fiebre, un paciente recibe la visita de sus virus para que le anuncien apesadumbrados: “Parece que tiene usted una gripe”.

Estamos en casa

Estamos en casa

“Yo no quería hacer propaganda de Hitler, y si cuento esto sé que se la voy a hacer. Pero como quiero cumplir mis deberes de informador imparcial, no tengo más remedio que contarlo”. Así empezaba Chaves Nogales su crónica titulada “¿Por qué son nazis las mujeres?”. “Uno de los más fuertes apoyos de Hitler son las mujeres, a las que precisamente Hitler ha metido en la cocina de un manotazo. «Se acabaron los derechos políticos de las mujeres -dijo el Führer-; no tienen nada que hacer en política; el nacionalsocialismo donde necesita a las mujeres es en el fogón o criando a los hijos». Y apenas había dicho esto, las mujeres, en las primeras elecciones que hubo, se fueron como corderitas a votar a Hitler. Ellas han sido las que le han dado su gran triunfo electoral”. Y tras preguntarse el porqué de tan sumisa actitud, sigue explicando: “Es, sencillamente, que Hitler, al mandarlas al fogón, les ofrece eso, el fogón; nada menos que el fogón. Quizá a muchas de mis lectoras se les habrá olvidado la importancia que esto tiene. Pero piensen que todas las andanzas sociales y políticas de la mujer alemana tienen esta única y exclusiva causa: que no había fogones, que no había hogares, que no había casas, que no había hombres”.

Ciudadanos, quo vadis?

Ciudadanos, quo vadis?

La IV Asamblea de Ciudadanos se ha saldado con la definición de un partido que adolece de un estilo más sólido en su retórica que en su práctica. Y de enormes diferencias según qué regiones: el Ciudadanos de Andalucía y el de Cataluña son dos partidos distintos. Al contrario de lo que sucedía en UPyD, quien pudo ser su socio y terminó de enemigo, Ciudadanos es un partido fuerte en el liderazgo y débil en el peso de su ideario. ¿Por tesis? No: por los nombres que lo defendían, o defienden. Con frecuencia desencantados de uno y otro partido mayoritario que más que convicciones en el cambio y en el atractivo modo del pragmatismo idealista de la nueva formación vieron la oportunidad de destacar y hacer carrera política en un lugar en donde los puestos relevantes los adjudicaban a medida que los candidatos iban llegando. Si no, reitero, que pregunten en Andalucía, donde Juan Marín, predispuesto al pacto con el poder de Susana Díaz antes que al complicado ejercicio de oposición, prometía consejerías a antiguos simpatizantes del Partido Popular. Simpatizantes que vieron una oportunidad única. Y que ahí están.

Épica para ridículos

Épica para ridículos

Cuántas ocasiones nos viene dando en los últimos tiempos el nacionalismo catalán para que recordemos el aforismo de Nietzsche: “En las fiestas patrióticas también los espectadores forman parte de los comediantes”. Es desolador cómo el ridículo nacionalismo ha prendido entre una población que en otros ámbitos de su vida acierta a comportarse de un modo menos risible.

Huir hacia el abismo

Huir hacia el abismo

En ocasiones, los atestados de tráfico se parecen mucho a la política. En contra de la apariencia, se descubre que el vehículo ha caído por el barranco en el que no se encontraba el peligro. La corrección de la trayectoria, bienintencionada pero excesiva, hace al conductor precipitarse por el lado contrario al riesgo del que se quería huir. El fenómeno Donald Trump tiene, en efecto, algo de trágico: es una huida que lleva hacia la muerte que se pretende sortear.

Vacunas Trump

Vacunas Trump

Cuando Robert Lee fue derrotado en 1865 se instaló en Washington College, una pequeña universidad en las montañas de Virginia. El general confederado encontró refugio en el campus de Lexington gracias a su mujer, descendiente del fundador de Estados Unidos. Lee se convirtió en un admirado rector y hoy este college se llama por la unión de dos nombres, Washington and Lee. El ilustre general animaba a  los estudiantes a superar las divisiones causadas por la contienda civil. En el código de honor que redactó solo les pedía que actuasen como caballeros. Esta exigencia de auto-corrección, moderación y sentido del deber, la esencia del mejor mundo anglosajón, parece haberse convertido en el paisaje de un país extraño.

