Cuando hablamos de disrupción tecnológica nos solemos referir a los efectos destructivos que sobre empresas y trabajadores tienen adelantos técnicos que de manera súbita hacen obsoletas viejas y asentadas maneras de producir.
Cuando se tiene el teléfono móvil como principal herramienta de trabajo no son infrecuentes los comentarios, a caballo entre la piedad y el desaire, que sugieren que uno tiene-un-problema de adicción al dispositivo. La acusación, por llamar a las cosas por su nombre, no deja de ser un indicativo de hasta qué punto nos creemos a menudo libres de imperfecciones. Aunque, al cabo, no constituye novedad alguna el hecho de que abundan más los anhelosos de cambiar el mundo que los que tratan primero de conocerlo.
Hay un gracioso hilo de Tumblr que se ríe del cartel de un restaurante que dice “No tenemos Wi-Fi. Hablad entre vosotros. Llama a tu madre. Haz como si fuera 1993. Vive”. Basándose en ese mensaje, varios usuarios de la red social lo parodian yendo hacia atrás en el tiempo: “No ‘teléfonos’. Hablad entre vosotros. Solo cara a cara. Escribe una carta. Envíale un telegrama a tu madre. Haz como si fuera 1860. Vive.” El siguiente: “No ‘escribir’. Hablad entre vosotros. Tírale una roca a tu madre. Haz como si fuera 10.000 A.C. Vive. Urgga. Rou Graaurh. Ruh”. Llegan hasta el inicio del universo: “No ‘materia’. Existe en el vacío sin propósito ni sentido. No hay un “tú”, solo el vasto concepto de la nada. El tiempo no existe. Sé.”
Más que de asépticos números, la felicidad depende de emociones a las cuales empleamos una vida en domar. Ahora, quienes han rebasado en esto sus expectativas son las empresas de telefonía móvil. Otro cero más a su cuenta de beneficios.
¿Qué es lo que ha cambiado en nuestra manera de viajar? La manera de inspirarnos a la hora de elegir destino, de reservar el viaje y de compartirlo con nuestros amigos y familiares.
El Boeing Black tiene la capacidad de decidir sobre su propia vida y, en determinadas circunstancias, suicidarse ante la sospecha de que alguien no autorizado quiere acceder a la información que contiene.