10 películas para que Trump entienda qué es racismo
¿Sabrá Trump lo que es racismo? No, no lo sabe. Aquí 10 películas para que lo entienda a través del séptimo arte.
¿Sabrá Trump lo que es racismo? No, no lo sabe. Aquí 10 películas para que lo entienda a través del séptimo arte.
Un tribunal de Misuri, Estados Unidos, ha declarado este viernes inocente al ex policia local Jason Stockley por la muerte en 2011 de un joven negro, en un controvertido fallo que ha puesto en guardia a las autoridades de la capital del estado, San Luis, ante la posibilidad de que se produzcan protestas violentas. «Aunque sabemos que las emociones se están calentando, nuestra prioridad número uno en estos momentos es proteger y servir a nuestros ciudadanos. Pedimos a aquellos ciudadanos que decidan manifestarse que lo hagan de manera pacífica», ha señalado la policía de San Luis tras darse a conocer el veredicto.
Es importante que sepan esto: he visto dos veces a Ignatius Farray y la primera fue en una sala de espera. Era junio y hacía tanto calor que sus gafas estaban empañadas. La segunda fue en el bar Picnic, en Malasaña, y a falta de media hora tenía el recinto lleno. Era septiembre y volvía a los monólogos. Hizo esperar al público una hora. Salió con energía, nos miró a todos y, en un paréntesis de intimidad, dijo: “Sabíais que esto iba a empezar tarde”. Y todo el mundo respondió con risas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una resolución en el Congreso que condena a los supremacistas blancos y a otros grupos racistas. Poco antes de firmar la resolución, Trump ha vuelto a hablar sobre Charlottesville, donde murió una mujer y decenas de personas resultaron heridas, reviviendo la polémica al decir que “había algunos tipos bastante malos también en el otro bando”
La Fiscalía de Múnich ha pedido este martes cadena perpetua contra Beate Zschaepe, la última integrante de un grupúsculo neonazi acusado de crímenes racistas. Se trata de uno de los mayores juicios desde la posguerra en Alemania. La fiscalía ha descartado que la acusada, que niega su participación en los crímenes, pueda beneficiarse de una pena más clemente.
«¡Vete a tu puto país! No queremos moros en Madrid. Ojalá volviera uno con bigote y os metiera a todos en una puta nave. La nave la iba a pagar yo, de mi dinero. ¡Hijos de puta!». Así reacciona un hombre, después de que un grupo de pasajeros lo expulsara del vagón de metro por haber insultado y tratado de agredir a una pareja de origen marroquí. La escena, grabada en vídeo y publicada en Twitter en el perfil Solidaridad Obrera, se produjo el jueves a las 11:45 de la mañana en la parada República Argentina de la línea 6.
Un agente de policía de Georgia, en el sureste de EE.UU., ha perdido su trabajo después de ser grabado diciendo: «Nosotros solo matamos a negros», según recoge el vídeo publicado en exclusiva por WSB Atlanta.
Donald Trump, indultó al polémico exalguacil Joe Arpaio, que afrontaba una condena de hasta seis meses de cárcel tras ser hallado culpable de desacato a los tribunales por un caso de discriminación racial.
Las manifestaciones inundan el centro de Arizona tras la visita del presidente estadounidense.
«Si tienes que empezar una frase con ‘yo no soy racista, pero…’, hay bastantes probabilidades de que sí seas bastante racista». Con esta frase se presenta el tuitero @YesYoureRacist y con ella deja bastante claro su objetivo: identificar a las personas que exaltan la intolerancia racial.
Un tuit de el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama se ha convertido en el tuit más popular de la historia con más tres millones de ‘me gusta’.
El periodista Jason Kessler tiene 34 años y es uno de los organizadores de las manifestaciones por la «supremacía blanca» en Charlottesville, una ciudad situada en el condado de Albemarle (Virginia) en los Estados Unidos que en los últimos días ha vivido fuertes disturbios.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha condenado este lunes el «mal» del racismo y las acciones en Charlottesville por parte de «criminales y matones, incluyendo al KKK [Ku Klux Klan], informan varias agencias. Es la primera vez que Trump señala de manera directa tanto al racismo como a la organización de extrema derecha Ku Klux Klan como causas del atropello masivo perpetrado por un supremacista blanco durante una manifestación en Charlottesville Virginia. Las declaraciones de Trump llegan días después de que empezaran a lloverle críticas, tanto fuera como dentro de Estados Unidos e incluso en las propias filas republicanas, por la tibia respuesta inicial que dio al ataque, consciente de que fueron esos mismo colectivos los que le dieron su apoyo durante las elecciones.