Sobre Trump y la especie...

Sobre Trump y la especie...

La nobleza como cualidad humana se ve, se presiente. Se intuye cuando uno, yo mismo, ha pateado ciudades y gabardinas. La insoportable maldad del Ser Humano también se intuye en cualquier parada del bus, en cualquier esquina. Pero la bondad se huele en el rostro ajado y en la mirada limpia de quienes te venden el periódico y te hablan de cómo viene febrero para el terruño. La nobleza se ve en el gesto de los hombros de las gentes buenas y en la posición del abrigo cuando lo dejan en la percha a la hora del clarete. Porque, a pesar de todo, el Hombre como especie, ha evolucionado; ha hecho un proceso divino de ‘amejoramiento’ para dejar de ser mapache y pasar a ser cowboy en ‘Times Square’. Y, sin embargo, Donald Trump, ahí, triunfante con lo suyo que es el mundo, con su gato amarillo acostado en la frente, sus queridas y sus enemigos. Ya nos dijo en célebre contraportada el maestro Manuel Alcántara que, incluso sin votarlo, íbamos a sufrir aquí al que yo llamo ‘coloso en damas y en nadas’: Trump, Donald.

Sánchez, dionisiaco conquistador; susana, apolínea estratega

Sánchez, dionisiaco conquistador; susana, apolínea estratega

El pasado sábado, 28 de enero, Pedro Sánchez se dispuso a tomar el cauce de unas aguas, tras el impulso de la tormenta de Ferraz, en apariencia calmadas. Fue en Dos Hermanas, pueblo de la provincia de Sevilla. Como si de un antiguo rey castellano se tratara, pero a la inversa, Sánchez bajó del norte con intención de conquistar, de reconquistar, el epicentro del socialismo en España, que es andaluz, acaso federal, aunque resida en Madrid por utilidad para la burocracia. En contra de lo que todos apuestan, simpatizantes, militantes y adeptos, hubo apoyo interno -tímido también, sí- en el mitin de Pedro, un aliento que encuentra sus puntos fuertes en el histórico Toscano –alcalde de teoría y cacique de prácticas, en su municipio, se entiende- y Pérez Tapias, ejemplo de un PSOE más inclinado al pensamiento y a la ideología, al tratado y a la filosofía, que al pragmatismo y al eslogan, valores en boga tanto en la sociedad de hoy como en la principal rival de esta facción sanchista, al menos en los titulares y ecos del periodismo, Susana Díaz.

Nos hace feliz odiarlo

Nos hace feliz odiarlo

En La democracia sentimental, Manuel Arias Maldonado escribe que “hay una estrecha relación entre radicalismo y felicidad […] El radicalismo hace más feliz que la moderación: sobre todo cuando el gobierno no nos representa.” Si a esto se le une una elevada sensación de pertenencia, una amenaza exterior o interior que funcione como chivo expiatorio, cierta disonancia cognitiva que te impida ver los errores propios y una sensación de superioridad moral, uno ha de ser enormemente feliz. Porque afrontar la complejidad de la realidad es extenuante. Y, bueno, a veces triste.

Aznar, punki de mayor

Aznar, punki de mayor

Me he sentado a escribir sobre José María Aznar cuando ha llegado la noticia de la muerte de Paloma Chamorro, nuestra benefactora de ‘La Edad de Oro’. Y me he acordado de lo que contó hace poco Jesús Quintero sobre la primera entrevista que le hizo a Aznar a principios de los noventa. Quintero le había indicado al cámara que mantuviese un primer plano del entrevistado, y nada más comenzar le espetó: “¿Usted ha sido punki?”. No sé qué se trasluciría en su rostro, pero el futuro presidente pensaría sin duda en mazmorras para el entrevistador…

