En una fase de la cultura de masas en la que el cine parece haber perdido sus viejos privilegios culturales, son ya pocos los directores cuyos estrenos producen impacto más allá de los circuitos especializados. Dos de ellos, Quentin Tarantino y Martin Scorsese han estrenado a lo largo del año que ahora termina, suscitando apasionadas conversaciones acerca de la calidad y el significado de sus films.
«Ellroy es huésped de otra época. Es un privilegiado que se pasea por la vida sin gadgets de esclava tecnología puntera. Desconoce el campo de concentración de internet y ya hace años que decidió tirar el televisor por la ventana de casa»