La retirada de la estatua de un general confederado de la Guerra Civil estadounidense desencadenó ayer una manifestación de supremacistas blancos y neonazis y una contraprotesta contra los dos primeros. Durante la marcha, bajo el lema «Unir a la derecha», uno de los supremacistas embistió con su coche a los manifestantes opositores minutos antes del medio día y, acto seguido, aceleró marcha atrás para seguir atacando. El FBI ya ha iniciado una investigación. Tras un balance provisional de tres muertos y una veintena de heridos, han comenzado ya los homenajes a las víctimas. Estas son algunas de las imágenes que se han visto en Charlottesville este fin de semana.
El FBI ha anunciado el inicio de una investigación de derechos civiles sobre las circunstancias que han llevadoa un conductor a embestir a una multitud cuando supremacistas blancos y manifestantes anti-racistas se enfrentaban en Charlottesville (Estado de Virginia) el pasado sábado, lo que ha llevado incluso a declarar el Estado de Emergencia por parte del gobernador, Terry McAuliffe.
La polémica marcha «Unir a la derecha» convocada por un grupo de blancos supremacistas en Charlottesville (Virginia) ha provocado este sábado varios heridos por enfrentamientos con opositores y ha obligado a declarar el estado de emergencia de seguridad por parte del gobernador, Terry McAuliffe. Aunque el inicio de la marcha estaba previsto para el mediodía en el Emancipation Park, en el centro de la ciudad, minutos antes se han producido ya los primeros choques violentos.
Descarga el primer capítulo de ‘El vendido’ del ganador del Booker Prize Paul Beatty.
Muchos han aprendido a vivir con un tatuaje que no quieren en su cuerpo. Ya sea porque ya no se corresponde con la persona que eres ahora o porque te lo hiciste un día de fiesta por Ibiza y ahora te arrepientes. Redibujar la tinta del tatuaje es una opción, como demuestra el artista Dave Cutlip, sin embargo, el tatuador ha llegado más lejos. Ahora, su estudio, situado en Baltimore, ayuda a las personas con tatuajes racistas a pagar su servicio de “borrado”.
Hay cosas que aún hacemos y decimos, muchas veces sin darnos cuenta e incluso con buena intención, que generan momentos incómodos
El futbolista argentino Ezequiel Lavezzi está teniendo problemas para adaptarse a la cultura china desde que fichó el pasado verano por el Hebei Fortune. Si, por una parte, en sus primeros 16 partidos solo ha anotado dos goles después de convertirse en el futbolista mejor pagado del mundo con 49 millones de euros anuales –Messi, considerado el mejor, cobra 40 millones en el Barcelona-, ahora una polémica le ha situado en el centro de los focos en China y en el resto del mundo.
El racismo, y específicamente el racismo en Estados Unidos, tiene orígenes diversos y arraigados y, en muchas ocasiones, no es ni siquiera reconocido como un problema. Pero en Queridos blancos no sólo el problema existe sino que se discute, con humor y con seriedad, desde todos los puntos de vista y sin dejar nada en claro, salvo, obviamente, que el racismo es un horror. Queridos blancos no se distrae, no se arrepiente, no va diciendo, como Crash, la película ganadora de un Óscar, que discute en profundidad el racismo cuando no lo hace.
Imagina que caminas tranquilamente por las calles de tu localidad y la policía te para para identificarte, sin razón aparente. Imagina que, al preguntar por qué te paran, la autoridad contesta sin miramientos que lo hace porque “eres negro”. Esto es el pan nuestro de cada día de ciudadanos y residentes en España, con independencia de su origen, su etnia, su condición social o administrativa. Esto se denomina ‘perfil étnico’ y es una práctica, además de racista e injustamente incriminatoria, ilegal. España sigue practicándola a día de hoy.
Hemos podido ver desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca cómo las grandes empresas norteamericanas, especialmente las afincadas en Silicon Valley, se han vestido con sus mejores galas activistas para enfrentarse a las medidas más reaccionarias del presidente. Estas iniciativas, sin embargo, parecen más encaminadas a mejorar su imagen corporativa que a proclamarse como parte del cambio social.