En retirada

En retirada

La actitud conservadora admite, al menos, dos variantes. La primera se deja guiar por unas convicciones, es doctrinaria y se desplaza de arriba abajo: de las ideas a la realidad más inmediata. La segunda, en cambio, incide en lo que el filósofo inglés Michael Oakeshott calificaba como apego al presente y en la desconfianza hacia los cambios bruscos y las reformas radicales. Para Oakeshott, «ser conservador consiste en preferir lo familiar a lo desconocido, lo contrastado a lo no probado, los hechos al misterio, lo real a lo posible, lo limitado a lo ilimitado…». Por supuesto, en esta concepción del conservadurismo, el credo ideológico prima menos que la estabilidad o que los equilibrios sociales e institucionales del país. Una es activa; la otra, pasiva. La primera quiere imponer un modelo de sociedad –que considera más moderno, más justo o sencillamente más eficaz– y la segunda se conforma con mantener cerrada la caja de Pandora que podría enfrentar a los ciudadanos en una amalgama de conflictos sin soluciones claras. Ambas son instintivas, aunque respondan a instintos de diferente orden. Y, si aplicamos este marco a la política nacional, Aznar y Rajoy representan las dos almas del conservadurismo español, con sus respectivos intereses, sus filias y también sus fobias.

Política a brochazos

Política a brochazos

Donald Trump ha provocado un quilombo fenomenal en su país. Ha firmado un decreto con cuatro disposiciones sobre inmigración: 1) Suspende la admisión de nuevos refugiados durante 120 días mientras se estudia cómo abordar la cuestión. 2) Impone una moratoria de 90 días para algunos países, siete en total, influidos por la violencia terrorista islámica. 3) Suspende indefinidamente la admisión de refugiados sirios. Y 4) Limita el número de refugiados anuales a 50.000.

Más resistente que el hormigón

Más resistente que el hormigón

Trump firmó el decreto presidencial y al día siguiente los periódicos mostraron en sus portadas un muro que se construirá dentro de unos meses. Vimos vallas que atraviesan El Paso, una muralla que tapa el horizonte en Tecate, mexicanos mirando a través de gruesos barrotes en algún lugar de la frontera. Los periódicos ilustraron la noticia de que Trump levantaría un muro con la fotografía de un muro que ya había sido levantado. No es un milagro. En algunos lugares de la frontera entre México y Estados Unidos, el muro existe desde hace años y no es la única frontera física construida por el hombre que permanece en pie en el mundo. Ni siquiera la más cruel. Las concertinas europeas dan fe de ello.

Lo que nos enseñó Obama

Lo que nos enseñó Obama

A Barack Obama le precedió George W. Bush y le sucederá Donald Trump. Llegó con una crisis financiera y el paro en niveles históricos y se va con pleno empleo y un país creciendo como no lo hace Europa. Asumió con la amenaza nuclear iraní y se marcha con un acuerdo internacional que lo encauza. Ha desbloqueado las relaciones diplomáticas con Cuba, un acuerdo difícil de calibrar en Europa, pero que tiene un alto poder simbólico en América Latina, donde era necesario, urgente, cambiar la percepción que se tiene de Estados Unidos. Además, ha dado cobertura sanitaria a varios millones de personas vulnerables. Guantánamo, Siria e Irak son desaguisados ajenos con los que el consenso dice que no ha sabido lidiar. Pero que no fueron provocados por decisiones suyas, como fue la de bombardear Irak bajo premisas falsas e intentando engañar con aquello de las “armas de destrucción masiva”. Si ahora estamos en la posverdad, aquello debió de ser la preverdad. La pregunta es, ¿habríamos estado mejor sin Obama?