La aplicación FaceApp te pone una sonrisa en la cara y si quieres, también te puede aclarar el tono de la piel para que parezcas más «sexy» (siempre bajo criterios de la aplicación móvil, claro). Todo ello no ha tardado en provocar un revuelo en la red cuyos usuarios acusan a la compañía de haber creado un filtro «racista», según publica la BBC.
Esta costumbre parecía exclusiva de las mujeres. Sin embargo, desde la entrada del nuevo siglo son cada vez más los hombres que se han sumado a esta tendencia.
‘This is England’ era una expresión que utilizaban los skinheads británicos en los años 80. Cuando la decían, señalaban al suelo, luego a su corazón y por último a la cabeza para recrearse en su nacionalismo exacerbado. Era como una especie de demostración al más puro estilo ‘a ver quién la tiene más larga’ del amor por la nación y la patria. Shane Meadows utilizó esa expresión para titular a la película que describe una parte turbulenta de su vida. Y ahora que el Brexit está en primera línea de la agenda mediática convendría recordarla, para que no aparezcan los fantasmas del pasado de la xenofobia y el nacionalismo en forma de cóctel, que ya sabemos por mano de la historia a qué puede conducir y la explosión que puede ocasionar.
Un periodista le preguntó a Nina Simone qué significaba para ella la idea de libertad. Nina, que tenía unos gestos muy dramáticos, en un sentido teatral, negó con la cabeza. “Es solo una sensación”.
Este fin de semana en Birmingham se ha retratado otro símbolo de desafío a la extrema derecha. La imagen de esta mujer mirando a los ojos y sonriendo a un miembro del grupo ultraderechista Liga de Defensa Inglesa (EDL, en sus siglas en inglés) ha dado la vuelta al mundo. Se ha compartido miles de veces en las redes sociales.
Cinco personas han sido acusadas este lunes por un ataque racista a un refugiado en Croydon, al sur de Londres. Reker Ahmed, un refugiado kurdo iraní de 17 años, fue perseguido por los atacantes el pasado viernes, quienes le propinaron una paliza que le provocó una fractura espinal, una fractura en el cráneo y una hemorragia cerebral.
La marca de cerveza Skol, una de las más populares de Brasil, es el ejemplo perfecto de más vale tarde que nunca. Skol siempre ha sido conocida por lanzar campañas machistas y especialmente polémicas por sus planteamientos. En plena época del Carnaval, en 2015, la marca llegó a lanzar una campaña cuyo eslogan rezaba: «Me he olvidado el no en casa”. No sería reseñable si no fuera porque en Carnaval las agresiones sexuales se multiplican a lo largo y ancho del país.
El gigante de internet Google ha anunciado este martes medidas para que la publicidad de sus clientes no aparezca al lado de contenidos racistas, homófobos o extremistas, en respuesta a denuncias de empresas y del gobierno británico. «Sabemos que los anunciantes no quieren ver sus anuncios junto a un contenido que no se ajusta a sus valores. Por eso a partir de hay adoptaremos una posición más dura sobre el contenido de odio, ofensivo y despectivo», ha dicho el director comercial de Google en el blog de la compañía.
Quiero que me dejen en paz. Quiero decir “negro” en un artículo -como lo hice el otro día en una reseña de La Bella y la Bestia- y que nadie me llame “racista” ni me pregunte si pertenezco al círculo íntimo de Trump. Quiero decirles que “persona de color” me parece una soplapollez, una delicadeza inútil, una expresión paternalista y repugnante que sólo disfraza un pensamiento abyecto: que los negros son más débiles per se y que nosotros, todopoderosos occidentales, debemos protegerlos poniéndole barnices al lenguaje. Si históricamente han sido oprimidos por los blancos, ¿vamos a reproducir ese menoscabo tratándoles de pobrecitos?¿Eso ataja la discriminación o la perpetúa? Yo no quiero que nadie se dirija a mí con primor por ser mujer y, encima, joven. Yo no quiero que se cuiden conmigo, como lo han hecho tantas veces, con ese suspiro dulzón de “ah, qué graciosa la chavalita, mírala, qué rebelde”, como quien acaricia el lomo de un animal revoltoso pero inofensivo. Yo no quiero que sus discursos complacientes denoten, al final, que soy yo la que está por debajo.