Turismo sostenible para entender un tiempo incomprensible

Turismo sostenible para entender un tiempo incomprensible

Suele pronunciar su nombre en estas fechas, cuando aún asoma el abrigo por la patita del perchero. Imagino que para cuadrar en los días de la primavera y el verano, en donde mayor afluencia de turistas se espera en las principales ciudades –con lo bien que se viaja en otoño y en invierno, sin aglomeraciones ni altas temperaturas-. Todo en ella está destinado al consumo y al comercio. Como siempre, mercaderes en el templo. Algo muy antiguo que pasa, embuste mediante, por el filtro de la novedad. Pero esto tiene siglos de vida, por mucho networking que nos propongamos. Vender y comprar, dar y recibir, comer y no morir, de eso se trata. Me refiero a FITUR, la Feria Internacional del Turismo, la cual se celebra en Madrid.

El hombre de las mil jetas

El hombre de las mil jetas

Por fin veo El hombre de las mil caras en Filmin, una de las plataformas digitales que me ha permitido abandonar las molestas salas de cine (nunca estaré lo suficientemente agradecido de darme de baja de hedores, susurros, verborreas, juegos de manos y roedores incombustibles). Factura solvente y narración fluida. No fui un entusiasta del anterior film de Alberto Rodríguez. La cosa de la isla mínima que tanto gustó y que se comparó, en hipérbole inaudita, con la inmensa serie True Detective. En fin.

Nuestras conversaciones con él

Nuestras conversaciones con él

Si Barack Obama fuese una empresa cotizada, habría sido un hábil inversor quien se hubiera deshecho de sus acciones a principios de 2009, al poco de iniciarse su primer mandato como presidente de Estados Unidos. Las expectativas depositadas en él eran tan altas, tan desmesurados los deseos, que era fácil predecir un derrumbe de la acción cuando el áspero e inflexible principio de realidad se interpusiera en el camino. Ocho años después, acabada el pulso entre la realidad y el deseo, me atrevería a recomendar a los lectores que compren obamas de nuevo. Porque lo vamos a echar de menos y su acción a partir de ahora sólo puede subir.

Destapada una red de ciberespionaje a importantes políticos italianos

Destapada una red de ciberespionaje a importantes políticos italianos

Otras importantes personalidades afectadas serían el también ex primer ministro italiano, Mario Monti, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y otros políticos y empresarios que poseen algún tipo de información reservada. Según la investigación de la policía, la red tuvo acceso a “noticias relativas a la seguridad del Estado” tras lograr penetrar en los sistemas informáticos de las víctimas, donde cometieron una “interceptación ilegal agravada de comunicaciones o telecomunicaciones”. Los detenidos residían en Londres, aunque tenían domicilio en Roma. Según explican las autoridades en un comunicado, se trataba de dos personas “muy destacas en el mundo de las altas finanzas capitalinas”. Ahora, ambos permanecen en prisión de forma cautelar y dependerán de la Fiscalía de Roma, acusados de ser los presuntos cabecillas del robo de información.

Mário Soares, figura imprescindible de la política portuguesa, muere a los 92 años

Mário Soares, figura imprescindible de la política portuguesa, muere a los 92 años

Tras una mejoría pasajera, el ex jefe de Estado cayó en un “coma profundo” el 26 de diciembre, después de un “episodio agudo” cuya naturaleza no fue desvelada. Fundador del Partido Socialista portugués, ministro de Relaciones Exteriores, dos veces jefe de gobierno, presidente de la República de 1986 a 1996 y eurodiputado, Soares fue un personaje imprescindible de la democracia portuguesa.
“Nunca me he considerado especial. Soy alguien normal”, manifestó Soares en una entrevista publicada en febrero de 2015. Abogado de formación, se inició pronto en política como opositor a la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar. Su papel fue particularmente importante al día siguiente de la Revolución de los Claveles de 1974, un golpe de Estado militar que puso fin a 48 años de dictadura y a trece años de guerras coloniales. Artífice de la adhesión de Portugal a la UE, en 1986, denunció, 25 años después, la falta de solidaridad de los grandes países europeos que, según él, habían “olvidado el proyecto de los padres fundadores” para dejarse guiar por un “capitalismo salvaje”.
Su última aparición en público fue en septiembre, con ocasión de un homenaje dedicado a su esposa, la actriz y filántropa Maria Barroso. Casados en 1949, la pareja tuvo dos hijos, uno de los cuales Joao Soares fue alcalde de Lisboa y ministro de Cultura.