Guterres no mencionó a ningún país o jefe de gobierno, pero criticó a quienes atacan a las minorías, a los musulmanes o a la comunidad LGTB. «El desprecio de los derechos humanos es una enfermedad, una enfermedad que se propaga por todas partes, en el norte, el sur, el este y el oeste. Una enfermedad que el Consejo de Derechos Humanos debe contribuir a erradicar», añadió. En una velada alusión al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al que en ningún momento mencionó, instó a los miembros del consejo a «resistir con la mayor firmeza ante quienes desean restablecer la tortura», un «acto cobarde que no permite obtener informaciones utilizables y que deshonra al país que la practica», informa AFP.
El Alto Comisionado de los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, también aprovechó su intervención después de Guterres para lanzar un contundente mensaje «a los actores políticos que amenazan el sistema multilateral o tienen la intención de retirarse parcialmente» del sistema. Un mensaje que coincide con un momento de incertidumbre sobre el orden internacional tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y sus declaraciones a favor del proteccionismo y de levantar muros físicos o imaginarios, actitudes ante las que Zeid dijo que «no permaneceremos sentados». El alto comisionado se refirió también a los «derechos de los refugiados y de los migrantes» denunciando que «son gravemente cuestionados». «Frente a la multitud de personas que huyen de la guerra, la comunidad internacional no debe sustraerse a sus responsabilidades», subrayó.
Un tribunal pide que se juzgue por violación y no por violencia a un agente que provocó un desgarro anal con una porra extensible a un joven detenido en 2015, en Drancy. Lo ha pedido este martes el Tribunal Correccional de la ciudad francesa de Bobigny. Este hecho enciende aún más la polémica por la violencia de las fuerzas del orden en los suburbios de París, que ha provocado numerosos incidentes en los últimos días.
Dirigida por Barry Jenkins, Moonlight fue la ganadora como Mejor Película en los Premios de la Academia 2017.
En este hilo, un profesor de la universidad donde estudió el presunto autor, Jean-Michel Allard-Prus, comentó que “tenía ideas de derecha, pro-Israel y antiinmigración, por lo que profesa un agrado importante por Donald Trump. He tenido bastantes discusiones con él”. Otro amigo suyo, Vincent Boissoneault, estudiante de Relaciones Internacionales, declaró para The Globe and Mail que “tenía ideas racistas y nacionalistas, pero no pensaba que pudiese llegar a la violencia”.
El propio Bissonnette declaraba sus gustos en su página de Facebook, ya cerrada. En su perfil, Bissonnette mostraba simpatía por Marine Le Pen, que tras una conferencia en 2016 en Quebec le despertó su espíritu de activismo en redes sociales, haciéndose bastante conocido. Además, entre sus preferencias políticas están Donald Trump, el ejército israelí y el senador estadounidense John McCain. También sentía simpatía por el partido independentista Parti Quebecois y el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático. Otros de sus conocidos lo describen como un “friki” marginado acompañado siempre de su hermano gemelo, con el que comparte carácter. El propio Bissonnette se entregó a las autoridades a pocos kilómetros de la mezquita.
«He hecho las paces con Dios. Espero que encontréis la paz», declaró poco antes de fallecer, según informaron las autoridades penitenciarias tejanas. Sus abogados pidieron en el último momento un aplazamiento a la Corte Suprema, pero la máxima instancia jurídica de Estados Unidos lo rechazó la noche del jueves.
Edwards fue condenado junto a su primo Kirk Edwards por el asesinato en 2002 de dos empleados de una sucursal de la cadena de comida Subway en la ciudad de Dallas. Ambos huyeron, además, con los 3.000 dólares de la caja. Edwards había sido despedido del local unas semanas antes y un testigo le vio deshacerse del arma del crimen en una papelera cercana. Aunque las investigaciones confirmaron su participación en el doble homicidio, no quedó claro el papel que tuvo en el atraco. Sus abogados, a través de un perito, demostraron que él no disparó. A diferencia de su primo, el joven no tenía antecedentes. Kirk Edwards aceptó una condena de 25 años de cárcel después de llegar a un pacto con la fiscalía.
Terry Edwards, por su parte, fue condenado a la pena capital tras un juicio en el que fue mal defendido, según sus abogados, que denunciaron que los potenciales miembros del jurado pertenecientes a minorías fueron apartados del proceso sistemáticamente. Al final, el jurado que le condenó estaba formado por 12 ciudadanos blancos. El diario Dallas Morning News pidió el miércoles en un editorial la suspensión de la ejecución porque el caso tenía demasiadas dudas no resueltas.
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