Un canasto socialdemócrata como regalo de Reyes

Un canasto socialdemócrata como regalo de Reyes

Si, como dice Manuel Arias en su reciente La democracia sentimental (Página Indómita, 2016), las ideologías son “atajos cognitivos” que simplifican y empaquetan una realidad cuya complejidad lo exige para que podamos asimilarla y lidiar con ella, lo primero que ha de hacer un partido político al representarlas es cumplir ese mandato básico: no añadir bruma y ruido a lo que ya de por sí nos desborda cada día. El PSOE, más que un “atajo cognitivo”, ha sido este año una “distracción decepcionante”. No ha sido ningún faro contra la incertidumbre, sino la incertidumbre misma.

Alemania, Europa y la libertad

Alemania, Europa y la libertad

La noticia llamativa del día es que la primera reedición desde 1945 de ‘Mein Kampf’, de Adolf Hitler, ha sido un éxito editorial en Alemania. Menos llamativa, pero probablemente más importante, ha sido la del superávit en la balanza comercial de la Unión Europea en 2016, que ha alcanzado los 296.000 millones de euros, de los que 280.000 millones los ha aportado por sí sola Alemania. Pero lo trascendental de verdad es Alemania a secas, la Alemania de 2017, la que económicamente lidera Europa pero políticamente sigue en ese limbo en el que se encerró para expiar la terrible docena de años en los que se dejó llevar por Hitler a una cadena de crímenes y horrores que las generaciones posteriores no han acabado de asimilar.

Contra las entrañas

Contra las entrañas

Como es costumbre, al término del año, periodistas, escritores, ensayistas y demás analistas de los asuntos públicos, debatimos o comentamos el galardón a la palabra de moda que marca el discurrir de los meses que dejamos atrás. A menudo sucede también, como demuestran los aclamados términos ‘posverdad’ y ‘populismo, que esas palabras no describen una realidad revelada e inconcebible hasta el momento en el discurso público, sino que corresponden más bien a una toma del pulso del año político.

Aquel PSOE

Aquel PSOE

Sería conveniente que el PP, el PSOE y Ciudadanos formalizaran una gran coalición gubernamental, pero no tanto como que el PSOE se afiance en la sensatez que, de manera un tanto inopinada, trajo la gestora presidida por Javier Fernández. Dicho de otro modo: antes que un Gobierno de concentración (fórmula que, siquiera de modo subrepticio, parece funcionar en la práctica) urge en España un PSOE de concentración, entendiendo por tal un partido socialdemócrata clásico, con ambición de poder y dotado de un proyecto nacional. En este sentido, que el pasado 27 de diciembre 70 cargos intermedios animaran a Pedro Sánchez a pelear por el liderazgo del partido no puede ser sino una pésima noticia, como lo fue la candidatura soterrada de Paxi López o lo ha sido estos días el intento de rehabilitación del principal responsable de la deriva sectaria del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, por cierto, va jactándose de ser un damnificado del sanchismo cuando fue el sanchismo el que, durante la campaña del 26-J, reivindicó su legado. Por lo demás, tampoco resulta muy halagüeño que Fernández obtenga mejor nota entre los votantes del PP que entre sus votantes, en lo que aparenta un indicio de que el populismo también ha prendido en las bases. O que, como me decía un amigo a propósito de la intervención en el acto de Libres e Iguales ‘Por el pacto español’ de Nicolás Redondo Terreros, Joaquín Leguina y Enrique Múgica: “En el fondo, presentarlos como socialistas tiene algo de ficción”.

Incoaligables

Incoaligables

Una de las excentricidades de la vida política española, síntoma de su inmadurez, es la imposibilidad de que el PP y el PSOE se coaliguen. Hasta los que estábamos a favor de la Gran Coalición éramos conscientes de su imposibilidad. Le pedíamos peras al olmo, para que por pedir no quedase.

Contaminación política

Contaminación política

El día 26 de diciembre el aire de Madrid registraba un alto nivel de contaminación. El Ayuntamiento de Manuela Carmena arbitró la medida de prohibir, a medias, la circulación de coches por la ciudad. La medida se implantó el día de los inocentes, que amaneció con una buena calidad del aire. Ese día, mientras los policías atascaban la ciudad poniendo multas que el consistorio no podrá cobrar, el nivel de emisiones de dióxido de nitrógeno aumentó un 1,8 por ciento. La distancia entre las intenciones del Ayuntamiento y los efectos de su medida se cubre con un ridículo monumental.

Premios Nobel piden a la ONU que acabe con la “limpieza étnica” en Myanmar

Premios Nobel piden a la ONU que acabe con la “limpieza étnica” en Myanmar

Más de 34.000 rohingyas han sido forzados a huir debido a las operaciones militares de la ciudad de Rajine, según la ONU. Al menos 86 personas han muerto en estas operaciones militares, que comenzaron tras el ataque de militantes armados a la frontera de la ciudad de Maungdaw. Además, el director general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Myanmar, Kyaw Zaya, ha reconocido a Reuters que 2.415 de sus ciudadanos se encuentran en Bangladés. “Si no tomamos medidas, la gente puede morirse de hambre, si no son asesinados con balas”, afirman en la carta enviada la ONU.

El grupo que ha emitido la protesta está compuesto, además de por ganadores de un Nobel, por políticos y activistas, entre ellos Malala Yousafzai y el Arzobispo de Sudáfrica, Desmond Tutu. Aseguran que Aung San Suu Kyi, líder de facto del país y ganadora también de un premio Nobel, “no ha tomado ninguna medida para asegurar los completos e igualitarios derechos de ciudadanía de los Rohingyas”.

La cara amable de la ficción

La cara amable de la ficción

Me gustó ver a Shimon Peres tan sonriente en el Trono de Hierro, porque no todos los políticos tienen una relación tan sana como él con la ficción. Unos, porque la prefieren a una realidad que nunca está a la altura de sus aspiraciones. Otros, porque no pueden soportar que no se ajuste a los estrechos márgenes de sus prejuicios ideológicos. Como suele pasar, no hay nada que una más a estos políticos que su afán censor, aunque los primeros prefieran prohibir la verdad y los segundos la ficción.

La historia, seguro, lo juzgará

La historia, seguro, lo juzgará

Ha muerto Fidel y hemos asistido al espectáculo trivial de unos medios de comunicación que han sido más generosos con él (que no hubiera autorizado su publicación en Cuba) que con Donald Trump, que ha tenido la desfachatez de ganar unas elecciones democráticas contra las preferencias de estos medios. Pero no voy a hablar de Fidel, sino de un oscuro episodio de la historia cubana que nunca interesó mucho a la prensa.

Personajes del año

Personajes del año

El lenguaje es un espectáculo, y esconde —en la superficie, como en el cuento de Poe— verdades profundas. Se trata simplemente de fijarse en lo que decimos y ahí está, comprimida, toda la lección. Analicemos un ritual de estas fechas: la elección de los “personajes del año”.

Los políticos del Congo llegan a un acuerdo sobre la transición de Kabila

Los políticos del Congo llegan a un acuerdo sobre la transición de Kabila

Si el pacto tiene éxito, sería un gran logro para la Iglesia Católica, que ha estado mediando para evitar que la República Democrática del Congo vuelva a los años de anarquía y guerra civil. El Papa Francisco ha sometido a presión tanto a Kabila como a la oposición para que llegaran a una solución pacífica que acabara con la crisis del país.
A cambio de que Kabila se quede un año más en el poder, la constitución no se podrá modificar para que este pueda quedarse durante una tercera legislatura. Además, el bloque de la oposición nombrará un primer ministro y Etienne Tshisekedi, líder de la oposición, supervisará la implementación del acuerdo. Sin embargo, Kabila aún no ha dicho nada y los partidos aún tienen que firmar el pacto, que necesita la aprobación final de todos los delegados de las negociaciones.

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